Entrada del bar Pastís, que reabrirá este otoño bajo la batuta de los responsables del Circ Raluy.

Entrada del bar Pastís, que reabrirá este otoño bajo la batuta de los responsables del Circ Raluy.

Ciutat vella

El bar Pastís reabrirá este otoño bajo la batuta del Circ Raluy

El establecimiento del Raval echó el cierre en julio por la imposibilidad de hacer frente a las subidas de alquiler

25 septiembre, 2018 14:26

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El bar Pastís echó el cierre el pasado julio, pero reabrirá este otoño de la mano de la familia Raluy, responsables del Circ Raluy, que también se han quedado el London Bar de la calle de Nou de la Rambla. Oficialmente, José Ángel de la Villa, que estuvo al frente de este establecimiento del Raval durante 38 años, se ha jubilado, pero detrás de la bajada de la persiana de este histórico bar barcelonés está una continua subida del precio del alquiler desde que en 2014 se agotó el alquiler de renta antigua que tenía. Si de la Villa hubiera querido continuar, hubiera tenido que hacer frente a 1.300 euros de alquiler por el Pastís, poco más de 20 metros cuadrados.

El Circ Raluy tiene la intención de mantener la esencia de Pastís, un bar situado en la calle de Santa Mònica, muy cerca de la Rambla, en lo que antaño fue una parte del barrio chino de Barcelona. En el Pastís se podrá seguir oyendo música francesa, aunque la oferta variará y el Pastís se convertirá en un establecimiento que se inclinará hacia la coctelería clásica. En estos momentos, el Pastís, que todavía conserva su web, está siendo remodelado y, si no se producen retrasos, abrirá al público este otoño.

BEBIDA MARSELLESA

José Ángel de la Villa se hizo con este local en los años 80. El Pastís abrió en 1947 de la mano de Joaquim Ballesteros. Criado en Argelia, Quimet, como era conocido el propietario, quiso poner en marcha una taberna portuaria en el corazón de Barcelona. Para el nombre se inspiró en una bebida marsellesa hecha con aguardiente de anís y regaliz y que durante décadas ha sido la bebida estrella de este pequeño local del Raval. Tras la muerte de Quimet, se hizo cargo del negocio su mujer, Carmen, que hace cerca de 40 años lo traspasó al último propietario del negocio hasta ahora. 

Cuando cerró, este julio, el Pastís acumulaba 71 años de historia. Local penumbroso, decorado con cuadros, dibujos y otros objetos variopintos que se acumulaban en las paredes, recibió durante décadas a gente del mundo de la farándula, la literatura y el arte. Por el Pastís pasaron, entre otros, Josep Maria Espinàs, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Manuel Vázquez Montalbán, Paco Ibáñez, Georges Moustaki o Javier Bardem. De manera habitual, el Pastís organizaba conciertos y recitales poéticos, casi siempre a cargo de artistas y grupos amateur. Los últimos años el Pastís estuvo a punto de cerrar hasta en tres ocasiones. A las dificultades económicas, hay que sumar las denuncias por ruido de un vecino. Ahora, el Patís está a punto de reinventarse por tercera vez.