Una cría de corzo, o corcino

Una cría de corzo, o corcino WIKIPEDIA

El pulso de la ciudad

Alarma entre los animalistas por la llegada del corzo a Collserola: "Será otra víctima de la caza"

El descubrimiento de alrededor de medio centenar de estos cérvidos en la sierra barcelonesa pone en guardia a las organizaciones animalistas, que temen que se conviertan en presas de los cazadores

17 junio, 2024 23:30

Sorpresa mayúscula entre los círculos animalistas de Barcelona por el descubrimiento de alrededor de medio centenar de corzos (capreolus capreolus) en la sierra de Collserola. La alegría del hallazgo de esta especie de cérvido autóctona se ha visto, sin embargo, empañada por la preocupación sobre el futuro de la propia especie el parque natural debido a la presencia de cotos de caza en la zona.

Si bien desde la Asociación por la Defensa de los Derechos de los Animales (ADDA) consideran que la reaparición de este ungulado es positiva, no se puede obviar que se trata de una especie cinegética, es decir, estrechamente vinculada a la caza. "Todavía estamos a tiempo de hacerlo bien", afirman desde la entidad a Metrópoli.

Un corzo en una imagen de archivo

Un corzo en una imagen de archivo

"Tememos que esto sea una crónica de una muerte anunciada (...) y que se repita como en el caso de la cabra montesa de Montserrat", detallan a este digital. El corzo, históricamente, ha sido una de las principales presas de los cazadores en Europa. Hace algo más de 30 años, se reintrodujo la especie en Catalunya, con una población de unos 600 ejemplares. En 2017, eran más de 15.000.

En el caso de Collserola, si bien no han saltado todavía las alarmas por los pocos especímenes descubiertos, lo cierto es que "no hay depredador natural y, a no ser que la sequía actúe como limitador de alimento, es cuestión de tiempo que el número de ejemplares crezca", aseguran. "Si no se establece un control de la población efectivo, tememos que en unos años se repita lo mismo que con los jabalíes", ponderan. Una hembra de corzo suele, por año, dar a luz a entre una y tres crías o corcinos, dependiendo de los recursos naturales al alcance.

Ubicados en el Vallès gracias al "ladrido"

En una línea similar se expresa el Consorci del Parc de Collserola, que explica a este digital que, "vista la escasez de población, no es objeto de ningún seguimiento rutinario (...) aunque donde más se le ha visto ha sido en la zona del parque aledaña al Vallès". Esto ha podido saberse por el ruido que emiten los machos, similar al ladrido de un perro.

Un macho y una hembra de corzo

Un macho y una hembra de corzo WIKIPEDIA

La institución confirma que estos cérvidos "han llegado por su propio pie, fruto de su expansión por Catalunya y que no existía ningún plan para reintroducirlos". La presencia de este animal no es anómala en las cercanías de Barcelona. Ya en 2021 aparecieron corzos en la vecina sierra de la Marina y el parque fluvial del Besòs. Collserola, pero, destaca por estar delimitada por zonas urbanas y carreteras y actúa como una isla natural rodeada de ciudades.  

No obstante, "a medida que crezca la población, las principales fuentes de datos respecto a su abundancia serán las observaciones hechas en batidas de caza, además las fotos hechas mediante fototrampeo".

Previsión de caza

¿Significa eso que se comenzarán a cazar pronto? No. Pero no se descartan las batidas llegado el momento. El Consorci explica que, al ser una especie cinegética, es competencia de la Generalitat gestionar la población y de los ayuntamientos metropolitanos que hayan establecido una zona libre de caza en su zona de gestión del parque. "La Generalitat, por el momento, no prevé incluir al corzo en las batidas de caza debido a su bajo número".

En Catalunya, el corzo es "el segundo animal --por detrás del jabalí-- más implicado en accidentes de tráfico", así como uno de los grandes quebraderos de cabeza para los silvicultores y agricultores del Principado. En su búsqueda de alimento, traspasan vallas y cercados y se alimentan de cultivos y árboles frutales.

Aparecen dos corzos en la sierra de la Marina, en Barcelona / YOUTUBE

Aparecen dos corzos en la sierra de la Marina, en Barcelona / YOUTUBE

A diferencia del jabalí, el corzo "es un animal solitario, tímido y asustadizo (...) el sonido de un disparo en una batida de caza puede hacer que se disperse mucho más que como ocurre con los jabalíes. Eso, a su vez, puede llevarlos a intentar cruzar una carretera y verse implicados en un accidente. Quizá no al primero, pero creemos que a los pocos siniestros la Generalitat actuará convocando batidas extraordinarias de caza, lo que empeoraría la situación", analizan.

Ahora que estos cérvidos han llegado para quedarse a la sierra barcelonesa, "lo ideal sería que las administraciones tuvieran un protocolo de control y seguimiento, con personal que se encargara de regular la población de una manera ética --si fuera necesario--", piden.

"Todavía se está a tiempo de hacer unas previsiones y no llegar a la necesidad de cazarlos en Collserola", sentencian los ecologistas.