Imagen de Dory, una perra de Sant Andreu que murió envenenada / CEDIDA

Imagen de Dory, una perra de Sant Andreu que murió envenenada / CEDIDA

Sant Andreu

Sant Andreu se moviliza contra el asesinato de perros

Habitantes del barrio han pasado a la acción para proteger a sus canes después de que las administraciones eludiesen la problemática durante meses

20 febrero, 2023 00:00

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Los vecinos de Sant Andreu se movilizan contra el asesinato de los perros. Desde el pasado noviembre, cuando comenzaron a morir las mascotas de algunos habitantes del barrio, los vecinos han ido encontrando sustancias presuntamente venenosas y otros artefactos de alto riesgo para los canes. Tal es el caso de salchichas rellenas de tornillos o de croquetas rellenas de alfileres.

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Según explican varios vecinos y entidades amigas de los perros no ya solo del barrio barcelonés, sino también de otras zonas de la urbe como el Poblenou --donde también se han encontrado productos presumiblemente perjudiciales-- implicar a las administraciones como cuerpos policiales que operan en la ciudad e incluso al mismo Ayuntamiento ha sido muy complicado, lo que ha generado mucha "impotencia".

LA 'PATATA CALIENTE'

Asociaciones como la Comissió de Gossos de Poblenou y la educadora canina CanBiosis relatan a Metrópoli que, tras detectar un producto sospechoso (una bola rellena de un polvo blanco que parecería raticida) contactaron con la Guardia Urbana, quienes explicaron que se debía llamar al teléfono de emergencias 112. Desde la central, derivaron la consulta a los Mossos d'Esquadra y, finalmente, la policía autonómica solicitó a la ciudadana que encontró la sustancia que la tirara a la basura, pues no podían acudir. El cuerpo catalán de policía aseguró a la vecina que "pasarían cuando pudieran". "Sentimos que en Barcelona no se tiene en cuenta a los perros y no entendemos por qué", reflexionan.

Contactados por este medio, desde el Ayuntamiento aseguran que en casos de envenenamiento o de ataque a perros hay que contactar a los Mossos d'Esquadra. Estos, a su vez, han explicado a este medio que sin denuncia interpuesta no pueden abrir una investigación que prevén especialmente "compleja". Durante las últimas semanas, todos los vecinos que han intentado contactar con alguna de las instituciones se han encontrado con la imposibilidad de que se iniciara un proceso, por lo que, en Sant Andreu, han sido los dueños de los perros los que han decidido tomar cartas en el asunto.

Preocupados por la salud de quienes consideran sus amigos y familiares caninos, han creado un grupo de Telegram, han comenzado a señalizar todos los puntos del barrio en los que se producen avistamientos de productos que deliberadamente se han dejado para asesinar animales de compañía y han comenzado a colgar carteles por las calles alertando de la problemática. En solo unos días se han hecho siete encuentros y escasas horas después de colocar los carteles, se dieron cuenta de que estaban siendo retirados, aunque se desconoce al responsable.

Eric y su perra fallecida Dory, que murió por envenenamiento / CEDIDA

Eric y su perra fallecida Dory, que murió por envenenamiento / CEDIDA

Tras mucha insistencia individual --sin éxito--, ha sido la unión colectiva vecinal la que ha conseguido que el consistorio comience a implicarse. Tan es así que, de hecho, este mismo viernes han comenzado las conversaciones para concertar una reunión con representantes del Ayuntamiento y analizar la situación. Por su parte, la Guardia Urbana ha contactado y ha explicado que van a hacerse finalmente cargo del caso.

RECOMENDACIONES

El cuerpo de policía municipal ha pedido a los vecinos, según explican estos últimos a este digital que, en caso de encontrar una de estas sustancias o productos en el suelo, no se deben tocar ni tirar a la basura. Por el contrario, hay que llamar al 112 y esperar a que se persone una patrulla de la Guardia Urbana de Barcelona, quienes levantarán un acta.

La salchicha 'atornillada' encontrada en el barrio de Sant Andreu de Palomar / CEDIDA

La salchicha 'atornillada' encontrada en el barrio de Sant Andreu de Palomar / CEDIDA

PARQUES, JARDINES Y TAMBIÉN CALLES

Lo que hace unos meses comenzó como un pequeño número de hallazgos en parques y jardines, poco a poco se ha ido expandiendo. Buena parte de los avistamientos de comida con alfileres o tornillos, así como de productos presuntamente tóxicos, se están concentrando en calles del casco antiguo de Sant Andreu de Palomar. La situación se repitió en Poblenou, pues la sustancia potencialmente peligrosa fue vista en la vía de Antic de València que cuenta tanto con un colegio como un CAP a escasa distancia.

También ha ido cambiando la metodología. Al principio, los avistamientos se correspondían con unas "pastillas" o "bolas" azules. A lo largo de los últimos días, han aparecido salchichas atornilladas, bolas de carne con clavos y croquetas con alfileres. No cabe duda: en varios barrios de Barcelona y, sobre todo en Sant Andreu, hay alguien intentando asesinar a los perros.

Una de las pastillas azules que vecinos de Sant Andreu sospechan que puede ser la causante de las muertes de perros / CEDIDA

Una de las pastillas azules que vecinos de Sant Andreu sospechan que puede ser la causante de las muertes de perros / CEDIDA

ESTRÉS CANINO

Según ha explicado Nerea, educadora canina de CanBiosis, esta situación de alarma social afecta directamente a la educación y al bienestar de los animales. Comenta que, debido a la difícil situación, lo único que pueden hacer los dueños es andar con mil ojos y, lo habitual, es prohibir a los canes que puedan oler o acercarse a cualquier lugar potencialmente peligroso. Ello implica una educación especialmente restrictiva que va contra los instintos curiosos de los animales, que necesitan lamer u oler como herramienta para comprender la realidad que les rodea. La consecuencia directa de esta restricción es un estrés sobre los perros al que no se acostumbran. "No se les puede prohibir que no huelan", considera. 

La experta animal pide al consistorio una mayor educación social para fomentar la convivencia entre humanos y canes. "Al final los perros forman parte de la sociedad y de las familias, no podemos bloquearlos y tenemos que convivir. Cuando se les ataca a ellos nos atacan también a las familias", reflexiona. Cree también que, si bien hay que estar alerta a tenor de los últimos ataques, hay que hacer un llamamiento a la calma para no caer en una situación de histeria social.