Dos cojines berlineses, en la calle de Dos de Maig, con unas señales de prohibido circular a más de 30 km/h / MA - JORDI SUBIRANA

Dos cojines berlineses, en la calle de Dos de Maig, con unas señales de prohibido circular a más de 30 km/h / MA - JORDI SUBIRANA

Movilidad

Los cojines berlineses invaden Barcelona: el Ayuntamiento instala más de 500

El objetivo es reducir la velocidad en calles secundarias, pero motoristas y algunos partidos aseguran que son muy peligrosos

5 abril, 2021 00:00

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El área de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona ha instalado 557 cojines berlineses en calles de la ciudad, han explicado fuentes municipales. Los citados elementos se han colocado con el objetivo de obligar a los vehículos a reducir la velocidad. Principalmente, los cojines se han puesto en vías secundarias, donde ya no se puede ir a más de 30 km/h.

Los cojines berlineses se pueden ver en calles del Clot, el paseo de Fabra i Puig, la carretera de la Bordeta, en Escorial, Pi i Margall, Sants, el eje de Creu Coberta, Sant Iscle, Cartellà o Cardenal Tedeschini, entre otras. En Dos de Maig, que une Glòries y Sant Antoni Maria Claret, se han instalado cojines en buena parte de la vía. Previamente, hay unas señales que informan de la obligación de ir como máximo a 30 km/h.

RECHAZO DE COLAU A RETIRARLOS

El pasado viernes, 26 de marzo, el grupo municipal de Ciutadans presentó un ruego en el pleno para reclamar la retirada de los cojines berlineses. El partido naranja considera que se trata de elementos peligrosos, especialmente para los motoristas. En conversación con Metrópoli Abierta la presidenta de Ciutadans en el Ayuntamiento, Mariluz Guilarte, dice que para reducir la velocidad se pueden poner otros mecanismos. "No atienden al sentido común. Son intervenciones sin rigor. Carecen hasta de señales previas". "No se puede poner cualquier elemento en la vía pública", apuntó el concejal Celestino Corbacho en el pleno.

Cojines berlineses en dos calles de Sants-Montjuïc / MA - RP

Cojines berlineses en dos calles de Sants-Montjuïc / MA - RP


La petición de Corbacho fue rechazada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que valora que los cojines berlineses no son peligrosos si los vehículos van a 30 km/h. "El principal motivo de los siniestros graves es la velocidad. Por eso, estamos poniendo radares y cojines berlineses, para evitar accidentes graves, muy graves y mortales en la ciudad", dijo. Colau sostiene que ir en coche a 30 km/h por encima de un cojín berlinés no supone un riesgo. "Si va a esa velocidad no son peligrosos y no le molestarán", le contestó la alcaldesa a Corbacho. A las motos, Colau no las mencionó.

EVALUCIÓN SIN DATOS SIETE MESES DESPUÉS

El pasado septiembre, en comisión municipal, el Ayuntamiento dijo que revisaría si los cojines berlineses son un riesgo para la circulación. La regidora de MovilidadRosa Alarcón, subrayó que si suponían un peligro se cambiarían. Ahora bien, Alarcón advirtió, como Colau, que el problema no eran los cojines sino la velocidad de los vehículos. Este medio ha preguntado al Ayuntamiento cuáles eran las conclusiones de la evaluación municipal anunciada hace siete meses, pero todavía no está cerrada. El consistorio tampoco ha concretado si se pondrán más cojines.

La rodilla de Albert, tras ser operado por el accidente en los cojines berlineses / CEDIDA

La rodilla de Albert, tras ser operado por el accidente en los cojines berlineses / CEDIDA


ACCIDENTE EN UN COJÍN BERLINÉS

Este marzo, Metrópoli Abierta informó del accidente de un motorista, Albert, en un cojín berlínés del paseo de Fabra i Puig. El accidente tuvo lugar el pasado 17 de febrero. Albert explica que cuando tuvo el percance acababa de salir de un semáforo y giró con una Scotter 125 "a muy poca velocidad". En el cojín, el vehículo patinó y Albert tuvo que apoyar el pie en el suelo para evitar males mayores y se destrozó la rodilla. El motorista ha sido operado y ahora está pendiente de iniciar la rehabilitación y de recopilar toda la información para ver qué tipo de reclamación presenta.

El exconcejal de Movilidad en Barcelona, Francesc Narváez, no ve problema si los cojines se ponen en el lugar apropiado, como una vía de un carril de circulación, y están bien señalizados. Aunque aboga, siempre que sea posible, por otro tipo de instalaciones para obligar a reducir la velocidad. Cita, por ejemplo, los lomos de asno, que son "recrecimientos de la calzada de pavimento que van de acera a acera". A diferencia de los cojines berlineses, el coche pasa con todas las ruedas por encima de los lomos, mientras que en los cojines lo hace solo con dos. Narváez sí que ve incorrecto instalar los cojines en calles de más de un carril de circulación. "Se ponen, a veces, junto al carril bus-taxi, y los conductores invaden esta parte para esquivar el cojín. Se ha abusado del cojín berlinés en calles en las que no es necesario".

Un coche pasa por encima de un cojín berlinés / METRÓPOLI ABIERTA - JORDI SUBIRANA

Un coche pasa por encima de un cojín berlinés / METRÓPOLI ABIERTA - JORDI SUBIRANA


EL PP, EN CONTRA

Para el concejal del PP, Óscar Ramírez, la instalación de los cojines berlineses es otra manera de "perseguir al vehículo privado", subraya Ramírez, que pide la retirada de estos elementos porque se han puesto sin consenso con los distintos agentes implicados. El edil añade que los cojines berlineses tampoco tienen el "aval técnico estructural" y no son, bajo su punto de vista, elementos para reducir la velocidad. "Los cojines berlineses son peligrosos y provocan múltiples accidentes. Son un obstáculo en medio de la calzada y cuando un vehículo de dos ruedas pasa por encima pierde la visibilidad y la adherencia", explica. Ramírez critica que también son ruidosos y afectan a la mecánica de los vehículos.

Jaime Alguersuari, portavoz de la plataforma Motoristes Barcelona, considera que los cojines berlineses "son un peligro mortal que no ha sido evaluado" y no cree que se los pueda considerar "como un método para reducir la velocidad por el riesgo que entrañan", explicó a este medio en enero. El expiloto lamenta que Barcelona carezca de una mesa con técnicos que valore, a medio y largo plazo, las decisiones que toma el Ayuntamiento.