Exterior de una tienda de Zara en Barcelona

Exterior de una tienda de Zara en Barcelona

Economía

Zara asalta la milla de oro de Barcelona

Inditex bajó la persiana del local en junio para someterle a un lavado de cara integral

20 noviembre, 2019 00:00

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Zara gana todavía más peso en Barcelona. El buque insignia de la cadena gallega Inditex ya ha empezado la cuenta atrás para abrir la macrotienda que tiene situada en el número 16 del paseo de Gràcia de la capital catalana, justo en la confluencia con Gran Via.

Tras varios meses cerrada para ser reformada, la cadena estrella de la compañía capitaneada por Amancio Ortega abrirá sus puertas el próximo 22 de noviembre. El local, situado justo delante de sus principales competidores del mundo del retail, H&M y Uniqlo, se enmarca en una macrooperación inmobiliaria de Inditex que arrancó a finales de 2014.

MÁS DE 4.000 METROS CUADRADOS

El nuevo establecimiento de Zara tendrá finalmente una superficie de más 4.000 metros cuadrados, según fuentes consultadas por Metrópoli Abierta. Antes de iniciarse las obras el comercio contaba con 2.500 metros cuadrados repartidos en tres plantas.

Al arrancar la remodelación del local se estimaba que este comercio se iba a convertir en el mayor Zara del mundo. Sin embargo, tras la inauguración de la tienda del paseo de la Castellana en Madrid –6.000 metros cuadrados de superficie–, la remodelación del comercio en el centro comercial Dubai Mall de Emiratos Árabes y la apertura de otra megatienda en Roma, ha quedado en cuarta posición.

Esta tienda de Zara reemplazó a finales de los noventa a la empresa estadounidense de distribución de música Virgin. El edificio de Gran Vía donde está situada la tienda de Zara es propiedad de Amancio Ortega, que compró el 50% en 2004 y, cinco años después, la otra mitad.

NUEVA ADQUISICIÓN

El incremento de las rentas y la presión de operadores internacionales obligaron a la tienda de ropa Furest a bajar la persiana. Tras más de 100 años situada en el número 12 de paseo de Gràcia, la cadena se suma a otras marcas como Gratacón, Vinçon y Gonzalo Comella obligadas a cerrar en la milla de oro catalana.

Ahora la compañía de Amancio Ortega ha pisado el acelerador y ha adquirido también el histórico establecimiento de la empresa multimarca. El edificio de Furest es propiedad de la familia Brugarolas y las obras de reforma comenzarán a principios del año que viene para que la nueva tienda de Zara abra sus puertas. De esta manera, el buque de Inditex ampliará todavía más su presencia en la milla de oro de la ciudad y se convertirá, con mucha diferencia, con la compañía con más presencia en el eje prime barcelonés. 

Según fuentes del sector de la moda, una de las estrategias de marketing de la empresa gallega es adquirir diferentes locales en una misma zona y vender productos diferentes en cada una. En este sentido, los clientes recorren varios comercios de la misma marca para lograr comprar los productos que desean y, a su vez, los competidores de Inditex no se instalan en los espacios. 

MACROOPERACIÓN

La compañía de Inditex también tiene previsto ampliar su terreno sobre el antiguo Teatro Novedades. Situado en el número 1 de la calle Casp de Barcelona, justo detrás de la macrotienda de Zara, las excavadoras comenzaron su trabajo hace más de dos años para subir la persiana de un hotel de la compañía Melià. Todavía no está confirmado cuándo acabarán las reformas del edificio, pero ambas empresas ya visualizan su puesta de largo para mostrar a los clientes los dos macroproyectos.

En concreto, entre el número 1 y el 13 de la vía barcelonesa, hace cinco años proyectaron un hotel de la cadena Melià de más de 5.000 metros cuadrados de superficie y, paralelamente al bloque, una macrotienda del gigante gallego Inditex. A mediados de 2015, cuando el plan ya estaba en marcha para levantar ambos comercios, el equipo de Colau paralizó las obras del complejo hotelero y, en consecuencia, la ampliación de la tienda de Zara.

REVÉS EN EL PROYECTO

La medida impuesta por Barcelona en Comú tras ganar las elecciones paralizó temporalmente la construcción de ambos proyectos, pero finalmente la operación salió adelante por el silencio administrativo, según fuentes de la cadena consultadas por este medio.

El caso es que el consistorio barcelonés congeló durante un año la concesión de licencias de todo tipo de alojamientos turísticos de la ciudad, que afectó a una treintena de proyectos hoteleros en marcha.