Aspirantes a agentes de la Guardia Urbana, junto al recinto de Fira de Barcelona, el 3 de octubre / UGT

Aspirantes a agentes de la Guardia Urbana, junto al recinto de Fira de Barcelona, el 3 de octubre / UGT

Información municipal

Lluvia de quejas por las oposiciones de la Guardia Urbana

La reclamaciones incluyen denuncias por descoordinadación en las instrucciones dadas y agravios por el tiempo y el material utilizado

14 octubre, 2020 00:00

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Lluvia de quejas por las presuntas irregularidades en las oposiciones a la Guardia Urbana. Según ha podido comprobar Metrópoli Abierta, hasta la fecha los opositores han presentado al menos 29 reclamaciones. 15 de ellas se han entrado en la oficina de la síndica de greuges de Barcelona, el síndic de greuges de Catalunya ha recibido otras siete, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) dispone de seis (que derivará al Ayuntamiento) y, como mínimo, un aspirante ha presentado una instancia en el propio Ayuntamiento.

Las presuntas irregularidades en las oposiciones a la Guardia Urbana no se limitan a copiar en los lavabos utilizando el teléfono móvil, como avanzó en exclusiva la semana pasada este medio. Así consta en quejas dirigidas al síndic de greuges de Catalunya, Rafael Ribó, a las que ha tenido acceso Metrópoli Abierta. En ellas figuran también denuncias por descoordinación en las instrucciones dadas a los opositores, pruebas de inglés por encima del nivel requerido y agravios en el material usado para la realización del examen.

El síndic relata "descoordinación" entre las instrucciones verbales que se dieron en el test de aptitud verbal y las instrucciones recogidas en el cuaderno del test. Este hecho dio lugar a que hubo opositores que pensaron que tenían que esperar a que se les indicara cuándo podían iniciar la resolución de la prueba, mientras que otros optaron por hacer el examen sin esperar ninguna señal. El tiempo para hacer la prueba era de cuatro minutos y una parte de las personas que se examinaban "lo consumieron esperando recibir el aviso de empezar", dice Ribó en la respuesta a uno de los reclamantes.

NIVEL DE INGLÉS POR ENCIMA DEL REQUERIDO

Otros ciudadanos han expuesto al síndic que hubo centros en los que se permitió disponer de un papel para hacer cálculos, "mientras que en otros recintos no habría sido así". Las denuncias incluyen, además, el alto nivel de las pruebas de inglés (voluntarias), muy por encima del indicado en las bases de la convocatoria. Según las reclamaciones presentadas, los problemas se dieron tanto en las instalaciones de Fira de Barcelona como en la facultad de Derecho de la Universitat de Barcelona, dos de los recintos en los que se realizaron los exámenes el pasado 3 de octubre.

Sobre los móviles en los lavabos, la denuncia es por hacer uso de estos dispositivos en la prueba cultural después de que se permitiera "a los aspirantes ir a los servicios, lo que facilitaba la posibilidad de consultar el móvil" a pesar de que tenían que haberse guardado antes de entrar en el aula del examen, tal y como figura en las bases de la convocatoria. Hace unos días, Metrópoli Abierta difundió una fotografía, a la que tuvo acceso Crónica Global, tomada por un aspirante con los opositores sentados ya en la mesa del examen.

PRESENTAR UN RECURSO DE ALZADA

Como la sindica de greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, Ribó contesta a las personas reclamantes que expongan primero las quejas al tribunal de las oposiciones y si consideran que algún motivo de los indicados puede ser la causa de quedar eliminado, tienen la posibilidad de presentar un recurso de alzada en el propio consistorio. El síndic deja la puerta abierta a intervenir si el ciudadano no recibe respuesta en un tiempo prudencial o no está de acuerdo con la resolución que adopte el Ayuntamiento. Además de siete denuncias, el síndic ha atendido tres consultas.

Hasta ahora, Vilà ha recibido una quincena de quejas. En ellas, las personas que se han dirigido a la defensora muestran su disconformidad porque hubo opositores que hicieron "uso del móvil durante el examen". Las reclamaciones recogen también que los criterios de ejecución no fueron los mismos en todas las aulas (en algunos centros se permitió apuntar en folios) como tampoco los tiempos de la duración de las pruebas.

Opositores en el examen de la Guardia Urbana, ya sentados en la mesa / CG

Opositores en el examen de la Guardia Urbana, ya sentados en la mesa / CG


La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) tiene por el momento constancia de seis quejas por las presuntas irregularidades. El secretario de Organización y agente de la policía local, Eugenio Zambrano, ha exigido la repetición de las pruebas porque se han generado desigualdades en el proceso ante la falta de criterios homogéneos. "Lo que servía en un examen, no servía en otro", indica. El portavoz de CSIF critica que está dando una muy "mala imagen" de la Guardia Urbana. Por contra, UGT no ha recibido ninguna queja relevante y solo "oída de terceros". 

REPETICIÓN DE PRUEBAS EN 2013

CSIF pedirá también tener acceso a las actas levantadas. Según Zambrano, algunas de las personas reclamantes expresaron su malestar tanto a los observadores sindicales como a los controladores de las pruebas, "y las actas lo deberían recoger". Uno de los opositores habla de "organización nefasta", otro de "despelote". En ambos casos se refieren al recinto de Fira de Barcelona. CSIF, que ha recibido seis quejas, ha puesto a disposición de los opositores un correo por si alquien quien hacer llegar las quejas al sindicato: aj_bcn@csif.cat.

En 2013, el entonces alcalde Xavier Trias ordenó la repetición de dos de las pruebas de acceso a la Guardia Urbana por el alud de reclamaciones recibidas por copiar con dispositivos móviles y electrónicos. Aquel año, la síndica acumuló decenas de quejas y optó por abrir una actuación de oficio. Ahora no ha optado por este camino. En aquella ocasión, aseguran fuentes de la Sindicatura, se recibieron pruebas documentales. Ahora no ha sido así.

PREGUNTAS DE CIUTADANS

Hasta ahora, Ciutadans es el único partido que ha planteado una batería de preguntas a Ada Colau. El concejal Paco Sierra ha interrogado a la alcaldesa sobre si el Ayuntamiento ha recibido alguna queja sobre las presuntas irregularidades, si tiene previsto abrir una investigación y qué medidas tomará en caso de confirmarse que se han producido situaciones denunciables.

Al cierre de este artítculo, el Ayuntamiento de Barcelona no había respondido a los requerimientos informativos de este medio.