Maqueta del museo Hermitage, en Barceloneta / MA

Maqueta del museo Hermitage, en Barceloneta / MA

El pulso de la ciudad

El pleno tumba la propuesta de Valls para impulsar el Hermitage

El gobierno de Colau y Collboni vota en contra y ERC se abstiene de negociar el convenio con el Port y los promotores

26 junio, 2020 15:15

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Nuero revés político al proyecto del Hermitage. El pleno municipal ha tumbado este viernes la proposición de Barcelona pel Canvi, el partido que lidera Manuel Valls, que instaba al gobierno municipal a negociar, con la mayor brevedad posible, el convenio para la puesta en marcha del museo Hermitage en la nueva bocana del Port de Barcelona. La iniciativa de Valls buscaba que el gobierno de Colau cerrara pronto el acuerdo con el Port y los promotores, para someterlo a votación en el pleno de julio, pero de momento el equipamiento seguirá en vía muerta.

La proposición ha recibido el visto bueno de Ciutadans, PP, Junts per Catalunya y Barcelona pel Canvi, 13 de los 41 regidores del consejo plenario, mientras que el gobierno municipal, formado por los comunes y socialistas, se han posicionado en contra. La clave de la votación la tenía ERC, pero los republicanos se han abstenido. Sin embargo, la regidora Gemma Sendra ha instado al gobierno a presentar un informe jurídico sobre la situación actual del Hermitage y los riesgos que corre el Ayuntamiento si se niega a avalar el proyecto.

400 PUESTOS DE TRABAJO

La sociedad Museo Hermitage Barcelona, formada por el fondo de inversión Varia Hermitage Barcelona (80%) y Cultural Development Barcelona (20%), mercantil del empresario ruso Valery Yarolaski y del arquitecto Eugenio Ujo Pallarès, ya ha anunciado su intención de reclamar una indemnización si finalmente se veta el museo. En su intervención, Valls ha recordado el acuerdo del pleno municipal, el 27 de abril de 2018, que aprobó el Plan especial urbanístico para destinar en los terrenos de la nueva bocana del Port un equipamiento cultural, concretamente el Hermitage. El exprimer ministro francés ha defendido la necesidad del proyecto porque supondría 400 puestos de trabajo y una inversión de 50 millones de euros.

El posicionamiento del gobierno lo ha defendido Janet Sanz, de Barcelona en Comú. El PSC no ha abierto la boca. En 2018, cuando estaba en la oposición, los socialistas criticaron las trabas que Colau ponía al proyecto. Para Sanz, es legítimo que un fondo de inversión quiera abrir una franquicia de un museo en Barcelona, pero ha valorado que éste tiene que adaptarse a la ciudad. Según la edil, la potestad de la redacción del convenio corresponde a la comisión de gobierno. Valls había criticado que la comisión de gobierno pasara por delante de la decisión de 2018 del pleno.

INFORMES SESGADOS

Hace unos meses, el gobierno de Colau presentó cuatro informes contrarios al proyecto. Uno de ellos criticaba el impacto en la movilidad que tendría el museo en la Barceloneta. Para Ciutadans, la negativa al equipamiento es ideológica y los informes eran "sesgados", ha dicho la regidora Marilén Barceló. La representante del partido naranja ha recordado que los informes costaron unos 42.000 euros y ha advertido de los problemas jurídicos a los que se enfrenta el Ayuntamiento si el proyecto no sale adelante.

Según el concejal del PP, Óscar Ramírez, el Hermitage cumple con todos los requisitos legales, administrativos y urbanísticos, y la negativa a ubicar el Hermitage en la nueva bocana del puerto puede tener "graves consecuencias" para el Ayuntamiento, ha añadido el concejal popular cuando ha presentado un ruego en la misma línea que la proposición de Valls.

Para el exconseller de Cultura, Ferran Mascarell, ahora en las filas de Junts per Catalunya, el interés general del Hermitage está fuera de todo duda. Mascarell ha invitado al gobierno a cambiar de actitud con el Hermitage y ha considerado como "no aceptable" que la otra posibilidad sea que en los terrenos del Port abra un outlet, como el de la Roca, una noticia que fue avanzada por Metrópoli Abierta