Desalojo y limpieza de una parte de un solar detrás de Glòries / HUGO FERNÁNDEZ

Sant Martí

Desalojo surrealista de un solar con barracas de Sant Martí

Los operarios municipales vacían y evacuan sólo una parte de unos terrenos, detrás de Glòries, con decenas de chabolas

8 mayo, 2018 18:44

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La miseria malvive detrás de Glòries, titulaba Metrópoli Abierta hace tres semanas un reportaje sobre un gran solar ocupado por decenas de barracas en el distrito de Sant Martí. Aquel día, este medio contó más de 30 chabolas --superpuestas unas sobre otras costaba establecer un número exacto de chozas--. Este martes por la mañana, el número había crecido. La cifra alcanzaba las 67 barracas, aseguraban empleados del servicio municipal de limpieza que trabajaban en la zona. Un simple vistazo basta para corroborar que es cierto. Los operarios han saneado y limpiado una parte del solar por orden judicial. En la otra siguen, impertérritas, decenas de chabolas. La limpieza y el desalojo han sido, cuando menos, surrealistas. 

Pasadas las 10.00 horas, los operarios y la Guàrdia Urbana han entrado en los terrenos para sanear y desalojar una parte de ellos, la zona más próxima a un edificio en muy mal estado y a una estación transformadora. Fuentes municipales informan que se ha evacuado, por orden judicial, la parte que tocaba. Existía riesgo para la vida de estas personas, dicen desde el Ayuntamiento, que no concretan el número de personas que vive en el solar. Probablemente, hay más de 100, entre ellos varios niños y un bebé como se puede ver en el vídeo.

Zona con las barracas antes de ser desalojadas / HUGO FERNÁNDEZ

Zona con las barracas antes de ser desalojadas / HUGO FERNÁNDEZ


CUATRO CONTENEDORES 

Los servicios de limpieza han retirado cuatro grandes contenedores de suciedad con colchones, ropa, plásticos y maderas. Con facilidad se han derribado entre 10 y 15 chabolas. En el desalojo también ha intervenido el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB) para ofrecer atención social a estas personas, pero fuentes municipales aseguran que no ha sido necesario alojar a nadie. "O bien ya se habían ido --a otros asentamientos u a otros municipios-- o han rechazado el ofrecimiento". Algunos, seguramente, se habrán quedado en el mismo lugar y construirán una nueva barraca más alejada de la estación eléctrica. La intención de los operarios era vallar las inmediaciones de la estación transformadora para evitar que se instale allí otra gente.

El Ayuntamiento asegura que, aunque no haya ningún muro de separación, se trata de dos solares distintos y que este martes se ha dado cumplimiento a lo que decía la orden judicial. A pie de calle, la sensación es otra. Llama poderosamente la atención que las brigadas municipales y la Guàrdia Urbana entren en un solar con decenas de barracas y se limiten a sanear sólo una pequeña parte. La operación ha sido, para ser amables, surrealista, una limpieza de mínimos. El riesgo de incendio es evidente. Y en las barracas viven algunos niños. En 2012, cuatro personas murieron en un fuego en una barraca de la calle de Bilbao. Cuando llegaron los bomberos, los cuerpos estaban calcinados. Otro aspecto precupante es que los operarios han recogido varias jeringuillas que podrían haber usado toxicómanos.

Dos de los contenedores que los servcios de limpieza han llenado en el solar / JORDI SUBIRANA

Dos de los contenedores que los servcios de limpieza han llenado en el solar / JORDI SUBIRANA


Las construcciones del solar son de madera y están recubiertas con chapas, mantas o plásticos para resguardarse del frío y de la lluvia de los últimos meses. La mayoría de las personas que viven allí son de nacionalidades distintas --hay rumanos, marroquíes, nigerianos, cameruneses..., y viven de la recogida de chatarra y de otros objetos de los contenedores, que luego venden en el mercado del top manta de la miseria de Glòries, entre otros puntos.

El último balance municipal arroja que actualmente en la ciudad hay 72 asentamientos irregulares en los que viven 473 personas. Los datos son de finales del 2017. La mayoría de estos campamentos se encuentran en el distrito de Sant Martí, donde hay más solares y fábricas abandonadas que son ocupadas. En los dos últimos años, la cifra ha ido al alza. A finales del 2015 había 50 asentamientos en los que malvivían 412 ciudadanos.