Ferran Busquets, director de Arrels / EP

Ferran Busquets, director de Arrels / EP

El pulso de la ciudad

El director de Arrels, el filántropo de los sintecho, acusado de desahuciar familias en Barcelona

Ferran Busquets heredó 12 pisos de un tío en 2022. En un bloque de la zona alta tiene un inmueble, lo que es aprovechado por grupos radicales para acusarlo de ‘fondo buitre’

18 febrero, 2023 00:00

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Hay herencias normales y herencias malditas. Entre estas últimas está la del potentado Pedro Forés Sinca, un millonario fallecido en 2016 y que repartió su capital, un total de 20 edificios de su propiedad, entre sus sobrinos. Tres de éstos son los hermanos Marta, Juan y Ferran Busquets Forés. Este último es director de la Fundació Arrels. Por ese motivo, la entidad Grup d’Habitatge de Sants ha comenzado una agria campaña de propaganda poniendo en el punto de mira a la Fundació Arrels, una de las más activas entidades que ayudan a personas sin recursos y a sintecho que malviven en las calles de Barcelona. De manera incomprensible, la entidad vecinal acusa a Arrels de favorecer los desalojos de familias con niños. “Arrels Fundació, cómplice del desahucio de dos familias en el barrio de Sant”, dice un reciente comunicado del Grup d’Habitatge.

Dicho así, suena extraño. Demasiado extraño. Arrels es la entidad que se ocupa de atender a los sintechos de Barcelona y fue la organización que hizo el recuento de las personas sin hogar que duermen en la calle en la capital catalana. Cada año, gasta millones de euros en proporcionar comida, alojamiento y cuidados a estas personas.

Ferran Busquets en una imagen de archivo / CRÓNICA GLOBAL

Ferran Busquets en una imagen de archivo / CRÓNICA GLOBAL

“ES DIFAMATORIA Y FALSA”

La campaña ensucia la imagen de la entidad benéfica, que lleva 33 años funcionando como organización que trabaja en favor de las personas sin techo. La noticia causó una gran conmoción en círculos sociales. Fuentes de Arrels consultadas por Metrópoli prefieren no realizar comentarios “porque no tenemos nada que ver. Pero esa información es difamatoria y falsa”. La maniobra del Grup d’Habitatge de Sants se debe a dos desalojos programados para este mes de febrero en un edificio de la calle Violant d’Hongria 128: en uno, se desaloja un piso “ocupado por Claudia y sus compañeras de piso”. Este desalojo se ejecutó este jueves 16 de febrero. El otro está previsto para el 28 de febrero y en él viven “Luisa, Michael y sus dos hijos menores, que viven en el mismo bloque desde hace 3 años, aunque hay una moratoria estatal antidesahucios”.

Pero desde hace semanas se puso en marcha una dura campaña de propaganda del Grup d’Habitatge Sants que acabó apuntando sus cañones hacia la institución benéfica Arrels. Cierto es que a cada uno de los hermanos les correspondieron una decena de pisos, de los que, según el Grup d’Habitatge, algunos llevan vacíos desde hace más de 4 años.

UN SOLO PISO

Fue una herencia envenenada. Un vídeo difundido por el Grup d’Habitatge de Sants relata que la familia Busquets Forest recibió la herencia en 2016 y que en 2018, con la herencia aun sin repartir, se inició un procedimiento judicial contra las familias. En 2022, finalmente, se repartieron los pisos: a Marta Musques y a Ferran Busquets les correspondieron 12 pisos, mientras que a Joan Busquets le correspondieron 7 pisos. En realidad, Ferran tiene en el bloque maldito de Violant d’Hongria tan solo un inmueble. “No queremos tener que pedir permiso para vivir. No queremos ni podemos invertir todo lo que cobramos en pagar un piso. Las casas han de estar al servicio y bajo nuestro control”, dice el Grup. Claro que un piso en la zona alta de Barcelona, en una ubicación como la de Violant d’Hongria, es una perita en dulce para cualquier buitre, sea fondo o sea Grup.

La Fundació Arrels ha elaborado la guía 'Viure al carrer a Barcelona' / EUROPA PRESS

La Fundació Arrels ha elaborado la guía 'Viure al carrer a Barcelona' / EUROPA PRESS

Según la entidad vecinal, “Marta Busquets es la propietaria del piso donde vive Claudia”, aunque ella reside en Sant Cugat y es profesora en la institución La Vall de Bellaterra. “Dice que necesita este piso y rechaza sistemáticamente cualquier oferta de alquiler. Luisa y Michael se encuentran en una situación semejante con el propietario de su casa, Juan Busquets”, acusa el Grup. Los pisos heredados de Ferran Busquets no tienen ningún conflicto, pero la plataforma de vivienda aprovecha su posición en la Fundación Arrels para abonar una campaña surrealista en la que coloca a esta institución como la responsable de los desahucios programados.

CÓMPLICE POR DECRETO

La campaña incide en que “Ferran Busquets tiene propiedades en este bloque”, como si eso fuera un delito (en realidad solo tiene un piso), para disparar contra sus hermanos. “Arrels Fundació (sic) es una entidad reconocida por la atención y orientación a las personas sin hogar en la ciudad de Barcelona con su lema ‘ningudormintalcarrer’. El abanderado del sinhogarismo está al corriente de la situación del bloque y es cómplice de los desahucios que están programados para este mes”.

Lo grave del caso es que los inmuebles del director de Arrels no tienen pleito alguno. La sucia campaña va dirigida a erosionar su imagen y la de su familia. Fiel a esa estrategia, el Grup d’Habitatge de Sants, acusa y sentencia al mismo tiempo y trata al directivo de la fundación benéfica poco menos que de fondo buitre: “Consideramos que Ferran Busquets, director de Arrels, es responsable de que dos familias se queden en la calle de aquí a pocos días si no se paran los procedimientos judiciales. Nuestra demanda es clara: exigimos que se paren los dos desahucios y que se regularice la situación de los pisos en cuestión. ¡Las casas para quien las habita!”. La misma organización reconoce que “el 90% de los propietarios del mercado de alquiler son particulares, pequeños y grandes propietarios, mientras que el 10% son bancos y fondos buitre. Las estadísticas en materia de vivienda indican que la mayor parte de las personas que son propietarias de viviendas en alquiler son de clase media y alta y tienen hasta un 60% más de ingresos que los inquilinos y, por tanto, no están en situación de pobreza”.

Una manta de una persona sin hogar en Barcelona / FUNDACIÓ ARRELS

Una manta de una persona sin hogar en Barcelona / FUNDACIÓ ARRELS

Señalan también que “los propietarios particulares prefieren vender los pisos a fondos buitre o alquilarlos a turistas que pueden pagar unos precios desorbitados en lugar de propiciar que puedan continuar viviendo vecinas, contribuyendo así a la mercantilización de la vivienda y a la actual crisis de emergencia habitacional”.

4 MILLONES PARA LOS SIN TECHO

La peor parada del conflicto, no obstante, es la Fundació Arrels, cuyo nombre va de boca en boca en Sants y que no tiene nada que ver en el asunto. Esta entidad emplea a unos 300 voluntarios, tiene un equipo formado por 79 personas y da trabajo a una veintena de personas que viven o han vivido en la calle y que colaboran con el equipo de mantenimiento, dan charlas, sensibilizan a grupos de jóvenes, forman parte del equipo directivo o colaboran en tareas de mensajería o en el ropero de la entidad. La atención directa a personas sin hogar se lleva el 77% de sus ingresos, mientras que el resto se reparte entre las campañas de sensibilización e incidencia (el 9%) y a la gestión interna y el voluntariado (el 13%). Eso es mucho, si tenemos en cuenta que sus ingresos son de 5,3 millones de euros anuales, de los que el 23% procede de financiación pública, según sus balances. Ello quiere decir que gasta la nada despreciable cifra de casi 4,1 millones de euros directamente en ayudas sociales.

Arrels es una fundación que ha obtenido importantes contratos por parte del Ayuntamiento de Barcelona (en noviembre de 2019 se llevó unos 2,8 millones para gestionar 25 plazas de acogida residencial en el centro Llar Pere Barnés). En 2022 firmó un convenio con el Ayuntamiento de Barcelona por 681.747 euros y obtuvo otros 110.000 euros de una subvención nominativa de la misma institución, aunque también ha tenido ayudas de la Generalitat y de la Agència d’Habitatge de Catalunya. Es la entidad que ha hecho el recuento de las personas que duermen en la calle en Barcelona.