Fotomontaje de una nave de Can Ricart y un render del proyecto de Daniel Mòdol / MODOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME

Fotomontaje de una nave de Can Ricart y un render del proyecto de Daniel Mòdol / MODOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME

Sant Martí

Así serán los 25 'lofts' creativos ubicados en la antigua fábrica Can Ricart

El arquitecto Daniel Mòdol, que ejecuta el proyecto de la promotora Bonavista, recupera todos los elementos patrimoniales de mediados del siglo XIX

5 noviembre, 2022 00:00

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Can Ricart es uno de los grandes recintos fabriles de mediados del siglo XIX que queda en Barcelona. Obra de los arquitectos Josep Oriol i Bernadet y Josep Fontserè i Mestre, ocupa el espacio equivalente a cuatro manzanas de Cerdà del Eixample y tiene como elementos destacados la Torre del Reloj, algunas chimeneas y naves anteriores de 1930. La fábrica, del empresario Jaume Ricart i Guitart, se destinó al blanqueo, tinte y estampado de tejidos de algodón.

Dani Modol en la redacción de Metropoli / LUIS MIGUEL AÑÓN (MA)

Dani Modol en la redacción de Metropoli / LUIS MIGUEL AÑÓN (MA)

Situado junto a la Diagonal, cerca de la calle de Pere IV, en el barrio del Poblenou, aglutina desde hace más de 20 años numerosos proyectos para su recuperación, entre ellos viviendas, equipamientos, una residencia de estudiantes y el Campus de les Arts de la Univeritat de Barcelona. Por el camino se han quedado propuestas singulares como la Casa de les Llengües mientras algunas de las edificaciones se encuentran en un estado lamentable a pesar de estar protegidas.  

Imagen del proyecto de Daniel Mòdol en Can Ricart / MÒDOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME

Imagen del proyecto de Daniel Mòdol en Can Ricart / MÒDOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME

Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, la máxima catalogación patrimonial, obliga a que cualquier intervención arquitectónica en Can Ricart se tenga que hacer con el máximo cuidado para evitar malmeter los restos de este importante vestigio industrial barcelonés. Uno de los proyectos que está en marcha es la construcción de 25 creativas viviendas tipo loft -viviendas no convencionales- en cuatro de las naves, tal y como avanzó Crónica Global. La promotora Bonavista Developments impulsa la transformación de la mano de Daniel Mòdol, arquitecto y exconcejal de Arquitectura del Ayuntamiento de Barcelona por el PSC.  

Uno de las naves de Can Ricart que se transformará en 'loft' 

Uno de las naves de Can Ricart que se transformará en 'loft' 

RECUPERACIÓN DE TODOS LOS ELEMENTOS PROTEGIDOS

En conversación con Metrópoli, Mòdol detalla que la obras ya se han iniciado y que el objetivo es que puedan estar acabadas en un año y medio, hacia abril o mayo de 2024. El arquitecto y urbanista explica que está siendo muy complejo hacer compatible el uso de vivienda en naves industriales protegidas. "Todo lo existente se mantiene y con eso me refiero a que los elementos de hace más de un siglo y medio se recuperan". La reforma se ha tenido que adaptar a los edificios.

El despacho Mòdol, Estudi d'Arquitectura i Urbanisme actúa sobre una superficie de 2.500 metros cuadrados repartidos en cuatro naves. Todos los inmuebles tienen una planta menos una, la más grande, que consta de planta baja más dos alturas. Cada vivienda tendrá entre 80 y 120 metros cuadrados. La inversión total será de unos 14 millones de euros, entre la compra del terreno y la obra propiamente. "El 80% del presupuesto es inversión para reproducir y conservar". Las viviendas saldrán a la venta a partir de los 450.000 euros.

Rénder de unas terrazas en una nave de Can Ricart

Rénder de unas terrazas en una nave de Can Ricart

POCA EDIFICABILIDAD 

Uno de los problemas que ha tenido que resolver Mòdol y su equipo, entre los que figura la arquitecta Maria Rosich, es la "poca edificabilidad disponible" que han compensado con el diseño de altillos en casi todas las viviendas. "La gran mayoría son dúplex. Las plantas bajas están pensadas para hacer vida y en los altillos se ubicarán las habitaciones y los lavabos", explica Rosich. Las cuatro naves compradas por Bonavista -la empresa que ejecutó la reforma de la Casa Burés- son distintas, con alturas entre los siete y nueve metros.

"POZOS DE LUZ"

El proyecto urbanístico prevé el desmontaje de todas las cubiertas y su recuperación total. Las hay que son de acero, otras de madera y otras mixtas (acero y madera), añade Rosich. La propuesta arquitectónica incluye la instalación de las ventanas originales con arcos en paredes que ahora están ciegas o tapiadas, la reutilización de materiales como cerámica, obra vista o madera, el diseño de patios y/o terrazas que funcionan como "pozos de luz" para garantizar la entrada de luz natural en todas las viviendas y la construcción de pasajes exteriores ajardinados en algunas de las naves.

Imágenes de las futuras viviendas de Can Ricart / MÒDOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME 

Imágenes de las futuras viviendas de Can Ricart / MÒDOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME 

Ahora, en las naves, se hacen prospecciones arqueológicas, algo que ya estaba previsto por el pasado fabril. "Nos vamos encontrando elementos de distintas épocas industriales que permiten ver la evolución de las edificaciones", dice Mòdol. Por ejemplo, se han desenterrado unos grandes adoquines en el pavimento que para moverlos es necesaria una grúa o se han hallado unas antiguas tuberías. Todo este material se documentará y alguno se conservará. Otro trabajo que se tiene que hacer es la "descontaminación de la tierra", como indica la normativa de la Generalitat en todas aquellas zonas en las que hubo producción industrial.

Render de Can Ricart / MÒDOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME

Render de Can Ricart / MÒDOL, ESTUDI D'ARQUITECTURA I URBANISME