Dos personas salen de la zona acordonada y se reencuetran con su familia / A.V.D

Dos personas salen de la zona acordonada y se reencuetran con su familia / A.V.D

Sucesos

"Había más de diez cuerpos tendidos en el suelo"

Muchas de las personas que han presenciado el atropello se habían refugiado en comercios de la zona

17 agosto, 2017 19:21

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La mayoría de los transeúntes atrincherados en tiendas y restaurantes alrededor de La Rambla han ido abandonando la zona acordonada a medida que transcurría la tarde. Tras el cordón policial, familiares y allegados aguardaban impacientes a ver caras conocidas y muchos han empezado a relatar la angustia que han pasado durante las horas en que han estado confinados en establecimientos cercanos. Algunos lucían sonrisas por sentirse finalmente a salvo, mientras que otros no podían ocultar el nerviosismo y han roto a llorar o han cogido sus teléfonos de inmediato para tranquilizar a sus seres queridos.

"Había más de diez cuerpos tendidos en el suelo", ha comentado una mujer que se encontraba comprando tabaco en un estanco cercano cuando ha escuchado un ruido y ha visto a gente "correr y gritar". "La policia ha acordonado la zona muy rápido", ha detallado. Ella y otras personas han sido trasladadas al al bar Zúrich, en la plaza Catalunya. Al cruzar el cordón, otro grupo de turistas inglesas ha explicado, aún con lágrimas en los ojos, que se habían atrincherado en El Corte Inglés y temían por sus vidas.  

Un camarero del restaurante Chalito, en la misma Rambla, ha explicado cómo repentinamente su establecimiento se ha llenado de transeúntes buscando refugio. "No entendía qué pasaba, la gente venía en estampida y muerta de miedo", ha relatado. Acto seguido, la policia le ha mandado bajar las persianas de inmediato, como al resto de locales de la zona, que han acogido a los viandantes durante más de dos horas hasta que se ha rebajado la tensión.  

MOMENTOS DE HISTERIA COLECTIVA

Una madre, aún de la mano de su hija, ha relatado haber escuchado un sonido estridente y "a partir de ahí, todo ha sido caos". Ambas venían de Sabadell para pasar un día de compras en Barcelona y se han tenido que refugiar en un restaurante cercano a plaza Catalunya junto a un grupo de turistas. Según han explicado, la histeria se ha apoderado de muchos de ellos y se han vivido momentos de auténtica tensión, con varios ataques de pánico.

Un grupo de gente con los brazos en alto ante el despliegue policial / EFE-Andreu Dalmau

Un grupo de gente con los brazos en alto ante el despliegue policial / EFE-Andreu Dalmau


Un grupo de gente con los brazos en alto ante el despliegue policial / EFE-Andreu Dalmau

"El susto no nos lo quita nadie, se nos ha metido el miedo en el cuerpo para siempre porque nunca te esperas vivir una situación así y ahora te das cuenta de que le puede pasar a cualquiera", ha detallado la madre. De hecho, aún horas después del incidente se han vivido escenas de histeria colectiva con varias estampidas en las calles cercanas.

Ahora, muchos turistas esperan recibir alguna información sobre cuándo se reabrirá la zona acordonada para saber si podrán pasar las noches en sus hoteles. Por el momento, Turismo de Barcelona ha ofrecido alojamiento en los hoteles de la ciudad a aquellos viajeros que no pueden acceder a sus alojamientos. 

LOS TAXISTAS OFRECEN VIAJES GRATUITOS

"¿Alguien hacia Arco de Triunfo?", preguntaba a pleno pulmón un taxista barcelonés en la Rambla a la altura de Gran Vía. Como él, también han sido muchos los chófers de la asociación Elite Taxi que se han acercado a la zona cercana al atropello para transportar gratuitamente a los viandantes.

Los taxistas transportan gratis a los transeúntes cercanos a La Rambla / A.V.D.

Los taxistas transportan gratis a los transeúntes cercanos a La Rambla / A.V.D.


De hecho, los conductores han avisado de que si alguien veía un taxi ocupado por menos de cinco personas, levantara la mano o le hiciera un gesto para que sus compañeros lo trasladaran a una zona segura.

También han sido muchos los voluntarios que han reorganizado a las personas más desorientadas, especialmente a la gente mayor y a los turistas que no acababan de comprender lo que sucedía, para que pudieran compartir los taxis que se han acercado a la zona.