Fotomontaje de Ernest Maragall, Xavier Trias, Ada Colau y Jaume Collboni con el Eixample de Barcelona de fondo - MA

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Información municipal

La irrupción de Trias, entre las esperanzas de Colau y el laberinto de Maragall

El ya alcaldable de JxCat rompe el tablero municipal y obliga al socialista Jaume Collboni a apuntalar su estrategia para beneficiarse del viento de cola de Sánchez e Illa

18 diciembre, 2022 00:00

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Xavier Trias ya está en escena. Su candidatura estaba ya lanzada desde hace meses, pero se ha concretado esta semana. Y obliga ahora al resto de candidatos a reformular sus estrategias, mientras que da esperanzas a Ada Colau, con pocas opciones hasta hora, según todas las encuestas, para repetir como alcaldesa. ¿Qué ha provocado Trias?

Los foros económicos en Barcelona verbalizaban una petición de forma constante: la necesidad de contar con una candidatura que se moviera en esa zona templada de lo que había sido CiU. Un o una alcaldable que pudiera recoger el voto de los decepcionados por el proceso independentista, con una orientación liberal y centrada, que se concentrara en los problemas de la ciudad y que tuviera como objetivo relanzar económicamente Barcelona a través de grandes proyectos. Lo sugería, de forma principal, Foment del Treball, mientras que otros foros confiaban en que esa labor la pudiera ejercer el socialista Jaume Collboni.

TRIAS, ENTRE SOCIALISTAS

En el Círculo Ecuestre, que ha generado una actividad frenética en el último año, tras la pandemia, se pudo escuchar un ‘ánimo Jaume’, en boca de su vicepresidente, Enrique Lacalle, un comentario aplaudido por el resto de asistentes en un acto que había protagonizado Salvador Illa, el primer secretario del PSC. Ese ‘ánimo Jaume’ se interpretaba como el apoyo a un candidato que, a pesar de cogobernar con Ada Colau, ha sido un interlocutor privilegiado y atento del mundo económico de la ciudad en todos estos años.

Pero eso ahora puede cambiar con la aparición de Xavier Trias, aunque se presentan algunas importantes incógnitas. Lo expresa el politólogo Oriol Bartomeus, al señalar la importancia de las primeras encuestas que ya incorporen la figura de Trias. “Si no va para arriba de forma rápida se generarán dudas”, asegura. Trias afirma que cuenta con encuestas que le dan ganador y que para eso se ha presentado, para ser alcalde.

Esta semana Trias ha protagonizado un acto en el Círculo de Economía, en un debate sobre el Eixample y el proyecto de superillas de Ada Colau. En el acto, con un ambiente claramente sociovergente, estaban, principalmente, exdirigentes socialistas, que querían escuchar a dos pesos pesados del municipalismo socialista: Ramón García-Bragado y Josep Antoni Acebillo. Los dos criticaron con dureza el urbanismo táctico de Colau y defendieron que no se deteriore más el Eixample. También se abordó las obras del tranvía, y la conexión por la Diagonal. Con Acebillo en contra de ese proyecto, Trias, que estaba en la primera fila, no dejaba de asentir con la cabeza.

Xavier Trias, entre Narcís Serra y Leire Pajín, en un desayuno informativo con Jaume Collboni / MA

Xavier Trias, entre Narcís Serra y Leire Pajín, en un desayuno informativo con Jaume Collboni / MA

¿Puede ser Trias quien aglutine ahora ese voto de centro, que recoja la ‘bronca’ que ha causado Ada Colau? Lo que parece claro, como apunta Bartomeus, y admiten también dirigentes socialistas, es que Colau ha recibido oxígeno a raudales: “Cobra esperanzas de llegar primera, porque Trias puede plantear la campaña como un Trias o Colau, y eso da esperanzas a los comunes que, por ahora, no tenían muchas posibilidades”.

Sin embargo, el posible ‘efecto Trias’ puede tener contraindiciaciones, porque es el cabeza de lista, quiera o no quiera, de Junts per Catalunya, una opción política que es corresponsable directa del bloqueo institucional que ha vivido Cataluña y de la crisis política y económica que sufrió Barcelona con el proceso independentista. Es lo que tienen en cuenta en el grupo municipal del PSC y que Collboni ha interiorizado de forma clara. La paradoja es grande, porque la sintonía personal entre Trias y el candidato socialista es muy alta y los dos han dejado abierta –muy abierta—la posibilidad de colaborar en el próximo gobierno municipal.

Los expertos demoscópicos indican que también ERC se verá perjudicada por la candidatura de Trias, porque en esa bolsa de votos nacionalista el veterano dirigente de Convergència podría pescar con determinación. Y ese descenso de votos republicanos y, en parte, del PSC, podría significar que Colau no se distancie de ellos y entre en la foto final de las elecciones. Tanto Trias como Collboni no dejan de señalar un factor: quien llegue primero, quien celebre esa posición en la noche electoral, será alcalde. Colau, que por ahora quedaba lejos de esa posibilidad, ha cobrado esperanzas con la irrupción de Trias.

EL APOYO DE SÁNCHEZ

Y eso no era, precisamente, con lo que contaban los sectores económicos de la ciudad. La campaña será larga, tendrá un claro inicio tras las fiestas de Navidad, y las primeras encuestas marcarán la tendencia y harán reaccionar al conjunto de candidatos. Pero lo que se pretendía es que uno de ellos –y ahí estaba Collboni— fuera el gran receptor de lo que se ha llamado el voto útil. Situado en el centro, con el viento de cola que representa Pedro Sánchez en Cataluña –no en otros territorios de España—y también con la fuerza de Salvador Illa –que aparece como ganador en las elecciones autonómicas—el alcaldable por Barcelona tenía las de ganar. Ahora deberá ver cómo reorienta su estrategia, que, curiosamente, puede pasar por el propio Trias. Es un adversario –en parte—para recoger ese voto de centro que no quiere saber nada más de Colau, pero también es un más que posible socio para poder gobernar la ciudad.

Jaume Collboni, en el acto en un foro económico en Madrid / MA

Jaume Collboni, en el acto en un foro económico en Madrid / MA

El que también puede sufrir esa candidatura de Trias es el republicano Ernest Maragall. Aunque Trias ha afirmado que, si no gana, dará sus votos a ERC o PSC, también añade que “parece que Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona ya se ha decantado por un pacto con los comunes, y en sus actuaciones parece una fuerza política más próxima a Colau”. ¿Qué queda como descarte?

Bartomeus tiene una cosa clara a partir de todos los sondeos de los últimos meses: “Colau tiene un núcleo duro, muy fuerte, de electores, pero no crece, convence a los suyos y punto”. Pero otra cosa será si Trias tira del carro de JxCat –ahora con solo cinco concejales—y es competitivo con opciones reales de ganar. ¿Habrá un voto a favor de Colau en ese caso?

El tablero político municipal se mueve, y de qué manera. Todo está más abierto que hace unas semanas.