“Nos llamaron para decirnos que venía un técnico, pero nunca se nos dijo que vendría la alcaldesa, y mucho menos que vendría a hacerse fotos. Encontramos muy feo por su parte este acto de publicidad tan cutre”. Así se despachaba el Sindicato de Manteros de Barcelona y el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes contra la alcaldesa Colau tras su visita fantasma con fotos en Instagram. Publicidad cutre es la evidencia de la ruptura de la alcaldesa con estos colectivos, otrora el epicentro de su política y en la actualidad un mal recuerdo para sus miembros. Y encima, la foto. Una foto que simboliza un insulto.

No soy partidario ni de los manteros ni de los vendedores ambulantes que no pagan impuestos, porque básicamente ya hacen bastante con sobrevivir y por soportar a las mafias que siguen campando alegremente facilitándoles el material que deben vender sí o sí, porque lo pagan por adelantado. Pero menos partidario soy de aprovecharse del personal en beneficio propio.

La semana de la alcaldesa es de traca. Manteros y vendedores ambulantes y “cuadrito” del rey en el Salón de Plenos por imperativo legal, según dijo la alcaldesa en el pleno, vendido como argucia –se asemejó a aquel astuto Mas que nos ha llevado por el pedregal– y acompañado con otra foto de la primera edil, esta vez con mascarilla republicana. Por último, Jordi Cuixart elegido como pregonero de las fiestas de Gracia por imposición del concejal Eloi Badia. Siendo Badia que sea por imposición no es noticia. La pregunta es si es necesaria la presencia de Cuixart en unas fiestas a sabiendas que generará división y confrontación, y que recuerdan los peores momentos de tensión en la sociedad catalana. ¿Por qué lo hace Badia? Quizás, el concejal piensa en el futuro y tener contenta a ERC es positivo para acercar posturas en un cercano mañana, el que llegará tras las municipales. Según el último sondeo municipal ERC y Comunes podrían gobernar y nunca está de más mimar al posible socio, aunque te repruebe en el pleno. El PSC ha protestado por la designación, pero se queda corto porque la jugada va más allá de la presencia de Cuixart.

Badia se cuida del futuro de Colau y de sus amigos como se ha podido comprobar en el último concurso que el Tribunal de Contratos de la Generalitat ha suspendido un contrato de un millón de euros que se declaró desierto y fue de nuevo convocado. Las malas lenguas afirman que el concurso debía ganarlo una empresa socia habitual de las veleidades del concejal. Algo debe haber para que el Tribunal de contratos lo paralice tras la denuncia de una empresa. De eso no se sabe nada, no hay foto. No luce como los manteros, la mascarilla republicana o la elección de Cuixart. Salvando al señor Cuixart que no engaña y defiende sus postulados, el ayuntamiento ha entrado en una deriva de propaganda cutre. De gobernar seguimos sin saber nada más allá de las canalladas que están convirtiendo a Barcelona en una ciudad antipática y aburrida. Gobernar es un verbo que Colau y Badia no conjugan en primera persona. Y el PSC sigue haciéndoles de muleta, una lástima para los progresistas barceloneses.