La Guardia Civil interviene un arsenal de armas oculto en un domicilio de Barcelona. Entre las 196 piezas encontradas, 21 son armas de guerra, como ametralladoras, rifles de asalto o subfusiles. La policía ha detenido al dueño del material.
Los investigadores sospechan que algunas de estas armas pudieran tener con objetivo el mercado negro. El propietario del material es un hombre jubilado, de aproximadamente sesenta años, y tenía un taller clandestino en su domicilio donde se dedicaba a fabricar parte del material.
TALLER CLANDESTINO
Al acusado se le imputa los delitos de tráfico de armas, depósito de armas, depósito de armas de guerra, de municiones, de explosivos y tenencia ilícita de armas prohibidas. El taller clandestino contaba con maquinaria industrial de precisión.
El encuentro de la Guardia Civil parte de una investigación de los servicios de información del mismo cuerpo en Madrid. Los agentes descubrieron a un grupo de personas que estaban negociando la compra venta de armas a través de Internet. Las pistas les llevaron hasta tres personas, el detenido de Barcelona, junto a otros dos detenidos más, en Bilbao y Jaén, y culminó con el registro de ocho domicilios en Madrid, Jaén, Murcia y Bizkaia.
