El Baix Llobregat, la comarca castigada por la Generalitat con la menor inversión por habitante

La Generalitat se ensaña en términos económicos con el Baix Llobregat. El castigo financiero de la institución catalana con la comarca es arrollador, y se ha convertido en una problemática cronificada que no cuenta con voluntad política en el Govern para subsanarse.

Las cifras no engañan. Durante los últimos años, la Generalitat ha mantenido a esta comarca a la cola en cuanto a ayudas y subvenciones per cápita se refiere, llegando a recibir partidas económicas hasta seis veces inferiores respecto a otros territorios catalanes.

INVERSIÓN MÍNIMA

El Baix Llobregat ha contado con una inversión mínima que se ha mantenido por debajo de los números de cualquier otra comarca. En 2020, el gasto de la Generalitat en ayudas y subvenciones fue de 187,48 euros por habitante. Le siguieron el Vallès Oriental (196,62 euros), el Maresme (208,87 euros) y el Garraf (232,13 euros). En el extremo contrario, se situaron el Pallars Sobirà (1.513,05 euros), el Pallars Jussà (1.084,23 euros) y el Solsonès (1.075,84 euros).

Un año más tarde, el Baix Llobregat volvió a ser el territorio más desfavorecido de Catalunya. Los 366,67 euros per cápita que dedicó la institución catalana estuvieron por debajo de los 384,36 euros del Vallès Oriental, los 423,81 euros del Baix Penedès y los 434,34 euros desembolsados por cada vecino en el Baix Camp. El Pallars Sobirà, la Alta Ribagorça y el Pallars Jussà encabezaron las partidas económicas catalanas con 1.792,33, 1.295,26 y 1.269,18 euros por persona.

En 2022 se repitió la misma situación. La comarca barcelonesa volvió a quedar relegada con un gasto de 263,29 euros por habitante, seguida del Vallès Oriental (270,50 euros), el Baix Penedès (272,86 euros) y el Maresme (274,58 euros). Por contra, la Alta Ribagorça (1.645,39 euros), el Pallars Sobirà (1.575,78 euros) y el Pallars Jussà (1.090,29 euros) fueron los territorios a los que la Generalitat dedicó más fondos per cápita.

CAP Lluís Millet de Esplugues / AJ ESPLUGUES

INFRAESTRUCTURAS SANITARIAS

A esta posición desaventajada en materia de ayudas y subvenciones se suma el déficit en infraestructuras sanitarias que sufre la comarca. Entre ellas, se encuentra el nuevo ambulatorio que debe sustituir al CAP Lluís Millet de Esplugues, una instalación que se ha quedado pequeña ante el incremento de población. Gavà, El Prat de Llobregat, Sant Andreu de la Barca y Sant Climent de Llobregat también reclaman nuevos centros de salud.

Según apuntó el Consell Comarcal del Baix Llobregat a finales del año pasado, también hay municipios que reclaman disponer de un Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP). Abrera, Esparreguera, Molins de Rei, Olesa de Montserrat, Sant Boi, Sant Climent, Sant Feliu, Sant Joan Despí i Sant Just Desvern son las localidades que lo solicitan.

Pleno del Consell Comarcal del Baix Llobregat / CONSELL COMARCAL BAIX LLOBREGAT

OTRAS DEUDAS

La Generalitat cuenta que tiene otras deudas con la comarca, muy reivindicadas por los alcaldes socialistas como Pilar Díaz. El claro ejemplo de ello es la eterna promesa para extender la L3 de metro hasta el centro de Esplugues, que según el Plan Director de Infraestructuras que elaboró la institución catalana debía llegar al municipio antes de 2020. A día de hoy, la localidad todavía cuenta con una única parada de la L5 en la frontera con L'Hospitalet.

En Cornellà, Antoni Balmón también se ha mostrado especialmente crítico con el Ejecutivo catalán tras tacharla de "mero espectador sobre el territorio metropolitano" en una entrevista para Metrópoli. Aunque reconoció que el municipio no sufre una falta de efectivos de los Mossos, señaló que la situación sí se da en otras ciudades del entorno, tanto con los efectivos policiales como con otros servicios e inversiones.