El parque de Joan Miró, en el Eixample / AJUNTAMENT DE BARCELONA

El parque de Joan Miró, en el Eixample / AJUNTAMENT DE BARCELONA

El pulso de la ciudad

Fuego cruzado entre la Generalitat y el Ayuntamiento por la tala de árboles del parque Joan Miró

El Govern asegura que el equipo de Colau era consciente de la afectación ecológica de las obras de la L8 de los FGC

23 marzo, 2023 00:00

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La tala masiva de árboles en las obras de la L8 de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) del parque Joan Miró, que unirán la plaza de Espanya con Gràcia, ha desatado una guerra abierta entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, que ha reaccionado tras las protestas y movilizaciones vecinales. La concejal de Urbanismo, Janet Sanz, ha criticado públicamente los planes del Ejecutivo catalán al considerarlos de escasa sensibilidad medioambiental. La edil afea al Gobierno de Aragonès que quiera talar más de 100 árboles de uno de los pocos pulmones verdes que quedan en el distrito del Eixample, uno de los más castigados por la contaminación. 

La reacción de Sanz y de otros miembros de los comunes ha sorprendido al Departament de Territori, presidido por Juli Fernández, que asegura a Metrópoli que "el plan de afectación estaba pactado con el Ayuntamiento". Ha sido tal el revuelo que en la comisión de Urbanismo celebrada este pasado martes 21 de marzo ERC y Barcelona en Comú mantuvieron una ardua discusión y reproches mutuos por la preservación del parque.

La comisión de Urbanismo aprobó por unanimidad proteger el espacio verde del parque Joan Miró ante las obras de ampliación de la L8 de los FGC. La propuesta aprobada pide evitar la tala de árboles y continuar con el diálogo entre Generalitat y Ayuntamiento para encontrar una alternativa. Fuentes del Departament de Territori aseguran a este medio que mantienen abiertas negociaciones con el consistorio para "estudiar cualquier propuesta alternativa o medidas que puedan minimizar el impacto de una obra de esta magnitud".

LA GENERALITAT SEÑALA A ELOI BADIA

Tal como informó este digital, la previsión es que durante los casi cinco años que durará la obra se instale en el parque la zona logística de explotación de la tuneladora que perforará el túnel de la prolongación de la línea de FGC y todos los elementos necesarios para realizar los trabajos. Esto conllevará, necesariamente, una tala masiva de los árboles. Fuentes del Departament de Territori detallaron a Metrópoli que de los 174 árboles afectados, 41 serán trasladados a un vivero, aunque "la cifra todavía puede variar".

La zona del parque que se prevé ocupar para realizar las obras / TWITTER AAVVEE

La zona del parque que se prevé ocupar para realizar las obras / TWITTER AAVVEE

Tras las reivindicaciones vecinales sobre la tala de árboles, el gobierno municipal se ha sumado a las protestas. Sin embargo, fuentes de la Generalitat aseguran a este medio que en la licitación de las obras "la afectación está pactada con el Ayuntamiento". Incluso recuerdan que el Institut de Parcs i Jardins, que depende de Eloi Badia, ya ha indicado qué árboles se deben talar y cuáles trasplantar. 

"SIN ALTERNATIVA" 

Según informan fuentes de Territori, el primer estudio de la ampliación de la L8 --que se presentó en el año 2013 durante el mandato de Xavier Trias--, ya incluía el parque de Joan Miró como centro logístico para las obras. "El estudio fue aprobado y el Ayuntamiento recibió el impacto ambiental favorable y no se presentaron alegaciones", señalan desde la Generalitat. Con la llegada de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona, en 2021 se presentaron "multitud de alegaciones al proyecto constructivo entre las cuales había una que pedía estudiar una ubicación alternativa para evitar la pérdida de verde".

A esta petición, fuentes de Urbanismo señalan que la respuesta de la Generalitat fue "negativa" porque se trataba "de una intervención ferroviaria de la Generalitat y que, por ley, tenía derecho a desestimar la alegación". Sin embargo, desde el Departament de Territori aseguran a Metrópoli que se desestimó porque "los servicios técnicos, en contacto con el Ayuntamiento, no encontraron ninguna alternativa que no provocase efectos negativos superiores".

En el informe final, recuerda la Generalitat, el consistorio aceptó la desestimación de la alegación y "no recurrió", sino que "presentó un documento específico sobre cómo debería ser la afectación al parque", algo que desde Territori aseguran que ha aceptado e incorporado.

BRONCA ENTRE BCOMÚ Y ERC

A pesar de la unanimidad en la votación de la propuesta de Barcelona en Comú, la polémica por el parque Joan Miró enfrenta a los grupos municipales. Los comunes defienden el objetivo de "hacer compatible una obra indispensable para la ciudad para impulsar el transporte público con la preservación del espacio verde". Para que esto sea posible, especifican, es necesario dialogar con la Generalitat. 

Sin embargo, la propuesta de Urbanismo en la comisión fue descrita por el partido de ERC --que gobierna en Catalunya-- de "populista". Eva Baró señaló que Janet Sanz tiene "la sartén por el mango" y que es "responsabilidad de su gobierno" autorizar la utilización del espacio público de Barcelona. En cambio, la concejal puntualizó que "el Ayuntamiento no puede impedir las obras" ni, en consecuencia, "frenar que se pierda vegetación y que una tercera parte del parque quede ocupado por las obras durante años".

Los republicanos votaron a favor de la petición para "continuar con un diálogo que lleva ya nueve años produciéndose entre Ayuntamiento y Generalitat para encontrar la mejor alternativa para desarrollar las obras". A pesar de que han sido el socio preferente durante los últimos cuatro años del mandato de Colau y que han permitido la aprobación de temas claves, como los presupuestos de 2023, la nueva desavenencia por el parque de Joan Miró abre un frente entre ambos grupos municipales.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Desde el resto de la oposición, Paco Sierra (Ciutadans) clamó por preservar todos los árboles del parque de Joan Miró. El popular Óscar Ramírez aseguró que la iniciativa de los comunes busca "blanquear la incompetencia del gobierno municipal" como responsable de las gestiones con la Generalitat. Desde Valents, Óscar Benítez se preguntó si el Ayuntamiento no sabía qué pasaría en el parque de Joan Miró.

En cuanto a sus socios de gobierno, la teniente de alcalde Laia Bonet (PSC) pidió continuar con el diálogo con el Ejecutivo catalán para encontrar "la mejor alternativa", y ha recriminado falta de comunicación.