Las elecciones municipales de mayo serán decisivas para la suerte de los dos grandes partidos de ámbito nacional, el PSOE y el PP. Las victorias en los ayuntamientos anuncian lo que sucederá en el gobierno central. Y las esperanzas de las dos grandes formaciones son muy distintas. Mientras el PP espera que el mapa de España se tiña de azul, con la mayoría de capitales de provincia en sus manos, los socialistas necesitan dos grandes triunfos, en Sevilla y en Barcelona. Y lo más cercano, ahora, es ganar en la capital catalana. A ello se aferra el PSC y el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El PP, sin embargo, tendrá una responsabilidad importante en Barcelona. No podrá ganar, o lograr la alcaldía, pero sí puede determinar quién será el nuevo alcalde. La decisión será de Daniel Sirera, candidato del PP a la alcaldía, y de Alberto Nuñez Feijóo. De los dos. Sirera, un hombre de partido, con experiencia, dice que sus jefes serán “los ciudadanos de Barcelona”, pero todo el PP deberá calibrar bien si sus votos pueden o no servir para que el socialista Jaume Collboni se haga con la vara de mando de la ciudad.

La alternativa, si valoramos las encuestas que se han ido publicando, será Xavier Trias, o Ada Colau, mientras que el candidato de ERC, Ernest Maragall, parece descolgado para la lucha final. ¿Podrá Sirera facilitar la alcaldía a Trias, gracias a los tres, cuatro o cinco concejales que consiga? Trias es el exalcalde moderado, el que quiere ahora volver sobre sus pasos para gobernar la ciudad, pero es también el exalcalde que puso la ciudad a disposición del independentismo, que no rechazó en ningún momento, pese a que él, personalmente, no ha sido independentista en su vida. ¿Facilitará Feijóo la alcaldía al candidato del partido de Carles Puigdemont, a los irredentos que en el Congreso acusan a ERC de haberse bajado los pantalones frente a Pedro Sánchez?

La disyuntiva no es menor, porque el PP de Barcelona tiene una hoja de servicios importante, siempre dispuesto a pactar iniciativas en el consistorio en aras de mejorar la calidad de vida de los vecinos de la ciudad. Es el PP de Alberto Fernández, es ahora el PP de Daniel Sirera, que, con mayor o menor acierto a lo largo de los años, han mantenido un electorado de centro-derecha que había visto con buenos ojos la gestión de alcaldes como Maragall, Clos o Hereu.

Al margen de un acuerdo que se considera ya cerrado entre los comunes y ERC, que podría permitir al partido de Colau seguir en el equipo de gobierno, pero, seguramente, sin su liderazgo, las otras alternativas pasan por entendimientos entre los socialistas, la lista de Xavier Trias y el PP de Daniel Sirera, en ese orden. ¿Qué decisión tomará Sirera y Feijóo, a pocos meses –a partir de mayo—de unas elecciones generales? ¿Lo mejor para la ciudad o lo mejor para el partido pensando en el conjunto de España?