Panorámica de la calle Robadors, donde la prostitución está muy extendida / C. R.

Panorámica de la calle Robadors, donde la prostitución está muy extendida / C. R.

Información municipal

El Ayuntamiento destina 1,3 millones para ayudar a las trabajadoras sexuales

Barcelona tiene cinco ‘áreas calientes’ donde se practica la prostitución en la calle: sus trabajadoras son el objetivo principal de ese servicio

28 noviembre, 2021 00:00

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El Servicio de Atención socioeducativa de la Agencia para el Abordaje Integral del Trabajo Sexual (SAS-ABITS) es uno de los instrumentos de que dispone el Ayuntamiento para ayudar a los trabajadores del sexo en Barcelona, aunque la suya sea una profesión no regulada y se encuentren, laboral, social, fiscal y legalmente en un limbo. Este instrumento es el encargado de detectar situaciones de vulnerabilidad y de dar apoyo integral a las personas que ejercen el trabajo sexual, ofreciendo servicios no sólo de ámbito jurídico o sanitario, sino también psicológico, educativo o social.

El pasado 11 de noviembre, la gerencia de Derechos Sociales contrató a la Fundació Surt para gestionar ese servicio durante los próximos dos años. Surt es una “entidad de acción social que trabaja para hacer efectivos los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres y para erradicar las discriminaciones por razón de sexo, con la vista puesta en lograr una sociedad con equidad de género efectiva”. En funcionamiento desde 1993, su presidenta es Fina Rubio (que preside también la Asociación Prohabitatge y DDIPAS, que es la red Dones Directives i Professionals de l’Acció Social-ECAS) y su directora general, Sira Vilardell, también vicepresidenta de ECAS, de Fundació Intermedia y de la Taula d’Entitats del Tercer Sector Social de Catalunya. El contrato con el Ayuntamiento le reportará durante los próximos dos años 1.299.808 de euros.

ABD RENUNCIÓ AL CONTRATO

De hecho, Surt ya venía prestando el servicio los últimos años, embolsándose cantidades millonarias por ello. En esta ocasión, se presentaron dos ofertas: la de Surt y la de Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), una ONG declara de utilidad pública. Curiosamente, esta última presentó una oferta mejor que la Fundació Surt (el coste de la adjudicación inicial fue de 1.167.019 euros), por lo que le fue adjudicado el contrato, según un acta de la mesa de contratación del pasado 1 de julio. A finales de octubre, no obstante, renunció a formalizar el contrato, por lo que finalmente el contrato se lo llevó Surt.

Una calle del barrio del Raval donde se ejerce a diario la prostitución / ASOCIACIÓN ILLA RPR RAVAL

Una calle del barrio del Raval donde se ejerce a diario la prostitución / ASOCIACIÓN ILLA RPR RAVAL

El trabajo que realizar tiene seis líneas estratégicas de actuación: elaborar una radiografía de la situación; atender a mujeres que ejercen la prostitución en la vía pública; atender también a mujeres que ejercen el trabajo sexual en espacios cerrados, como locales, clubes o pisos; realizar el diseño y el despliegue de programas para la formación y recolocación sociolaboral; detectar a las víctimas de tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual; y la coordinación de las actuaciones de ámbito institucional y comunitario. En el caso de locales y pisos, no se prevé, de momento, incidir especialmente, sino que se concentrarán los esfuerzos en ayudar a las trabajadoras de la calle.

CINCO ‘ZONAS CALIENTES’

En Barcelona existen cinco zonas calientes donde la prostitución callejera tiene incidencia: se trata de los distritos de Ciutat Vella, Sant Martí, L’Eixample, Les Corts y Sants-Montjuïc. Según un informe interno municipal, la labor de Surt es “contactar con las personas que ofrecen o negocian servicios sexuales para detectar necesidades o situaciones de vulneración de derechos”. A partir de ahí, se ha de realizar una intervención operativa “para ofrecerles atención integral y confidencial para garantizar el respeto, la protección, la realización y la restitución de sus derechos”.

El SAS-ABITS debe realizar un informe de situación cada año, pero el último que se ha cerrado es el relativo al año 2018. Fuentes de la Fundació Surt explican que la elaboración de esos informes es responsabilidad del Ayuntamiento y que la entidad social se ocupa de gestionar el servicio “que es, en todo caso, un servicio municipal”. Desde la Fundación se declina realizar más comentarios sobre el particular.

LÍNEA TELEFÓNICA GRATUITA

El último informe explica que el objetivo de la agencia ABITS es “atender a las mujeres cis y a las mujeres trans que ejercen la prostitución en la ciudad de Barcelona, y prioritariamente a aquellas que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, de una manera integral, global y coordinada para que puedan conocer y ejercer sus derechos en igualdad de condiciones con cualquier otra mujer de la ciudad”.

La atención integral abarca la de tipo social, psicológica, jurídica y de salud. El Ayuntamiento tiene una línea telefónica gratuita, el 900 722 200 para atender a personas que trabajan en el sexo, además de proporcionar un servicio gratuito de atención personalizada sin cita previa los jueves por la mañana.

En el 2018, último ejercicio del que constan estadísticas, se efectuaron 5.135 contactos con mujeres. “Se entiende por contacto el acercamiento de una profesional del equipo a una trabajadora sexual en el espacio público efectuando alguna interacción, que puede ser solo un saludo, una conversación o la entrega de material profiláctico”, dice el informe mencionado. Además, se llevaron a cabo 12.363 intervenciones educativas, que con “espacios de interacción entre una de las profesionales del servicio y una mujer que ejerce el trabajo sexual, con el objetivo de fomentar el empoderamiento y la autonomía de la mujer, así como de darle apoyo para alcanzar sus prioridades”.

LA PROSTITUCIÓN POR ZONAS

El informe aludido explica que la composición de la prostitución callejera ha variado en los últimos años en la capital catalana. En la zona de Vila Olímpica-Fòrum, por ejemplo, se ha doblado la presencia de mujeres en la calle: se pasó de una media de 15 a 30 cada día. En Les Corts, en cambio, se ha mantenido constante y pasó de 37 a 38 mujeres en la calle diariamente. En Ciutat Vella sucedió lo contrario: ha habido un bajón importante. De las 59 mujeres que ofrecían servicios sexuales en la calle se pasó a 68 para bajar luego a 56. Por zonas, son destacables las disminuciones en la calle Robador y Ronda Sant Antoni (de 26 a 22) y en la Rambla en horario nocturno (de 42 a 34). En horario diurno, la media de trabajadoras sexuales en Ciutat Vella pasó de 48 a 38. “La media del total de mujeres en el Dsitrito de Ciutat Vella en horario nocturno ha disminuido y ha vuelto a un número similar al del año 2016”, explica el informe.

En los últimos años, además, la ayuda a estas mujeres experimentó otro cambio: si en 2016 la mayoría de las quejas que tenían eran por temas del derecho a la salud, en el 2018 la mayor preocupación eran sus derechos económicos y laborales: los problemas sanitarios habían pasado del 44,88 al 19,69%, mientras que la cuestión económica subió del 18,84 al 33,34%.

El derecho a una vida libre de violencia machista pasó también de representar un 2,29 de las demandas a un 6,50%. Esa violencia tiene distintas fuentes: el 28,42 es violencia comunitaria, seguida de la estigmatización (un 16,09 de esos casos), la violencia de los clientes (12,63%), la violencia entre trabajadoras sexuales (10,93%), la ejercida por las redes de prostitución (10,14%) y las relacionadas con la LGTBIfobia (un 2,98%). En esa progresión cabe destacar también el derecho a la integridad física, moral y psicológica, que pasó del 0% al 12,73%. En este último apartado se engloban reivindicaciones como el derecho al tiempo libre y descanso, al ocio y asume también problemas como el racismo, la xenofobia o la integridad moral. En el caso de que se detecten casos de víctimas de redes de proxenetismo, los técnicos del servicio las derivan a la Unidad contra el Tráfico de Seres Humanos del Ayuntamiento “para su atención integral, de acogimiento, de tratamiento y de recuperación, así como de representación jurídica”.