Imagen de archivo de un ejemplar de jabalí / @Junta_Agricultu

Imagen de archivo de un ejemplar de jabalí / @Junta_Agricultu

El pulso de la ciudad

La caza del jabalí en Barcelona: camino de un parche ineficaz

Los cazadores defienden su actividad para controlar la población de jabalíes mientras el ICAB y PACMA apuestan por la vacunación

7 octubre, 2021 00:00

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El grito agónico la semana pasada de una madre de jabalí y sus crías mientras eran capturadas y, después, sacrificados en Collserola ha provocado un gran revuelo en el arco mediático de las redes sociales, especialmente entre los detractores de la caza de este animal en la montaña de Barcelona. La Generalitat autoriza desde 2009 batidas de cazadores para reducir la superpoblación de este animal en la sierra. Puntualmente, el Ayuntamiento encarga a una empresa capturas de manadas que penetran insistentemente en los núcleos urbanos de la zona alta. Las entidades contrarias a la caza apuestan por la esterilización como un método más eficaz que en la Ciudad Condal, apuntan, ya ha funcionado con los gatos y las palomas.

Nadie pone en duda que existe un problema con el elevado número de jabalíes en Collserola y el entorno de la sierra. Para el presidente de la Federación de Caza de Cataluña, Sergio Sánchez, el "factor determinante" es la comida que deja la gente, una actividad que se remonta a hace una década, aproximadamente. "Al animal le llevan comida, antes debía buscarla. Esto hace que en ocasiones la reclame y que se envalentonen. Cada vez son más y, al final, tendremos algún susto", advierte el cazador.

20 BATIDAS AL AÑO

Joaquim Zarzoso, presidente de la federación en Barcelona, apunta que anualmente se realizan unas 20 batidas en las que se matan a unos 400 ejemplares. "La caza es la única manera de controlar la población, lo dice la misma consejera de Agricultura. Los cazadores controlan un tercio de los jabalíes de Catalunya, no costamos un euro al ciudadano y realizamos una labor social", defiende Zarzoso. No piensan lo mismo el Colegio de Abogados de Barcelona (ICAB) y el partido animalista PACMA, que esta semana han denunciado la "matanza" de media docena de ejemplares.

La vocal de de la Comisión de Protección y Derecho Animal del ICAB, Eva Díaz, afirma tajante que Ayuntamiento y Generalitat vulneran la Ley de Protección Animal. "No está permitido matar de esta manera. No discutimos que se debe controlar la población, pero no de cualquier manera. Según la Ley, se deben priorizar métodos éticos que eviten el sufrimiento del animal". En la captura del pasado 29 de septiembre, Díaz sostiene que varios testigos vieron que los animales morían ahogados por la red. Fuentes municipales aseguran que los empleados de la empresa SOMA S.L lanzaron un dardo sedante a la manada y luego fueron sacrificados, también las crías, con eutanasia.

LOS ABOGADOS, DEFENSORES DE LA VACUNA

La jurista es una firme defensora de la esterilización de los jabalíes para controlar su población y recuerda que el gobierno de Ada Colau rechazó hace cinco años el proyecto que propuso Manel López Bejar, doctor en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).  En 2017, en el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt (Vallès Occidental), sí se realizó con una exitosa prueba piloto con una efectividad del 100% y que logró una reducción de 400 ejemplares. El proyecto, con una duración de cuatro años, costó 164.000 euros aportados, principalmente, por la Diputación de Barcelona (100.000 euros), y también por los ayuntamientos de Terrassa, Sant Cugat, Matadepera y Vacarisses.

"En Barcelona se ha logrado controlar las palomas con el método de esterilización. En julio se cifró en un 59% la caída de aves y la previsión antes de finalizar el año es del 70%. Matar no funciona. Provocas un efecto revote en que la naturaleza acorta los ciclos reproductivos. Lo vimos en las palomas cuando pasaron de poner de tres huevos a seis al año. Los jabalíes pasaron de una crianza al año a cuatro. Con la caza las camadas se vuelven más resistentes", apunta Díaz.

LOS CAZADORES: "NO HAY DINERO PARA VACUNAR"

El cazador Zarzoso niega la mayor y asegura que "es imposible" capturar el 70% de ejemplares para vacunarlos cada año. "No hay dinero, solo funcionaría en un zoo". Sánchez sigue el mismo hilo argumental. Afirma que solo es útil en zonas "estancas", cerradas y el Parque de Collserola no lo es. Se ha comprobado que los animales se desplazan hasta Valencia e incluso Francia. Coincide también Santiago Lavín, catedrático de la Facultad de Veterinaria de la UAB y antiguo responsable del control de la fauna salvaje en Collserola, aunque deja la puerta abierta a la eficacia de la vacuna. "En función de la zona aplicas un método u otro. La esterilización creó polémica porque era algo nuevo. Siempre surgen detractores con algo nuevo".

Lavín ha gestionado el control de palomas mediante la nicarbazina en el pienso y confirma la eficacia del método. "Está funcionando". También certifica que el número de jabalíes va en aumento y defiende la caza. "El movimiento animalista ha intensificado la protección de los animales, pero la ciudad no es sitio para un jabalí. Falta conocimiento. En La Floresta (Sant Cugat) ya entendieron el riesgo de convivir con ellos, pero es un lugar más reducido", apunta. Los principales riesgos de este animal, según el catedrático y el colectivo de la caza, son los accidentes de coche que provocan y la transmisión de enfermedades. 

PACMA: "DEBEMOS APRENDER A CONVIVIR"

Opina David Martínez, portavoz de Pacma, que las enfermedades no pueden ser una "excusa" para "aniquilarlos". "Hemos de aprender a convivir con ellos. En ocasiones, la interacción del ser humano provoca enfermedades que luego queremos solucionar", desliza. Tras la difusión del vídeo de la captura que se hizo viral, el partido animalista anunció que pedirá explicaciones formales por la intervención que la formación cualificó de "brutal". Martínez lamenta que Barcelona ya no sea ejemplo de animalismo. "Una ciudad que se declara amiga de los animales no puede actuar así".

Jabalíes en Vallcarca, el verano pasado / ARCHIVO
Jabalíes en Vallcarca, el verano pasado / ARCHIVO

 

Sánchez y Lavín insisten: "El jabalí es un animal complicado. No es como un perro y un gato. Tampoco se pueden trasladar a un santuario para animales. Tiene una legislación específica para evitar el contagio de enfermedades. Ya pasó con la peste porcina africana", señala el catedrático de veterinaria. "El jabalí hace mucha gracia hasta que entra en el jardín y te lo destroza. Es necesario más pedagogía y explicar que si quieres gestionar su población debes actuar como con un bosque en el que se producen tala de árboles. Se asocia la caza a la aniquilación, pero consiste en un aprovechamiento sostenible".

"CAZAR INCREMENTA LA POBLACIÓN"

La jurista Díaz rechaza el argumento del elevado coste de la vacunación. Asegura que la UAB pedía 10.000 euros para adherirse al proyecto y pone sobre la mesa un convenio firmado entre la UAB y diferentes colegios de abogados (Barcelona, Girona, Tarragona, Sabadell, Terrassa, Mataró, Manresa, Granollers y Reus) para apoyar la vacunación frente a la "caza masiva". El texto, firmado en 2016, aseguraba que la acción del cazador ha "alterado el ecosistema" y ha provocado el efecto contrario: un incremento de animales. El requisito de que se trate de un parque cerrado tampoco le convence. "En Sant Llorenç del Munt tampoco era estanco y funcionó. Se comprobó que la vacuna, que inhibe el deseo sexual, provocaba que el animal no se moviera tanto".