Una sala de la Comisaría de Extranjería de Barcelona, con una multitud de gente esperando para ser atendida / PM

Una sala de la Comisaría de Extranjería de Barcelona, con una multitud de gente esperando para ser atendida / PM

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El calvario de los extranjeros en Barcelona

La comisaría de Rambla Guipúscoa da citas previas pero una vez allí hay que esperar una o dos horas para ser atendido

24 noviembre, 2018 08:55

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Una cola de 50 personas se enrosca en la sala de trámites de la Comisaría de Extranjería en Rambla Guipúscoa. Todas ellas tienen cita previa a diferentes horarios durante la mañana, pero casi todos van tarde, porque han llegado poco antes de la hora programada creyendo que serían atendidos a horario, pero se encuentran con una cola para pedir número, y luego una sala de espera bastante concurrida. 

En la Comisaría de Extranjería de Rambla Guipúscoa se realizan trámites como la expedición de la Tarjeta de Identificación de Extranjeros (TIE) a ciudadanos no comunitarios, las autorizaciones de retorno, los certificados de registro para ciudadanos de la Unión Europea y las asignaciones de NIE a ciudadanos comunitarios, no residentes.

MESES DE ESPERA PARA LA CITA PREVIA

La gestión de la tarjeta de identidad es fundamental --entre otras cosas-- para los extranjeros que deben viajar fuera de la Unión Europea, ya que en caso de no tener la documentación al día podrán salir, pero no regresar a España. El problema principal es que últimamente es muy complicado conseguir citas previas en Barcelona, incluso en comisarías de otras poblaciones.

“Estás semana tras semana sentada frente al ordenador intentando conseguir una cita previa para poder hacer el trámite del NIE y es imposible, yo al final la conseguí pero porque me la pidió una abogada, porque yo ya estaba cansada y me caducaba el documento”, comenta una mujer mientras espera en la cola de la comisaría.

FALTA DE RECURSOS

Es evidente que en esta área faltan recursos, por lo que los pocos empleados que trabajan allí están más que colapsados, aunque la mayoría mantiene un buen trato con la gente. “Siempre es así, hoy es un día tranquilo”, asegura una de las administrativas encargada de tomar las huellas para la TIE. Mientras tanto, hay más de 100 personas en la sala contigua a donde está ella, y un promedio de una hora u hora y media de espera, para personas que se han acercado allí con una cita previa que han conseguido meses o semanas atrás.

La larga cola que se forma en la entrada de la sala donde se tramita la TIE es atendida por una sola persona. Una mujer amable que no solo debe chequear que todo el mundo haya pagado la tasa y tenga cita antes de pasar a la sala, sino que también responde a las preguntas de algunos despistados que llegan sin cita a probar suerte. Pocos extranjeros se quejan de la situación, más bien nadie dice nada, solo se oyen suspiros y se ven caras de preocupación por perder una mañana o tal vez un día entero de trabajo para realizar un trámite.