Caos circulatorio en la vía Laietana / GALA ESPÍN

Caos circulatorio en la vía Laietana / GALA ESPÍN

El pulso de la ciudad

Colau prevé la inauguración de una parte de vía Laietana antes de las elecciones

La UTE Vimasa, en la que participa ACSA, urbanizará una parte de la vía y uno de los tramos de la calle Pi i Margall

27 abril, 2022 00:00

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Vía Laietana ya tiene quien la quiera. O, al menos, quien la renueve: el Ayuntamiento de Barcelona ha adjudicado las obras de una parte de la remodelación de la céntrica vía a la compañía ACSA Obras e Infraestructuras, que concurría en la Unión Temporal de Empresas (UTE) Vimasa junto con Vials i Medi Ambient. El importe de la remodelación los tramos de plaza de Urquinaona hasta la calle de Joaquim Pou (o la plaza de Antoni Maura) y la calle de Jonqueres es de más de 7,1 millones de euros y las empresas tendrán 11 meses para realizar las obras.

En el contrato se prevé que puede haber desvíos en el presupuesto de hasta un 20% del precio inicial. Las obras deberán estar listas en 11 meses, es decir, a comienzos de la primavera del año que viene, justamente dos meses antes de las elecciones municipales. El contrato fue otorgado el pasado 7 de abril [ver aquí la adjudicación]. Según la nota de prensa del 28 de febrero de 2022, de un día antes de que se empezaran los trabajos, la previsión era de 14 meses para la pimera fase de obras [ver aquí]. El coste total de la remodelación ascenderá a unos 32,9 millones de euros.

Una memoria justificativa del contrato, firmada por Jordi Campillo, consejero delegado de BIMSA, la empresa municipal a cargo de cuyo presupuesto corren los gastos de las obras, señala que la reforma se realiza “para hacer más agradable el espacio para el viandante, así como para potenciar la transversalidad entre los dos lados de la vía, sin perder la capacidad vertebradora y de enlace que ahora tiene, mediante la pavimentación, el arbolado, la iluminación y la dimensión y posición estratégica de los vados de viandantes”.

ENTIDADES EN CONTRA

Precisamente, una de las críticas tanto de vecinos como de asociaciones, gremios e incluso de la patronal Fomento del Trabajo es que vía Laietana es la única vía que en la actualidad puede conectar el centro de la ciudad con el barrio de la Barceloneta y el Port. Si la circulación se restringe en esa zona, puede producirse un caos de campeonato y para acceder a la zona portuaria desde el Eixample será preciso dar un gran rodeo, con lo que implica de pérdida de tiempo, ruidos, contaminación y afectación en tiempo y dinero para los ciudadanos.

Foment y la plataforma Barcelona Oberta ya han anunciado que acciones judiciales, después de que dos docenas de entidades presentasen alegaciones contra el proyecto y todas ellas fuesen rechazadas por los responsables municipales.

Las obras se han dividido en tres tramos: el primero es desde plaza Urquinaona hasta la calle Joaquim Pou; el segundo, desde este punto hasta la plaza Antoni López; y el tercero, el que corresponde a la calle Jonqueres. El tramo dos, de momento, se deja en el aire. Según el Ayuntamiento, ese tramo se caracteriza “por unas galerías de servicios obsoletas que hay que eliminar, por lo que se está redactando un proyecto ejecutivo de infraestructuras para ese tramo”. La reurbanización de la parte baja de la calle, pues, se desarrollará en proyecto ejecutivo independiente y se licitará en el futuro. De momento, se cambiará la cara a la zona norte de la arteria.

Trabajos en la vía Laietana de Barcelona / Cedida-Alberto Mejías

Trabajos en la vía Laietana de Barcelona / Cedida-Alberto Mejías

UN EJE VERDE EN PI I MARGALL

Precisamente un día antes de obtener el contrato en cuestión, la misma unión temporal de empresas tuvo otro regalo de Pascua: otro contrato de 4.869.647 euros para la remodelación de la calle Pi i Margall entre la calle Escorial y la calle Pau Alsina. En dos días, pues, la compañía propiedad del grupo Sorigué se hizo con contratos por valor de casi 12 millones de euros.

En la memoria justificativa de este proyecto, Campillo explica que el consistorio ha apostado por “incorporar la calle Pi i Margall dentro de la red de corredores verdes que se plantean en Barcelona”. Por ello, añade, “se propone transformar la urbanización actual, en la línea de establecer la conectividad urbana y biológica con el eje que desde el Parque de la Ciutadella discurre por el paseo de Sant Joan hasta su encuentro con Travessera de Gràcia”. Un segundo tramo fue adjudicado a la empresa Vías y Construcciones, del grupo Dragados, por 4.597.285 euros, pertenecientes al trecho entre la calle Pau Alsina y la Ronda del Guinardó.

El informe del consejero delegado de Bimsa señala que “dada la intensidad del uso actual de la calle Pi i Margall, la propuesta resuelve aspectos básicos de funcionalidad y servicios urbanos, como optimizar e incrementar el espacio para los viandantes; racionalizar la movilidad tanto de los servicios del transporte público como la de los carriles bici; el mantenimiento de las áreas de carga y descarga; la disposición de los contenedores de recogida de residuos urbanos; la resituación de las plazas para minusválidos, etcétera. Todo esto bajo la adecuación a los criterios de eficiencia urbana y sostenibilidad que un proyecto de estas características requiere”.

Imagen virtual de la reforma de Pi i Margall / AJ BCN

Imagen virtual de la reforma de Pi i Margall / AJ BCN

17 MESES PARA TERMINAR

El hecho de crear este eje verde, asegura Campillo, no impide que se garantice la conectividad entre los dos extremos de la calle. Se trata, subraya en su informe, de “compatibilizar estos objetivos con el mantenimiento del funcionamiento urbano de la calle y la mejora del confort de los vecinos y usuarios de este espacio”. Así, el consistorio apoya el concepto de corredor verde, principalmente y apuesta por formar una canopia que represente el 80% de la cobertura arbórea a lo largo de la vía. El plazo para terminar estas obras es de 17 meses y el desvío presupuestario que puede haber en el presupuesto final de las obras es similar al de la Via Laietana, un 20%.

Se da la circunstancia de que ACSA se ha convertido en una de las empresas constructoras que más éxito tiene en el Ayuntamiento: el pasado febrero, se llevó un contrato de cuatro millones de euros para el mantenimiento durante los próximos cuatro años (hasta el mes de marzo de 2026) de las fuentes de beber de Barcelona. Y el pasado 31 de marzo se hizo con otro contrato de más de 1,6 millones de euros para ocuparse durante los próximos tres años del mantenimiento de todos los edificios del área de Drets Socials en los distritos de Ciutat Vella y el Eixample.