Los vehículos de la Guàrdia Urbana que sufren alguna avería pueden quedarse en el taller la espera de ser reparados un largo periodo de tiempo. La razón, la falta de liquidez del Ayuntamiento para hacer frente a esas incidencias.
Así lo han denunciado fuentes del cuerpo que consideran que la situación se ha agravado en los últimos tiempos por los enormes problemas económicos que atraviesan las arcas municipales y que ha hecho que los responsables de las reparaciones exijan el pago por adelantado de las reparaciones a los vehículos del cuerpo municipal.
FIN DEL RENTING
Los problemas en este sentido se han agravado en los últimos meses. La llegada al gobierno de Barcelona En Comú provocó un cambio en la política de gestión de los vehículos que usan el cuerpo. Se pasó de los vehículos utilizados bajo el sistema de renting al de la compra de la flota.
Por eso, el Ayuntamiento adquirió hace unos meses una grupo de nuevos vehículos híbridos, decisión que desde el principio fue muy cuestionada por los representantes de los guardias urbanos, ya que ni se les pidió su opinión, pese a que son los que los usan a diario, para saber qué tipo de vehículo es más adecuado para el uso específico que hace la Guàrdia Urbana
La consecuencia del final del renting ha sido que es el propio Ayuntamiento el que debe hacer frente a todos los problemas que pueden surgir en los vehículos.
FLOTA VIEJA
Además, muchos de los vehículos que en la actualidad continúan en activo han hecho muchos kilómetros y empiezan a sufrir las averías propias del uso, sobre todo teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de esos kilómetros los han hecho en entorno urbano, que desgasta mucho más algunas piezas del vehículo.
Todo esto afecta al trabajo diario de los agentes. Una fuente conocedora de la situación denuncia que, por ejemplo, los agentes encargados de hacer los atestados por los accidentes no pueden usar el vehículo con el que se mueven habitualmente, y que está preparado para dar atención privada a las personas afectadas por el accidente, y tienen que hacerlo en un vehículo de los que normalmente se usan para patrullar, que no está preparado para ofrecer determinados servicios a los ciudadanos.
CRÍTICAS A LOS NUEVOS VEHÍCULOS
Eso sin olvidar las críticas que los agentes hacen a los nuevos vehículos recientemente adquiridos por el consistorio que dirige Ada Colau. Además de que no fueron consultados sobre si eran los más idóneos para el uso que se les da, los agentes critican que son coches pequeños e incómodos y que su única ventaja es que son híbridos, aunque ni siquiera eso compensa los problemas que su uso diario genera a los agentes.
De hecho, consideran que el consistorio se precipitó en su compra y que lo hizo exclusivamente por cuestiones medioambientales, pero sin valorar si eran los adecuadso para eluso que se les da en el cuerpo.