La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau / EUROPA PRESS

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau / EUROPA PRESS

Información municipal

Colau gasta 771.000 euros en un huerto urbano de Montjuïc

BIMSA dice en un informe que esa infraestructura, que ya tiene inquilinos, nació "por la demanda de la ciudadanía por tener parcelas en huertos urbanos"

7 febrero, 2023 00:00

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Barcelona tendrá un huerto urbano más... Muy caro, pero son un puñado de metros cuadrados que, según los responsables políticos del Ayuntamiento, los ciudadanos demandaban con vehemencia. De ahí que ya haya encargado la formación de ese huerto urbano en la ladera de la emblemática montaña de Montjuïc, que costará a los barceloneses más incluso que un chalé de lujo: nada menos que 771.691 euros, que irán a parar a la empresa Excavaciones y Construcciones Benjumea, la compañía que se llevó del Institut Municipal d’Urbanisme el contrato para el proyecto de urbanización del entorno de la calle de Anglesola (más de 1,7 millones de euros).

Es un proyecto asambleario y autogestionado. Así lo dice un informe municipal, certificando que el proyecto es muy comunero. “El Hort de la Font Trobada se configura como un proyecto asociativo autogestionado, con funcionamiento asambleario para las cuestiones que afecten a la gestión comunitaria del espacio”, dice la memoria confeccionada por los ingenieros. Tanto es así que se destaca que “por voluntad expresa de los futuros usuarios, no se contempla la instalación de iluminación ni ningún elemento que pueda afectar a la biodiversidad y a la pequeña fauna existente en la zona”.

DEMANDA DE LA CIUDADANÍA

La nueva iniciativa municipal se construirá durante los próximos seis meses en Font Trobada, en lo que se conoce como el Camí Escolar, entre la Escola del Bosc y en campo de fútbol de la Satalia. Al un lado del terreno de juego ya hay un huerto, que comenzó a funcionar en mayo de 2017, fruto del empeño de una entidad creada en agosto de 2015, nada más llegar los comunes al poder, la Associació L’Hort de la Font Trobada (desde diciembre del año anterior existía solo una plataforma de igual nombre). En diciembre de 2016, el Distrito les aprobó la iniciativa de uno del huerto que demandaba esa asociación. En aquel lugar ya había habido un huerto hace años, en pleno franquismo, aunque fue abandonado y dejó de cultivarse en los años 50 del pasado siglo.

Hace un par de años, volvió a ponerse sobre el tapete la posibilidad de allanar otro terreno ubicado a tiro de piedra y se puso en marcha el mecanismo para llevarlo a cabo. El encargo se articuló a través de la empresa municipal Barcelona d’Infraestructures Municipals (Bimsa), que convocó un concurso para su realización. Jordi Campillo, consejero delegado de la empresa pública, firmó un informe en el que señalaba que la decisión de ampliar el espacio de huertos urbanos en la zona “nace en respuesta a la demanda en aumento de parte de la ciudadanía para la adquisición de parcelas en huertos urbanos”.

Huertos urbanos en Barcelona / AJ BCN

Huertos urbanos en Barcelona / AJ BCN

USUARIOS PREDETERMINADOS

Pero el pescado ya está vendido: la memoria del proyecto señala que después de que en abril de 2021 se diese luz verde definitiva, se inició un “proyecto participativo de reuniones con los usuarios actuales y futuros de los huertos para definir las necesidades básicas y llegar a acuerdos para ejecutar un proyecto pactado y en equilibrio”. Esas reuniones se prolongaron entre el 19 de julio y el 20 de octubre de 2021. Pero en la memoria se recoge, precisamente, que a ellas asistieron los “futuros usuarios”, lo que aventura que antes de diseñar el huerto, las parcelas ya estaban adjudicadas.

La memoria insiste en este detalle: “El Distrito de Sants-Montjuïc y BIMSA presentaron una propuesta elaborada con criterios básicos y con unas necesidades comunicadas al equipo redactor desde un inicio [es decir, el equipo de ingenieros]. Esta propuesta fue bien recibida por parte de los futuros usuarios del huerto y se pidieron diferentes modificaciones en aspectos como la distribución de parcelas, medida de almacenes y realizaron observaciones sobre el aula ambiental. También se pidieron mejoras para los huertos existentes”. No hay que olvidar que las parcelas, según el proyecto, son “de uso personal”, por lo que cada usuario tiene su trocito de terruño. En otras palabras, que cada parcela tiene su dueño.

MATERIALES ECOLÓGICOS

Además, el consistorio quiere instalar un “aula medioambiental” en la explanada del bar Marcelino, un pequeño establecimiento que cuelga de la montaña y que tiene una terraza con excelentes vistas sobre la ciudad justamente debajo de la avenida de Miramar, y de la estación del Teleférico de Montjuïc. Ese aula tendrá 18,75 metros cuadrados y estará fabricada con materiales ecológicos y que se integran dentro del entorno “por voluntad de los vecinos futuros usuarios”.

El Ayuntamiento ya había pagado en 2021 un voluminoso estudio agronómico del terreno (de 1.108 páginas), encargado a la empresa Ingenieros Emetres, la misma empresa que en marzo de 2022 se llevó el contrato de delineación y mantenimiento de la cartografía del estacionamiento regulado en Barcelona y que había dirigido las obras de la reurbanización de la plaza Sòller, en el barrio de Horta. En uno de los apartados de su estudio sobre el huerto, señalaba que en el trabajo de campo se habían recogido muestras de suelo y que, de momento, se había descubierto que “muestran una capa superficial de sablón (una arena procedente de la descomposición de los granitos, que también tiene un 16% de arcillas y un 4% de limos) sobre el que parece terreno natural a una profundidad de unos 20 o 30 centímetros. El sablón es un buen sustrato, a menudo pobre por excesivamente arenoso, pero que con determinadas prácticas se puede enmendar correctamente. Se ha de ver igualmente, por debajo, cuál es la cantidad de suelo, porque las raíces necesitan una mayor profundidad y sería necesario que éste fuese homogéneo y de buena calidad”.

Huerto urbano en la capital catalana / AJ BCN

Huerto urbano en la capital catalana / AJ BCN

PARCELAS INDIVIDUALES

El estudio concluía que el suelo “es apto para el cultivo hortícola tradicional, tiene niveles bajos de metales pesados, es un suelo rico en nutrientes y en materia orgánica, tiene un PH básico por presencia de yesos que puede limitar el crecimiento de algunas plantas hortícolas y es un suelo potencialmente fértil”. Advertía, no obstante, que “serán precisas enmiendas orgánicas y adobado de fondo”.

El nuevo huerto tendrá 1.200 metros cuadrados de superficie, pero se ha de nivelar el terreno y vallarlo. Estará dividido en parcelas de 3 por 1,5 metros, de uso personal, y contará con un área con cuatro mesas de picnic. Dispondrá también de un depósito de agua de 15.000 litros para el WC y el compostador. Todo muy comunero.

La memoria también prevé que “juntamente con el cultivo de las parcelas de tierra, se realizarán otras actividades comunitarias, como la limpieza del entorno, talleres sobre horticultura, yoga y meditación entre otros, con una vocación claramente estructuradora que pretende fortalecer vínculos comunitarios y ampliar la participación del barrio”.