El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia / MA

El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia / MA

Información municipal

Badia, el hacedor de Colau, se marcha tras un sinfín de fracasos políticos

El ingeniero, impulsor de los planes de 'remunicipalización' de los comunes, decide abandonar su carrera como concejal y no repetirá en la lista de la alcaldesa

19 enero, 2023 00:00

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Un sí, pero no. Un intento que no fructifica. Un proyecto perfecto que el 'poder' impide concretar. Un fracaso. En esos parámetros se ha movido Eloi Badia, el concejal de los comunes que se convirtió en el gran 'hacedor' de Ada Colau y que ahora dice adiós, porque no volverá a formar parte de la lista electoral en las elecciones del 28 de mayo.

Una de sus actuaciones, muy criticada por la oposición, ilustra su forma de actuar. Llega en bicicleta a un acto como concejal de su distrito, en Gràcia. Pero el transporte limpio y sano lo había tomado dos calles antes, donde llegó en coche oficial. Sorprendido por miembros de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, Badia admitía el equívoco, al señalar que utilizaba el coche, pero que de casa al consistorio y del Ayuntamiento a casa utilizaba la bici. Y que, a veces, montaba la bici en el coche oficial que le llevaba a distintos puntos de la ciudad durante el día.

Otro ejemplo de sus aparentes contradicciones: el edil, impulsor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) --que restringe el uso de coches supuestamente contaminantes a la ciudad-- tenía entre su listado de bienes una furgoneta Volkswagen de 1994. No fue hasta que este medio publicó que tenía una van antigua cuando él se comprometió a deshacerse de su querida camper durante una entevista en RAC1. Esa anécdota le valió entre sus enemigos el apodo del concejal ecopijo de Barcelona.

EL CONCEJAL DE LA POLÉMICA

Badia, ingeniero, (Barcelona, 1983) se considera un activista social, que lucha por causas que tienen muchos impedimentos para poder ser una realidad. Pero, en gran medida, su frustración se debe a su incapacidad para llegar a grandes consensos con todo lo que ha pretendido cambiar en la ciudad de Barcelona. Ahora lo deja. No repetirá como miembro de los comunes en la lista de Ada Colau. Señala que la conciliación familiar, --con un hijo—no es compatible con su trabajo en el Ayuntamiento. Pero Badia es víctima de sus actuaciones. Ha estado en todas las salsas: en la ‘remunicipalización’ del agua, en la creación de una empresa energética, Barcelona Energia; en el intento de creación de una funeraria de gestión pública; en la gestión del cementerio de Montjuïc, donde se derrumbaron 144 nichos; y en el proyecto de reducción del turismo en la ciudad, además de protagonizar numerosas polémicas con vecinos en distintos distritos.

El presidente de Tersa y regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia / EUROPA PRESS

El presidente de Tersa y regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia / EUROPA PRESS

¿Se lo quita de encima Colau? De hecho es Badia quien buscó una plaza de funcionario en el consistorio cuando se convocaron nuevas plazas. Optó por la de técnico superior en ingeniería. Ingeniero industrial de profesión –activista en Ingenieros sin Fronteras, entidad que ha recibido subvenciones constantes por parte del Ayuntamiento— Badia quería trabajar en el consistorio sin el desgaste político como concejal. Pero, tras conocerse su intención, él mismo renunció a seguir el proceso, admitiendo que sí, que pensaba en un "plan B o C para después de la política", con el objeto de demostrar que no era un político que pensara en las "puertas giratorias".

Sus fracasos lo llevan ahora a pensar en otra vida profesional. Pero la entidad de la que es miembro, Ingenieros sin Fronteras, le puede servir para seguir alimentando sus proyectos de cambio, que han acabado en nada en su etapa como concejal.

TRAYECTORIA

Badia entró en el Ayuntamiento como miembro de Barcelona en Comú en sustitución de Raimundo Viejo, cuando éste fue escogido diputado en el Congreso. En ese mandato, el actual concejal de Emergencia Climática se ocupó del área de Presidencia y de Territorio. Una vez Colau apartó al PSC del equipo de gobierno –por apoyar el 155 durante el proceso independentista—se encargó de la concejalía de Presidencia, Agua y Energía y añadió al poco tiempo el área de movilidad. Siempre al frente del distrito de Gràcia, fue el número 12 de la lista de Barcelona en Comú en las elecciones de 2015. Ahora es concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, y también ejerce como vicepresidente de Medio Ambiente del Área Metropolitana de Barcelona. Pero no se ha olvidado de las grandes obsesiones de los comunes: es consejero de Servicios Funerarios, la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística, presidente de Cementerios de Barcelona y de Barcelona Ciclo del Agua.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia / EUROPA PRESS

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia / EUROPA PRESS

Antes de entrar en el Ayuntamiento, Eloi Badia trabajó como activista asalariado en distintas entidades, como la plataforma Aigua és vida; la Xarxa per la Sobirania Energètica y la Aliança contra la Pobresa Energètica. Esa última entidad es otra de las que ha recibido importantes subvenciones del Ayuntamiento, motivo por el que la Audiencia de Barcelona ha reabierto el caso judicial contra la alcaldesa Ada Colau, después de que un juez la hubiera archivado. Las causas de Badia como concejal han quedado embarrancadas o anuladas.

LA BATALLA DEL AGUA

Los comunes tomaron su proyecto de 'remunicipalización' como una bandera, con la idea de cambiarlo todo. Badia estuvo al frente. El primer objetivo, sacar adelante una multiconsulta con esa cuestión como punto central, se vio frustrada por una falta de mayoría en el pleno del Ayuntamiento. Pero el reglamento de Participación Ciudadana, necesario para la consulta, fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) en noviembre de 2019. El argumento es que no se sometió a un segundo periodo de exposición pública después de modificaciones "sustanciales" con posteridad a su votación. Otra razón importante es que las consultas municipales están sujetas a la normativa estatal. Deben ser aprobadas por los plenos municipales y por el gobierno central. Y eso no sucedió.

La otra cuestión relevante, en ese capítulo, fue la sentencia del Tribunal Supremo, también en noviembre de 2019, que corregía una sentencia anterior del TSJC, por la que la justicia avalaba la creación de la empresa mixta entre Agbar y el AMB que preside, precisamente, Ada Colau. Con esa sentencia se cerraba la posibilidad de ‘remunicipalizar’ el agua.

FUNERARIA Y CEMENTIRIS

La creación de una funeraria pública ha estado entre el listado de fracasos de Badia. La que fuera una medida electoral estrella de los comunes durante su primer mandato se ha desplomado en los últimos años con la formación de Colau al frente del consistorio. Los diversos varapalos que se llevó el partido en esta cuestión se llevaron el estacazo final en febrero de 2019, cuando el pleno municipal lo tumbó. Los intentos fallidos de los comunes, con Colau y Badia al frente, acabaron en lo contrario a lo prometido en campaña: la privatización del sector.

Al frente de Cementiris de Barcelona, Badia ha vivido capítulos como el derrumbe de 144 nichos en Montjuïc, al margen de los miles de desahucios que se han llevado a cabo por impago.

Grieta abierta tras el derrumbe de 144 nichos en el Cementerio de Montjuïc

Grieta abierta tras el derrumbe de 144 nichos en el Cementerio de Montjuïc

PESADILLA EN VALLCARCA

El paso de Badia por el gobierno municipal de Barcelona ha estado envuelto de polémicas vecinales. En el distrito que lidera, Gràcia, ha concentrado buena parte de estos conflictos. El enojo se visibilizó en las célebres fiestas del barrio, en agosto, cuando la plaza de la Vila de Gràcia abucheó de forma contundente a Badia.

Su gestión ha sido especialmente conflictiva en el barrio de Vallcarca i els Penitents. Una de sus guerras derivó de la supresión del parque de la Ronda de Dalt, una necesaria zona verde para contrarrestar los niveles de contaminación provocados por la presencia de la vía rápida sentenciada para edificar viviendas en su lugar.

Manifestación en Vallcarca para salvar el parque de la Ronda de Dalt / RP

Manifestación en Vallcarca para salvar el parque de la Ronda de Dalt / RP

La gestión del casal de Can Carol también ha ocasionado críticas hacia el regidor. Fuentes vecinales han denunciado reiteradamente a este medio que el procedimiento para adjudicar el día a día de este equipamiento se ha diseñado para "favorecer asociaciones okupas", que al mismo tiempo son "muy afines a los comunes", según algunos vecinos. El Distrito descartó así la propuesta de algunos residentes, que reclamaron que la gestión del centro dependiera de una empresa cultural sin "vínculo con entidades ni federaciones relacionadas con Vallcarca para favorecer la neutralidad del proceso" y se evitara así "cualquier tipo de desacuerdo vecinal".

El último desencuentro en el barrio ha derivado de la reurbanización de la Baixada de la Glòria. Los trabajos de esta vía principal barcelonesa han provocado la indignación vecinal después de que el Distrito haya rechazado en diversas ocasiones las propuestas de numerosos residentes para disponer de escaleras mecánicas de bajada. Cabe destacar que esta calle cuenta con 300 peldaños entre sus dos extremos.

TRES LLIRIS

La benevolencia de Badia con los okupas también se ha plasmado en la gestión del Casal Tres Lliris de Gràcia. Esta antigua comisaría de Policía Nacional okupada en noviembre de 2015 contó con la permisividad de los comunes después de que, en 2017, pactaran la cesión del local durante cuatro años con la Associació de Joves de Gràcia.

Los vecinos, afectados por el incivismo derivado de la actividad que se llevaba a cabo en el local, acabaron interponiendo una denuncia contra al Ayuntamiento que finalmente supuso la imputación de Badia, quien declaró por malversación y prevaricación el pasado mes de septiembre. La última cesión municipal al colectivo fueron los 40.861,41 euros destinados a obras de reparación del local, concretamente enfocadas a la adecuación del espacio para mejorar sus condiciones y sus características acústicas.

Mossos d'Esquadra en la casa okupa Tres Lliris / CEDIDA

Mossos d'Esquadra en la casa okupa Tres Lliris / CEDIDA

PUERTA A PUERTA

El sistema de reciclaje promovido por el concejal de Transición Ecológica tampoco ha despertado pasiones entre los vecinos, concretamente en los de Sant Andreu. De hecho, desde su implementación la lluvia de críticas ha sido casi tan aplastante como la desidia de Badia con esta cuestión.

El puerta a puerta ha resultado un nuevo fracaso del edil, que desde mediados de 2021 ha causado todo tipo de problemáticas. La suciedad y la presencia de ratas, la presencia de residuos a pie de calle fuera de horas o el ruido de los vehículos de recogida han sido algunos de los inconvenientes que los residentes han tenido que afrontar. La situación de extrema tensión entre los residentes y el concejal se ha plasmado en diversas manifestaciones y actos de protesta ante los que Badia ha mirado hacia otro lado y sin dudar en darles el plantón a los vecinos cuando ha sido necesario. Finalmente, tan solo ha conseguido implementar el sistema de recogida puerta a puerta en Sarrià, sin llegar a extender el modelo a barrios obreros fruto de la oposición vecinal y el desgaste político.

TERSA

Badia será recordado como el concejal de Emergencia Climática más contaminante gracias a Tersa. Sobre la compañía pública presidida por el edil pesa una denuncia por presunto delito ecológico debido a su elevada emisión de contaminantes.

A ello se suma la elevada factura que la compañía pasa al consistorio. Para garantizar el suministro eléctrico del Ayuntamiento y de las entidades municipales durante el pasado año, se destinaron 47.158.173,00 euros de las arcas municipales.  A los costes del pasado año se ha añadido una inyección extra con motivo del "aumento del precio de la energía eléctrica y añadidos normativos" que se ha situado por encima de los 11 millones de euros.

Planta de Tersa en Sant Adrià / TERSA

Planta de Tersa en Sant Adrià / TERSA

CRUCEROS

Los turistas tampoco han sido grandes amigos de Badia durante su paso por el gobierno barcelonés, especialmente aquellos que han llegado en cruceros. Junto a la regidora de Urbanismo, Janet Sanz, no ha dudado en criminalizarlos bajo la premisa de la contaminación.

El pasado julio, los ediles presentaron un informe para denunciar las externalidades negativas de éstos y se despreció la aportación a nivel económico que suponen estos visitantes para la ciudad. El posicionamiento de Badia y Sanz ha seguido la estela de otros concejales de Barcelona en Comú para el olvido, como Gala Pin, quien equiparó a los turistas con una "plaga de langostas".

ACOSO EN PARCS I JARDINS

El regidor de los comunes también ha ejercido como presidente del Institut Municipal de Parcs i Jardins, empresa que fue condenada a indemnizar a dos trabajadoras que sufrieron acoso por parte de su encargado.

Los hechos llevaron al sindicato CGT a pedir la dimisión del concejal, ya que consideraron que éste actuó con pasividad y que ignoró las peticiones de reunión que se le hacían para abordar el caso, por lo que le acusaron de abandonar las responsabilidades de supervisión. La pasividad de Badia contrastó con la fuerte reivindicación del sindicato, que convocó una protesta a las puertas del Ayuntamiento en la que se denunció la situación.

Protesta en el Ayuntamiento contra Eloi Badia por los acosos en Parcs i Jardins / DAVID GORMAN

Protesta en el Ayuntamiento contra Eloi Badia por los acosos en Parcs i Jardins / DAVID GORMAN

ZONA DE BAJAS EMISIONES

La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) ha sido otra de las medidas impulsadas en parte por Badia más criticadas. La dureza de las restricciones y su modo de implementación han ocasionado numerosas protestas vecinales y desde sectores económicos diversos. 

El castigo por la medida ha llegado, incluso, desde el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que tumbó la normativa al considerar que la zona afectada abarca un ámbito geográfico excesivo, restringe de forma demasiado estricta el tipo de vehículos afectados y tiene deficiencias en su elaboración. La cuestión está ahora en manos del Tribunal Supremo. Para lograr el beneplácito judicial respecto a las limitaciones, el gobierno municipal aprobó una nueva ordenanza más permisiva el pasado martes.