Un desfibrilador, como el que se ha instalado en los mercados de Barcelona, junto a un maniquí para un ensayo / AYUNTAMIENTO DE BCN

Un desfibrilador, como el que se ha instalado en los mercados de Barcelona, junto a un maniquí para un ensayo / AYUNTAMIENTO DE BCN

El pulso de la ciudad

Todos los mercados de BCN tienen desfibriladores

Este año, los aparatos se han utilizado en dos paradas cardiorrespiratorias en dos equipamientos de la ciudad

30 abril, 2018 13:59

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Todos los mercados de Barcelona ya disponen de desfibriladores. Recientemente, el Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto de Mercados, y la Fundación Barcelona Salud han finalizado la instalación de estos aparatos en los 39 equipamientos de este tipo de que dispone la ciudad, 38 de alimentarios y el mercado de los Encants, junto a la plaza de las Glòries.

Los desfibriladores que se han colocado son de última generación y permiten actuar de manera inmediata en caso de que una persona tenga una parada cardiorrespiratoria. Las máquinas se han colocado en lugares muy visibles de los mercados y para utilizarlos no es necesario tener nociones de reanimación cardíaca. Basta con seguir las instrucciones de uso. Por los mercados de Barcelona pasan cada año unos 60 millones de personas y trabajan directamente 7.500 personas.

PROGRAMA PILOTO EN EL METRO

La acción se enmarca dentro del proyecto científico Barcelona, territorio cardioprotegido y hasta ahora los desfibriladores se han utilizado cinco veces, las dos últimas este 2018 en los mercados de la Llibertat y los Encants. El programa incluye otros 100 desfibriladores en 100 farmacias de la ciudad y en cuatro estaciones de metro de la L-1 (roja). Los aparatos del suburbano forman parte de una prueba piloto. Desde agosto, cuando se instalaron, ya se han hecho servir en distintas ocasiones.

La muerte súbita provocó el año pasado más de 3.000 fallecimientos en Catalunya. Los 10 primeros minutos son fundamentales para actuar e intentar salvar la vida de la persona. La primera hora desde la aparición de los síntomas viene precedida por la pérdida brusca de conciencia. El pasado verano, un desfibrilador instalado en una farmacia de Barcelona salvó la vida de un hombre que paseaba tranquilamente por la calle.