Llevar un chiringuito de la playa puede costar más de 300.000 euros

Gestionar un chiringuito en las playas de Barcelona puede costar entre 49.000 euros (Nova Mar Bella) hasta 327.000 euros (Sant Miquel). Es el precio de la subasta que el Ayuntamiento fija para el próximo verano (marzo - noviembre). El consistorio ha recibido 83 ofertas para la temporada 2022. Son muchos los empresarios que buscan operar uno de los 19 bares a pie de playa, un suculento negocio durante los calurosos días del verano.

Solo 7 chiringuitos se han acogido a la prórroga y seguirán un año más. El único que no ha recibido ninguna oferta es el de la playa de Llevant que se encuentra fuera de la arena. El precio de salida para gestionar el negocio de las tumbonas oscila entre 65.000 y 71.000 euros. El puesto de helados cuesta 4.900 euros.

EL PP CRITICA EL "ENCARECIMIENTO"

El regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia, valoró este martes que la subasta había "funcionado" y que el modelo busca garantizar un buen servicio y ayudar a conservar las playas. Todos los grupos de la oposición, así como el Gremi de Restauració, cuestionaron las palabras de Badia y reclaman un cambio de modelo. "Incentiva el encarecimiento del canon (precio de salida) y hace inviable el negocio", considera el concejal del PP, Óscar Ramírez. Los partidos creen que el sistema puede repercutir en el precio de los productos y en los salarios de los empleados.

Badia replicó durante la comisión municipal que los chiringuitos ofrecen un "servicio de calidad" al ciudadano, aunque admitió que los precios son "muy elevado" y que, en algunos casos, multiplican por cuatro el precio de salida. Según el Gremi de Restauració, en 2019 se llegó a pagar 700.000 euros para gestionar el chiringuito de Sant Sebastià.