Render del futuro museo Hermitage, en el Port de Barcelona / MUSEO HERMITAGE

Render del futuro museo Hermitage, en el Port de Barcelona / MUSEO HERMITAGE

El pulso de la ciudad

El Hermitage descarta Barcelona por la oposición de Colau

Los promotores se centran ahora en la vía judicial contra el Ayuntamiento para ser indemnizados

28 enero, 2022 10:08

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El Hermitage descarta abrir una sucursal en Barcelona. Lo han decidido los promotores del museo por las múltiples trabas que les ha puesto Ada Colau -el PSC lleva tiempo defendiendo que el equipamiento tiene cabida en Barcelona-. Ahora la sociedad Museo Hermitage Barcelona, formada por el fondo de inversión Varia Hermitage Barcelona (80%) y Cultural Development Barcelona (20%), mercantil del empresario ruso Valery Yarolaski y del arquitecto Eugenio Ujo Pallarès, se centra en la vía judicial para ser indemnizados, si la justicia así lo dictamina.

La noticia ha sido avanzada por el diario El País y ha sido confirmada por Metrópoli de fuentes del museo. Los promotores se han cansado de esperar y ahora buscarán resarcirse del veto de Colau en los tribunales. Sobre la posibilidad de que el equipamiento acabe recalando en otro lugar, las fuentes consultadas explican que la intención sigue siendo abrir un museo en una ciudad del sur de Europa, sin especificar ninguna. 

El proyecto del Hermitage para el Port de Barcelona / MUSEO HERMITAGE

El proyecto del Hermitage para el Port de Barcelona / MUSEO HERMITAGE

SE TENÍA QUE INSTALAR EN LA NUEVA BOCANA DEL PORT

El Hermitage se tenía que instalar en la nueva bocana del Port de Barcelona, junto al Hotel Vela. El pasado 26 de mayo, la autoridad portuaria dio el visto bueno al proyecto a pesar del veto municipal. La decisión no sentó nada bien a la teniente de alcaldía de Urbanismo Janet Sanz. El consistorio se negó a firmar el convenio con el Port para la ejecución a pesar de la oposición a la decisión del grupo municipal de Jaume Collboni. La posible entrada del Liceu en los planes, una opción defendida por los socialistas, abrió la esperanza de que el Hermitage pudiera acabar construyéndose, pero finalmente esta posibilidad tampoco cuajó.  

El coordinador general del museo, Albert Pinadell, ha declarado que llevarán el proceso judicial hasta las últimas consecuencias. Los promotores han solicitado una serie de medidas cautelares que si el juez no acepta el proceso se reducirá a conseguir una indemnización. Hace unos meses, fuentes cercanas al museo la cifraron en unos 150 millones de euros, pero al final será la justicia quién decida. De hecho, el caso se decidirá en la justicia ordinaria y no en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) como pretendía el Hermitage.

Render del museo Hermitage en el Port, junto a la parcela que ocuparía el Liceu a la derecha / CEDIDA

Render del museo Hermitage en el Port, junto a la parcela que ocuparía el Liceu a la derecha / CEDIDA

POLVAREDA MUNICIPAL

La apertura del proceso judicial contra el Ayuntamiento levantó una fuerte polvareda en el Ayuntamiento. Collboni dijo en octubre que se trataba de "un proyecto con un interés sociocultural fuera de cualquier duda y confiamos en tener la oportunidad de sacarlo adelante". "La judicialización no tiene sentido". Casi toda la oposición está a favor de que se haga el proyecto y temen que la ciudad se enfrenta a una indemnización millonaria porque cumple todos los requisitos legales, han indicado fuentes jurídicas y políticas consultadas por Metrópoli. ERC, en cambio, sí que estaba en contra de la instalación del Hermitage junto al Vela. El partido de Ernest Maragall llegó a plantear en un pleno reprobar la actuación municipal con el Hermitage de principio a fin. 

La oposición de Colau al proyecto se argumentaba por los problemas de movilidad y de seguridad que a su parecer la construcción provocaría en la Barceloneta. El Ayuntamiento elaboró cuatro informes para justificar su punto de vista. En uno de ellos se tildaba de "franquicia" la propuesta y se ponía en duda el proyecto artístico del equipamiento. Los informes costaron 42.744 euros. El consistorio planteó otros emplazamientos en Barcelona, pero el Hermitage no los aceptó.