Una trabajadora del SAD del Ayuntamiento de Barcelona, un servicio que presta entre otras empresas Suara / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Una trabajadora del SAD del Ayuntamiento de Barcelona, un servicio que presta entre otras empresas Suara / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Información municipal

Suara acapara contratos municipales de BCN mientras la acusan de acumular sanciones de inspección

La cooperativa se acaba de hacer con la gestión de dos centros de acogida de personas sin techo que le supondrán casi 29 millones de euros

27 mayo, 2023 00:00

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Hubo un tiempo en que nombrar a la cooperativa Suara en el Ayuntamiento de Barcelona era algo así como un talismán. Su antigua vinculación con el gerente municipal de Derechos Sociales desde 2015 llegó a despertar sospechas, especialmente si se tiene en cuenta que la facturación de la cooperativa al consistorio barcelonés supera los 45 millones de euros anuales. En la actualidad, el gerente ya no está, pero Suara sigue trabajando en temas sociales y se acaba de hacer con dos importantes contratos municipales que le reportan más de 14,4 millones de euros. El contrato municipal es, en principio, por dos años, pero se pueden acordar prórrogas por otros 24 meses, lo que totalizaría casi 29 millones de euros el próximo cuatrienio.

Se trata de la gestión de los servicios diurno y residencial temporal de primeras atenciones en las áreas de Zona Franca y de Sarrià. En otras palabras, se trata de centros de primeras atenciones para personas sin hogar. “En los últimos años, se ha producido un incremento de las personas en situación de vulnerabilidad social, con un evidente incremento de las personas que se ven obligadas a dormir en la calle en las ciudades de Europa. En el último recuento realizado en la ciudad de Barcelona, en mayor de 2021, se contabilizaron un total de 895 personas durmiendo en la vía pública, lo que representa un aumento del 36% respecto al recuento efectuado en 2008. En este mismo periodo, el número de personas atendidas en servicios residenciales especializados de entidades sociales y de la administración municipal ha crecido un 150%”, dice un informe municipal.

BUSCANDO EL APOYO INTEGRAL

Esta situación ha llevado a la Administración local a proveer medidas para atender a las “demandas de cobertura de necesidades básicas, socio-educativas y sanitarias de las personas en situación de sin hogar”. De ahí que tenga que externalizar los servicios de atención en los centros citados, ubicados en la calle 60 y en la calle Císter. Ahí se dará cobijo a las personas sin hogar, proporcionando atención social, servicio de higiene, apoyo sanitario y terapéutico, servicio de alimentación por la mañana, mediodía y noche y acogimiento nocturno de carácter temporal. A la licitación se presentaron dos ofertas por cada centro (el concurso se dividió en dos lotes, correspondientes a cada una de las residencias), ganando la de Suara en ambos casos.

Los dos centros citados llevan funcionando desde 2006 y en 2021 comenzaron a ampliarse para permitir ofrecer una atención integral a sus inquilinos. El nuevo diseño se está realizando teniendo en cuenta “el proceso participativo de las personas atendidas en los propios centros” y una “definición de espacios que faciliten la incorporación de la perspectiva de género en las intervenciones, así como la intimidad, autonomía y seguridad de las personas atendidas y de los profesionales”. Las obras se están todavía realizando, pero se espera que estén listas en este mismo año. ¿A quién dan servicios estos centros? A personas en riesgo de exclusión social. El 43,3% de las personas atendidas entre 2020 y 2022 fueron de Marruecos, seguidos de ciudadanos de España (24,34%), Argelia (6,3%), Perú (4,3%), Colombia (3,9%), Georgia (2,9%) y Senegal (2,9%).

100 MENÚS Y 100 CAMAS

El centro de Zona Franca dispone de 2.620 metros cuadrados construidos, mientras que el de Sarrià tiene 2.965 metros. En ellos, se pueden atender a 70 inquilinos simultáneamente como centro de día, además de dar servicio de duchas y ropero a 70 personas, 100 menús a mediodía y 100 camas por la noche.

Suara es una cooperativa sin ánimo de lucro que gestiona más de 35 servicios de educación, incluyendo escuelas infantiles, escuelas de adultos y servicios complementarios. La entidad explica en su portal que tiene más de 40 años de experiencia acumulada y que está integrada por “más de 4.500 trabajadores (el 88%, mujeres) y más de 1.200 personas socias de trabajo, atendiendo a más de 34.000 personas a través de casi 300 servicios que dan respuesta a la totalidad del ciclo vital de la persona: desde la atención a la infancia (con guarderías, centros de acogida de menores…), familias, personas vulnerables en riesgo de exclusión social, hasta servicios dirigidos a las personas mayores (centros residenciales, atención domiciliaria…)”.

DENUNCIAS SINDICALES

El nombre de la entidad, no obstante, se ha puesto en entredicho en los últimos meses, puesto que ha sido denunciada ante inspección de trabajo por supuestos fraudes a la Seguridad Social y por supuestamente vulnerar los derechos de sus trabajadores. En enero pasado, ya fue sancionada por vulnerar el derecho al descanso laboral de las trabajadoras del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD). En total, ha recibido ya 16 denuncias de la CGT, sindicato que ha ganado casi todos los pleitos hasta el momento, según explica esta organización.

Suara tiene la concesión del SAD de las zonas 1 y 3 de Barcelona (en la capital catalana hay 4 zonas) y está enfrentada al sindicato, que la ha denunciado por no respetar el derecho al descanso de los trabajadores, ya que no fija el tiempo de pausa para el bocadillo en medio de la jornada laboral, como sería correcto. CGT ha denunciado que se hacen horas extras que son cobradas “en negro” o que “no se reconocían como accidentes laborales los producidos ‘in itinere’ ni las enfermedades profesionales”. Este jueves, la plantilla del SAD protestó en la plaza Sant Jaume reivindicando el respeto al descanso laboral, a los permisos retribuidos, a la jornada laboral de 35 horas semanales, al plus de antigüedad, a la eliminación de la bolsa de horas y a mejoras salariales. “¿Cómo un Ayuntamiento denominado progresista y preocupado por la feminización de la pobreza puede permitir que un servicio esencial esté en estas condiciones?”, clamaba un comunicado de la central sindical.