Valls junto con Arrimadas y Corbacho durante la campaña electoral.

Valls junto con Arrimadas y Corbacho durante la campaña electoral.

Información municipal

Valls y Ciutadans, un divorcio político tras un "calentón" de Rivera

El político galo y el partido naranja pactaron los votos de la investidura de Colau, aunque hasta el último momento existió la posibilidad de que Corbacho votara en blanco

20 junio, 2019 00:05

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Las relaciones entre Manuel Valls y Ciutadans han acabado como el rosario de la aurora. Este miércoles, el exprimer ministro francés ha comparecido ante la prensa por primera vez tras la ruptura del partido naranja con él. Valls ha dicho que "Ciudadanos está en una deriva grave. Cuando llegué a España era un partido liberal, progresista, europeísta y centrado. Luego acabó pactando con una formación iliberalreaccionaria y antieuropea”, ha recalcado.

A las pocas horas, la portavoz en el Congreso de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha respondido con dureza a Valls. "A nosotros nadie nos da lecciones de constitucionalismo. Nos hemos partido la cara en Cataluña. Hemos sufrido amenazas de muerte, agresiones y persecuciones", ha subrayado Arrimadas a la salida de la constitución del parlamento de Navarra. Arrimadas ha ido más allá en sus críticas al político francés y ha asegurado que que no va a "recibir lecciones de aquellos que han hecho alcaldesa de Barcelona a Ada Colau, una de las personas más sectarias y populistas que tenemos en España".

CIUTADANS VOTÓ EN BLANCO

Las cosas, sin embargo, no son tan simples. El pasado sábado, Valls, Eva Parera y Celestino Corbacho, tres de los concejales de la plataforma Barcelona pel Canvi-Ciutadans, votaron a favor de que Ada Colau repitiera como alcaldesa de Barcelona. Los votos de estos tres regidores fueron decisivos para que Colau alcanzara los 21 apoyos necesarios para salir reelegida y que pueda gobernar cuatro años con el PSC. Por contra, los otros tres concejales de la candidatura, Marilén Barceló, Paco Sierra y Mariluz Guilarte, votaron en blanco. Valls decidió apoyar a Colau para evitar que Barcelona tuviera un alcalde independentista, Ernest Maragall. Y lo hizo con el beneplácito de Ciudadanos.

Fuentes de Ciudadanos consultadas por Metrópoli Abierta aseguran que los votos de la investidura estaban pactados. Aunque a regañadientes, el partido naranja aceptó que la investidura de Colau era un mal menor para Barcelona. Las mismas fuentes indican que si se hubiera querido impedir que la líder de los comuns saliera reelegida, hubiera bastado con ordenar a Corbacho que votara en contra o en blanco, algo que, finalmente, no se hizo. Sin embargo, la posibilidad de que Corbacho votara diferente de Valls y Parera existió. Dos horas antes del pleno, una regidora de Barcelona en Comú reconocía no tenerlas todas de que Colau saliera elegida. Finalmente, se impuso el sentido común y Corbacho acató las directrices de la plataforma. Quedaba confirmado que los regidores votarían 3 + 3, es decir tres a favor y tres en blanco.

Dos días después de las votaciones, en pleno "calentón" por la colocación del lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera dio por finiquitadas las relaciones con Valls, explican desde el partido naranja. Rivera cortó apenas 24 horas después de que el líder de la formación en el Parlament, Carlos Carrizosa, descartara la posibilidad de romper y aseguraba que Ciudadanos compartía valores con Valls. En términos parecido se había expresado también Arrimadas en El objetivo de La Sexta. Pero, al día siguiente, fue la encargada, de anunciar el divorcio.  

CIUDADANOS ACOGE A QUIEN INVISTIÓ A COLAU

Tras la ruptura de Ciudadanos con el político galo, Celestino Corbacho también lo abandonó para ir a engrosar las filas del grupo municipal de Ciutadans pese a haber votado a favor de la investiura de Colau, es decir que el partido naranja rompe con Valls por haber investido a Colau, pero acepta en su seno al exalcalde de Hospitalet, que si hubiera votado en blanco en la investidura la alcaldía hubiera sido para Maragall.

Si Rivera ha cortado con Valls es por las muchas diferencias políticas que hay entre ambos. Así lo ha reconocido este miércoles el propio Valls. La principal, quizá, ha sido las continuas críticas de Valls a Ciudadanos por su flirteo con el partido ultraderechista Vox. La ruptura se produjo el lunes por un calentón de Rivera por el lazo amarillo, pero perfectamente podría haber venido del otro lado. Valls, seguramente, se sentirá ahora mucho más cómodo.