Una persona mira las obras paradas de la estación de la futura estación de la Sagrera, uno de los varios proyectos de ciudad que están parados en el distrito de

Una persona mira las obras paradas de la estación de la futura estación de la Sagrera, uno de los varios proyectos de ciudad que están parados en el distrito de

Sant Andreu

Sant Andreu, un distrito con proyectos (de ciudad) enquistados

La estación de la Sagrera, las 'casernes' y el cierre de la cárcel de Trinitat Vella son algunos planes que acumulan años parados

5 enero, 2019 19:15

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Sant Andreu es un distrito de origen agrícola, aunque desde hace unas décadas la principal actividad económica es el comercio. Tercer distrito de la ciudad en extensión, Sant Andreu cuenta con unos 170.000 habitantes de los que unos 52.000 viven en el barrio de Sant Andreu del Palomar. En ocasiones, el barrio se confunde con el distrito. Pero el distrito es mucho más. Incluye otros seis barrios más: Navas, La Trinitat Vella, La Sagrera, Baró de Viver, El Bon Pastor y El Congrés i Els Indians.

El distrito, que en este mandato ha estado bajo las órdenes de Barcelona en Comú y el PSC, tiene los mismos problemas que otras zonas de Barcelona: la vivienda, la seguridad, la falta de equipamientos, la suciedad... Pero presenta como particularidad que en distintos barrios algunos proyectos de ciudad llevan años enquistados. Éste sería el caso de la estación del AVE de la Sagrera, la transformación de las casernes de Sant Andreu en un polo de equipamientos y vivienda pública, la pacificación de la Meridiana -cuyo proyecto parece que sí que se ha empezado a desencallar estos dos últimos años tras una década de demandas vecinales-, y el cierre de la prisión de Trinitat Vella.

SantiSerra

SantiSerra

Santi Serra, presidente de la asociación de vecinos de Sant Andreu del Palomar: "Hay que pacificar y hacer más humana la Meridiana. Ahora es una autopista".

El presidente de la asociación de vecinos de Sant Andreu del Palomar, Santi Serra, dice que la regidora Laia Ortiz ha hecho una buena gestión al frente del distrito. "Hemos dialogado mucho. Los comuns han invertido bastante en el barrio", asegura. El dirigente vecinal cita entre los proyectos puestos en marcha el del nuevo mercado. El viejo equipamiento de la plaza del Mercadal ya se está derribando y en febrero empezarán las obras del nuevo edificio. Serra valora positivamente también el traslado a Sant Andreu de las oficinas del Instituto de Mercados, que hasta ahora se encontraban en la Vila Olímpica.

"Son 52 funcionarios que cada día van hasta Sant Andreu para trabajar. Comen y compran en el barrio". Los trabajadores municipales se han instalado en un edificio de la vieja fábrica de la Fabra i Coats de la calle Gran, que, por cierto, está siendo reformada integralmente. "La primera fase de los trabajos ya ha acabado. Ahora se han parado los trabajos por las fiestas navideñas y se retomarán el 7 de enero. El objetivo de la reforma es pacificar la calle. Hasta ahora era una vía con mucho tráfico".

PLAN DE USOS EN LA CALLE GRAN

En un futuro, el Ayuntamiento quiere poner en marcha un plan de usos en la calle Gran de Sant Andreu para descongestionar el comercio. "Ahora, toda la actividad comercial se concentra entre el paseo de Fabra i Puig y la calle de Malalts. Cuando se acabe la reforma se podrá ir andando hasta el parque de Santiburcio y se quiere que la actividad comercial se prolongue desde el paseo de Fabra i Puig hasta la calle de Mossèn Clapés". La medida comportará también que en la calle Gran no abran más supermercados ni tiendas de más de 300 metros cuadrados y limitar los precios de los alquileres.

"A cinco meses de las elecciones, nos estamos reuniendo con todos los grupos municipales para plantearles las necesidades de Sant Andreu. Hemos hablado con todos menos con el PP", dice Serra. Una de las prioridades de la zona para el próximo mandato es recuperar la Meridiana para usos ciudadanos, "pacificarla y hacerla más humana ". La reforma, que se ha empezado a ejecutar entre la plaza de les Glòries y la calle de Mallorca, tiene que llegar hasta el puente de Sarajevo. "Estamos intentando que haya el compromiso político de que gane quien gane, las obras se ejecutarán. "La Meridiana tiene que dejar de ser una autopista y potenciar el uso peatonal, la bici y el transporte público".

EL PROYECTO DE CASERNES, 12 AÑOS RETRASO

Serra se muestra especialmente preocupado por el proyecto de las casernes de Sant Andreu, que acumula 12 años de retraso y supone la transformación de 30.000 metros cuadrados. En los antiguos cuarteles se tienen que construir un millar de viviendas y una docena de equipamientos -de los que solo se ha levantado la comisaría de los Mossos d'Esquadra y un centro sanitario- y acabar el gran parque verde que llevará el nombre del regidor socialista Antoni Santiburcio.

Uno de los problemas que tiene el proyecto de casernes y que bloquea la construcción de un polideportivo, una guardería y vivienda pública es la presencia de los legionarios en un local y solar de 5.000 metros cuadrados. Serra recuerda que los legionarios llevan en este espacio unos 20 años y espera que de la reunión prevista para el próximo 10 de enero entre el Consorcio de la Zona Franca -propietario de los terrenos- y el Ayuntamiento salga un principio de acuerdo para echar a los soldados.

LluísFdez

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LLuís Fernández, responsable de Sant Andreu de la plataforma Barcelona Com Tu: "Los alquileres han subido entre un 30 y un 40%. Hay mucha demanda y pocos pisos" 

Desde la plataforma Barcelona Com Tu, Lluís Fernández asegura que uno de los principales problemas del distrito es el aumento de los precios de los alquileres, también en el Bon Pastor, donde vive. "Conozco a una persona que el precio le ha pasado de 400 a 800 euros en poco tiempo. Los alquileres han subido en todo el distrito. Hay mucha demanda y pocos pisos. Los precios han subido entre un 30 y un 40%. Colau es la máxima responsable". Fernández se muestra especialmente crítico en materia de vivienda con la lentitud de la remodelación de las Casas Baratas del Bon Pastor. "Van por la tercera fase. En estas casas vive gente mayor. Si tardan mucho más tiempo en acabar, muchas personas no verán las mejoras terminadas".

La seguridad es otra de las asignaturas pendientes, según Fernández. En la Maquinista, por ejemplo, los comerciantes están muy tocados por el aumento de los robos. El miembro de Barcelona com Tu dice conocer a un carnicero que ha sido robado siete veces en cuatro meses. "Colau es corresponsable por omisión del aumento de delitos que hay en la ciudad. En Sant Andreu no hay tantos problemas de seguridad como en Ciutat Vella, pero se están incrementando los asaltos con fuerza en viviendas, los robos a personas mayores o actos vandálicos en el Bicing", asegura Fernández.

ASESINADO POR LA ESPALDA

Fernández se muestra especialmente afectado por la muerte de Eduard Colmena, el hombre que fue asesinado hace cerca de dos semanas en el barrio del Baró de Viver tras ser tiroteado por la espalda. "Le conocía. Deja una mujer y una hija. Solo tenía 42 años. Era una persona muy comprometida contra la violencia de género y con los niños del barrio. Durante años se enfrentó a un clan de pistoleros que llegó de la Mina y que estaba relacionado con la droga. Al final, lo ha pagado con su vida", detalla Fernández, que planteará al Ayuntamiento poner el nombre del fallecido a la plaza del Baró de Viver.

Finalmente, el responsable de Barcelona Com Tu en Sant Andreu considera que algunos de los cambios llevados a cabo en la líneas de bus del Bon Pastor no se han pensado bien. "Ahora mucha gente tiene que hacer varios trasbordos para llegar a su destino cuando antes con uno tenía suficiente". También critica el mal estado de los parques públicos del barrio, que el gobierno de Colau se ha dedicado a subvencionar a entidades amigas con dinero público y la falta de respuesta de la dos regidoras que ha tenido el distrito, Laia Ortiz y Carmen Andrés, a los distintos comunicados o peticiones que ha planteado. "Esto es la nueva política", concluye.

XavierBasiana

XavierBasiana

Xavier Basiana, arquitecto, fotógrafo y director de la nave Bostik de La Sagrera: "La estación de la Sagrera ha provocado heridas que continuarán abiertas muchos años".

Xavier Basiana lleva viviendo en La Sagrera desde 1970. Arquitecto y fotógrafo, impulsó y convirtió una fábrica abandonada en la Nau Ivanow, un importante equipamiento de creación vinculado a la cultura contemporánea. Desde 2010, la Nau Ivanow es de propiedad municipal y Basiana anda enfrascado en otro proyecto similar, la Nau Bostik, donde la cultura se entiende como un instrumento de transformación social.

Basiana ha vivido desde sus inicios las obras de la futura estación de la Sagrera. De eso hace ya 25 años y los trabajos no se sabe cuándo culminarán. "Lo entomamos con mucha ilusión. Tenía que transformar el barrio, ser un nuevo polo de centralidad de Barcelona, una nueva puerta a Europa. Pero lo cierto es que hasta ahora ha sido un fracaso. La estación del AVE de la Sagrera ha provocado heridas que permanecerán mucho tiempo abiertas".

OBRAS PARADAS

El arquitecto recuerda que cuando tenía la Nau Ivanow, que compró en 1997, la intención era que la estación estuviera operativa en 2004. "Han pasado 14 años y no se ha hecho prácticamente nada. Las obras están paradas. Creo que todavía tardarán mucho tiempo. La situación que se está viviendo entre Catalunya y Espanya está afectando al proyecto", sostiene Basiana, que fue durante un tiempo presidente de la asociación de vecinos del barrio de La Sagrera.

La Nau Bostik, que ahora dirige, es un espacio abandonado afectado por las obras del AVE que debe ir al suelo. "El objetivo es que la Nau Bostik se convierta en un CCCB de la periferia, un nuevo referente cultural de la ciudad y el Área Metropolitana de Barcelona". Pero el Ayuntamiento no acaba de implicarse. Más bien pone trabas al desarrollo de la actividad artística con inspecciones y multas. "En un edificio tan viejo es muy difícil tenerlo todo dentro de la normativa", apunta Basiana, partidario de que la fábrica pudiera entrar en una permuta para acabar convirtiéndose en un nuevo polo cultural de la ciudad. 

En La Sagrera viven ahora más de 20.000 vecinos. En estas décadas de democracia, el barrio se ha transformado pero sigue teniendo urgencias. "En La Sagrera no hay ningún instituto. Se está planteando hacer uno en el triángulo ferroviario, pero será fuera del barrio". Añade que la Sagrera no escapa al problema de la vivienda que se vive en toda la ciudad, "con alquileres que alcanzan los 800 y 900 euros". Y como Santi Serra, presidente de la asociación de vecinos de Sant Andreu del Palomar, defiende la pacificación de la Meridiana. "Ahora es una vía rápida que cruza distintos barrios. Hay que potenciar el transporte público en la Meridiana. La Diagonal es otra calle importante de la ciudad, pero está más cuidada que la Meridiana".

ManoliMartínez

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Manoli Martínez: "No se ha puesto ni la primera piedra del centro de la Zona Franca donde irán los presos de Trinitat Vella. Tenemos la mosca detrás de la oreja"

En el barrio de la Trinitat Vella el proyecto que se encuentra enquistado es el cierre de la cárcel. Hace dos años, el entonces conseller de Justicia, Carles Mundó, dijo que el centro penitenciario se clausuraría en 2021 coincidiendo con la apertura de la nueva prisión de la Zona Franca, donde se trasladarán los internos que ahora están en Trinitat Vella en régimen abierto. Sin embargo, dos años después "no se ha puesto ni la primera piedra del centro de la Zona Franca donde irán los presos de Trinitat Vella. Tenemos la mosca detrás de la oreja", dice la presidenta de la asociación de vecinos del barrio, Manoli Martínez. 

En enero de 2017, Ayuntamiento y Generalitat firmaron un acuerdo. El consistorio cedió al Govern unos terrenos para trasladar a los reos de la Modelo y de Trinitat Vella y el gobierno de Colau compró una parte de los terrenos de la prisión de Trinitat Vella para construir 265 viviendas sociales. "En estos pisos se trasladarán las personas que ahora viven en cinco bloques que irán al suelo", explica la presidenta de los vecinos, que asegura que en junio de este año ya se habrá licitado el proyecto para levantar el primer edificio de viviendas.

Martínez valora positivamente los avances en la construcción de equipamientos que se ha llevado a cabo en el barrio los dos últimos mandatos. Se ha puesto en marcha un Centro de Atención Primaria (CAP), una bilioteca y un casal. Pero critica la suciedad imperante. "Hay manchas en el suelo que no se van. Utilizan mangueras que apenas mojan la calle". También denuncia que se limpian poco los contenedores. "Habría que limpiarlos una vez a la semana y se hace una vez al mes", afirma.

La presidenta de la asociación de vecinos reivindica el carácter luchador de Trinitat Vella. "Hay unas 52 entidades y todas están activas. Cuando ocurre algo en el barrio, a los pocos minutos, se pone en marcha mucha gente". Martínez niega que Trinitat Vella sea un foco de drogadicción. "No es cierta la fama que tiene. No se la merece. Es un barrio como cualquier otro. Hay los mismos delitos que en cualquier otra zona", explica la dirigente vecinal de un barrio con cerca de 11.000 habitantes y un 35% de inmigración. "Estas personas no están integradas, pero nos llevamos muy bien". 

XavierSabaté

XavierSabaté

Xavier Sabaté, presidente de la Unió de Botiguers de El Congrés i els Indians: “El Congrés i els Indians es un barrio abandonado por las instituciones, sin luz ni instalaciones”

Xavier Sabaté nació, hace 53 años, en el Congrés i els Indians, donde vive y es el propietario de una frutería, inaugurada hace 56 años, que heredó de su padre. Presidente de la Unió de Botiguers, conoce perfectamente la idiosincrasia del barrio, sus ventajas y, sobre todo, sus carencias. “Es un barrio muy tranquilo, en el que oyes cantar a los pájaros cuando te levantas, pero tanta tranquilidad también tiene su lado negativo: hay poca gente en la calle y muy poca diversidad de tiendas”, expone.

“Falta una oficina de la Generalitat o el Ayuntamiento y, por ejemplo, un hotel que revitalizara el barrio”, recalca Sabaté. “El nuestro es un barrio con poca luz, abandonado por las instituciones, sin instalaciones deportivas ni centros para la juventud”, añade el presidente de la Unió de Botiguers de Congrés-Indians, molesto también con “la falta de transporte en Felip II”, una calle que necesita una profunda remodelación para recuperar su época de esplendor.

Sabaté, muy crítico con la gestión de Ada Colau y, sobre todo, de Laia Ortiz, la regidora del distrito, denuncia que “este barrio (el Congrés i els Indians) es el culo de Sant Andreu y nuestras problemáticas no interesan a nadie”. Desde hace años, sus vecinos esperan la transformación del antiguo Canódromo. “Nuestra prioridad ahora es firmar la concesión para que no nos tumben otra vez el proyecto, que en una fase inicial contempla un escenario para actuaciones y todo tipo de actividades, un parque infantil, un parque para chicos de 8 a 14 años, bancos, árboles y una fuente con agua. También se construirá un parque cerrado para perros”, detalla.

En una primera fase no se contempla la construcción de un párquing, ni de una biblioteca ni de instalaciones deportivas, las grandes reivindicaciones de los vecinos, cada vez más preocupados “por el aumento de la delincuencia en el barrio”. “Se han producido bastantes robos a gente mayor y comercios del barrio”, sentencia Sabaté, convencido de que si Barcelona cambia de alcalde, “éste lo hará mejor que Colau. Peor es imposible”.