Elisenda Alamany, concejal de ERC en Barcelona, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

Elisenda Alamany, concejal de ERC en Barcelona, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

El pulso de la ciudad

ERC se suma a la turismofobia de los comunes

Tras las vacaciones de Semana Santa, los republicanos aseguran que "hemos vuelto a la normalidad", una situación a la que dicen no querer acostumbrarse

27 abril, 2022 13:43

Noticias relacionadas

El grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona pedirá al gobierno de Ada Colau un plan verano para que aplique medidas sobre el modelo turístico antes del 30 de junio, teniendo en cuenta que la ocupación hotelera ya ha sido del 90% en Semana Santa, según las cifras que manejan los republicanos: "Queda claro que hemos vuelto a la normalidad. Una normalidad a la que nosotros no queremos acostumbrarnos".

En rueda de prensa este miércoles, la concejal Elisenda Alamany ha concretado que solicitarán reactivar la fiscalización de alojamientos turísticos "que no están dentro de la ley", un estudio sobre la carga turística y la limitación del tráfico de cruceristas. Por otro lado, reclamará a la alcaldía un informe sobre la licencia que impedía circular por el centro a los grupos de más de 15 personas, pendiente de aplicar. Por último, preguntarán por la previsión de ingresos del recargo turístico: "Pedimos al gobierno municipal que se deje de lamentos y de quejas. Cambiar el modelo turístico, entre otras cosas, está en sus manos", ha zanjado la regidora.

JORDI RABASSA, SOBRE EL TURISMO: "NO APORTA NADA POSITIVO"

Las declaraciones de Alamany llegan una semana después de las polémicas declaraciones de Jordi Rabassa, concejal del distrito de Ciutat Vella por los comunes. El regidor aseguró que los vecinos del centro habían sufrido "aglomeraciones insoportables" durante la Semana Santa, por culpa del regreso de los turistas, y afirmó que "no aporta nada positivo ni para las vecinas ni para la actividad económica de proximidad".

Tras las palabras de Rabassa, asociaciones del centro de la ciudad como Fem Gòtic o Barcelona Oberta clamaron contra la posición "extremista" del Ayuntamiento, pidieron un "equilibrio" que permita sostener la actividad turística y denunciaron que "Barcelona no ha aprendido nada" a la hora de aplicar un cambio de modelo.