Isona Passola, Ricard Faura, Jordi Jiménez y Lluïsa Julià, miembros de la Junta del Ateneu Barcelonès / METRÓPOLI

Isona Passola, Ricard Faura, Jordi Jiménez y Lluïsa Julià, miembros de la Junta del Ateneu Barcelonès / METRÓPOLI

El pulso de la ciudad

Passola y sus fieles en el Ateneu Barcelonès se blindan tras despedir a Diana Cot

Alegan que la coordinadora cultural, que llevaba 13 años en la casa, no ha asumido la “transversalidad” de la institución y no ofrecen más explicaciones a los socios

4 mayo, 2023 00:00

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El núcleo que dirige el Ateneu Barcelonès sigue adelante con sus planes, a pesar de los métodos que ha implantado y que han causado un gran malestar interno. Los fieles de la presidenta Isona Passola acatan la última decisión de despedir a la coordinadora cultural, Diana Cot. Todos han decidido blindarse, y no ofrecieron explicaciones en la reunión de este pasado martes en la comisión de Cultura de la entidad. La vicepresidenta de la entidad, Lluïsa Julià, amiga persona de Passola, no quiso explicar los motivos del despido porque el caso está “judicializado”.

El argumento, en todo caso, guarda relación con la forma de dirigir el Ateneu. En la reunión con los trabajadores se justificó el despido de Cot, --publicado en exclusiva por Metrópoli-- que llevaba 13 años en la casa y que ha trabajado con diversas juntas, de colores e influencias distintas, que no se había adaptado a la praxis “transversal” de la institución cultural.

No es, sin embargo, la primera vez que sucede. La Junta del Ateneu Barcelonès ha decidido actuar como un pequeño ejército formado, únicamente, por cuatro personas. Se trata de la propia Isona Passola, de Lluïssa Julià, Ricard Faura y del joven Jordi Jiménez. “El resto de miembros no pintan nada”, señalan las fuentes consultadas. Y esas cuatro personas entienden que los trabajadores, los profesionales de la entidad, “deben plegarse ante sus directrices sin cuestionar nada”.

¿CERCANÍA CON ERC?

La decisión de prescindir de Diana Cot ha provocado la reacción de una buena parte del mundo cultural relacionado con el Ateneu. El escritor Sebastià Alzamora lo ha expresado así: “Nadie que conozca a Diana Cot y su capacidad y espíritu de trabajo puede entender este despido”. El comentario lo recogió el también escritor Jordi Coca –que abandonó el Ateneu por la actitud de la Junta—con un lacónico: “Si conoces a Isona, se entiende todo, Sebastià”.

Daniel Ortiz, el gerente del Ateneu que ganó la plaza en concurso, y que fue despedido por la Junta de Passola, también se ha pronunciado con contundencia: “La apropiación indebida de las instituciones de la sociedad civil: un camino indefectible hacia el nepotismo y el desprestigio, el Ateneu no puede ser el cortijo de nadie”.

El crítico literario y traductor Sam Abrams, de gran prestigio en el mundo cultural catalán, ha ido más allá, al entender que Passola no es la única responsable. “Tomemos nota, hay un núcleo duro en la Junta del Ateneu, no es sólo Isona Passola”.

"PELIGRO DE NAUFRAGIO"

Ese núcleo mantiene un silencio total. La interpretación entre las fuentes consultadas por Metrópoli es que la conexión de Passola con Esquerra Republicana es estrecha, pero eso no explica las decisiones que se toma en el Ateneu, que, a priori, buscarían la maximización de recursos ante la frágil situación financiera. Passola, productora de cine, siempre ha contado con esas conexiones con el Govern de la Generalitat para obtener subvenciones para sus películas. Y, aunque esa cercanía con el poder puede ser beneficiosa para la entidad –lleva varios ejercicios con déficits importantes en sus cuentas—lo decisivo es una forma de hacer “autoritaria” que no tiene en cuenta que el Ateneu Barcelonès es mucho más que una entidad cultural que se deba regir por criterios empresariales. La imagen de deterioro y de “nepotismo” va ganando enteros.

El filósofo y músico Bernat Dedéu, que aspiró a presidir el Ateneu en 2017, ha considerado que Cot ha salido del Ateneu de mala manera –a través de una carta de despido sin más atenciones—porque se planta cuando entiende que una decisión no está clara, o cuando se deben tener en cuenta otros factores. Como coordinadora cultural defendía el Ateneu y buscaba “lo mejor para la institución”.

El arqueólogo y naturista Jordi Serrallonga también se ha pronunciado recordando todo lo que ha pasado desde que Passola accedió a la presidencia del Ateneu, en 2020. “El Ateneu es un barco que pierde marinos profesionales, primero Alex Cosials –el director de la Biblioteca que fue despedido—y ahora Diana Cot. Pasajeros y pasajeras de cuatro años no pueden gobernarlo solos. Peligro de naufragio. Siempre nos quedarán las lecciones de Sí, Primer Ministro –en referencia a la serie británica de televisión”.

El malestar ha ido subiendo de tono. Una de las voces autorizadas es Eulàlia Espinàs, que fue gerente del Ateneu, y también acabó saliendo de la institución. Al conocer la noticia, por Metrópoli, sobre el despido de Diana Cot, se pregunta por el final de las actuaciones de Passola. “Increíble, injusto, ningún motivo objetivo. Ningún respeto por el trabajo hecho por un equipo consolidado desde la época Bohigas. ¿Hasta cuándo esta impunidad para Isona Passola?"

Pese a esas reacciones, Passola y sus fieles mantienen el silencio.