Una de las agresiones terminó con una uña arrancada y contusiones en la nariz de un vigilante / CEDIDAS

Una de las agresiones terminó con una uña arrancada y contusiones en la nariz de un vigilante / CEDIDAS

Sucesos

Denuncian dos agresiones a vigilantes en el mercado de Sant Antoni

El sindicato ADN Sindical denuncia que los empleados de seguridad recibieron dos agresiones en cinco días

16 septiembre, 2021 12:43

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Los vigilantes de seguridad del mercado de Sant Antoni han recibido dos agresiones en los últimos días. En la última, el pasado 13 de septiembre, uno de los trabajadores tuvo que coger la baja después de que un hombre le atacar con puñetazos  y le arrancara parte de una uña. La agresión se produjo después de que el vigilante le llamáse la atención por no llevar mascarilla en uno de los aseos públicos.

El suceso tuvo lugar entre alrededor de las 18.00 horas. El supuesto agresor, de unos 30 años, trató de apartar al vigilante empujándolo cuando éste le pidió que se pusiera la mascarilla. Acto seguido, se lanzó sobre el vigilante y le propinó varios golpes y puñetazos, terminando la agresión con un mordisco en un dedo pulgar.

GOLPES, ESCUPITAJOS E INSULTOS

En la actuación para retener al individuo se sumaron dos personas más: un auxiliar del mercado y un segundo vigilante. El empleado atacado se defendió sacando su defensa personal y golpeando al hombre. Finalmente, los tres pudieron retenerle hasta la llegada de una patrulla de la Guardia Urbana mientras el atacante insultía y escupía a los trabajadores. La policía denunció al agresor por un delito menos leve de lesiones.

Cinco días antes, el 8 de septiembre, se produjo otra agresión a otro vigilante. Lo denuncia el sindicato ADN Sindical que advierte del aumento de estos episodios contra trabajadores del sector. En esta ocasión, el jefe de seguridad del recinto se dirigió a uno de los accesos al detectar que una pareja increpaba al personal de seguridad.

INCIDENTE CON UNA PAREJA

Cuando se acercó, la mujer se abalanzó contra él propinándole una patada en el costado y agarrándolo del cuello. Los empleados redujeron a la mujer en el suelo y el hombre, de unos 20 años, que llevaba un objeto punzante en la mano, cogió una botella de cristal con la que les amenazó. Finalmente desistió de lanzarla y huyó corriendo.