Ada Colau, junto a activistas en favor al derecho a la vivienda, da luz verde a las viviendas sociales más caras de la historia de Barcelona / ARCHIVO

Ada Colau, junto a activistas en favor al derecho a la vivienda, da luz verde a las viviendas sociales más caras de la historia de Barcelona / ARCHIVO

Gràcia

Barcelona construirá las viviendas sociales más caras en Gràcia

El último capricho de Colau y Badia en la calle Encarnació eleva su precio hasta los 577.000 euros

25 diciembre, 2020 12:36

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Ada Colau ha construido muchos menos pisos sociales de las que prometió en 2015, pero pasará a la historia por levantar las 15 viviendas dotacionales que prometió Eloi Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica de Barcelona. Según informa Crónica Global, su precio es de 577.000 euros cada una, el más caro de la historia, cuando todavía no se ha puesto el primer ladrillo.

Metrópoli Abierta ya avanzó, el pasado 27 de octubre, que el coste de las viviendas se dispararía. Badia vetó una promoción privada de 28 pisos y 42 plazas de parking en los números 13, 15 y 17 de a calle Encarnació. La reversión de los permisos le costará 8,8 millones de euros al Ayuntamiento de Barcelona entre la compra (7,2 millones) y la indemnización al propietario (1,4 millones).

EL SOBRECOSTE

Barcelona en Comú, el partido de Colau, elevará 15 viviendas dotacionales tras el veto al constructor, Encarnació Invest SL. En 2019, la operación estaba cifrada en 4,7 millones de euros, casi la mitad de lo que finalmente pagará el gobierno municipal para abortar el proyecto privado y comprar los terrenos.

Las casas de la calle Encarnació, en Gràcia

Las casas de la calle Encarnació, en Gràcia


La vivienda es una de las muchas promesas incumplidas por Colau en sus cinco años y medio en la alcaldía. En la campaña electoral de 2015 prometió que construiría 4.000 viviendas sociales en su primer mandato y apenas levantó 800. En 2019, la primera edil anunció que obligaría a los promotores de vivienda que construyeran obra nueva a destinar el 30% del edificio a vivienda sociales, medida que soliviantó al sector y fue muy criticada por los partidos de la oposición.