Barcelona 2021: año extraordinario, presupuesto extraordinario

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Actualizado: 15/12/2020 19:32 h.
montse ballarin

Montserrat Ballarín Espuña

Concejal de Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interno y Hacienda

Montserrat Ballarín es concejal de Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interno y Hacienda y del distrito del Eixample de Barcelona

El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona vota el 23 de diciembre la aprobación definitiva del presupuesto para 2021, acompañado de las ordenanzas fiscales. El próximo año se prevé una caída del PIB de la ciudad en torno del 11%, por lo que, aunque la pandemia previsiblemente remita, las necesidades de la ciudadanía y muchos sectores económicos serán diferentes y superiores a las imaginables hace nueve meses, es decir, serán extraordinarias.

Esta situación precisa una respuesta global y coordinada de Europa, España y Cataluña, pero también el gobierno de la ciudad ha de poder inyectar recursos adicionales. Recursos para la emergencia social, recordando que una de cada tres personas trabajadoras se ha visto afectada por un ERTE o, por desgracia, ha sido despedida. También recursos para preservar y reactivar la actividad económica, poniendo el acento en los sectores más golpeados por la crisis, como la restauración, el turismo, el comercio, la cultura o el deporte, entre otros.

Para este 2021 extraordinario, como gobierno local elaboramos un proyecto de presupuesto extraordinario, que es expansivo. Prevé 3.231 millones de euros a disposición de la ciudad y las nuevas prioridades; es decir, un 6,5% más de recursos que en el presupuesto de 2020 y 528 millones de euros más que si lo prorrogáramos.

Este crecimiento será posible congelando, e incluso con alguna rebaja, los impuestos y tasas locales. Provendrá de las aportaciones extraordinarias que recibiremos del Estado, sobretodo gracias a los bien nutridos Presupuestos Generales del Estado que pronto serán aprobados definitivamente en las Cortes Generales. También es posible gracias a la suspensión para 2020 y 2021 de la estabilidad presupuestaria para los entes locales, suspensión que también es extraordinaria.

En definitiva, nuestro Ayuntamiento hará lo que haría cualquier persona o empresa que pasa por una situación transitoria complicada (porque todo esto pasará, ¡no lo olvidemos!): echar mano de lo que tenía ahorrado y recurrir al crédito. Por suerte, nuestra solvencia financiera nos permite hacerlo sin hipotecar el futuro.

¿Cuál sería el corolario perfecto para la extraordinariedad del año 2021 y del proyecto de presupuesto del gobierno municipal?  A mi juicio, sólo uno: que contara con un apoyo también extraordinario el próximo 23 de diciembre. Esperamos hacerlo posible.

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