Ada Colau y su comadre Laura Pérez, concejala de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI/AJBCN inaugurarán en Barcelona un chiringuito para reeducar a los hombres. El futuro Centro de Nuevas Masculinidades catalogará, adoctrinará y entrenará a las Masculinidades Tradicionales Dominantes (DTM), Masculinidades Tradicionales Oprimidas (OTM) y Nuevas Masculinidades Alternativas (NAM). Los llamados centros de reeducación retrotraen a los campos de trabajo y producción para los trabajadores de Hitler. Los gulags de Stalin. Los campos de internamiento de Mao para la minoría uigur. Los centros franquistas de internamiento y reeducación de mujeres a cargo de Pilar Primo de Rivera. Y los campos de concentración de homosexuales y enfermos de sida de Fidel Castro. Todos ellos, ejemplos históricos nada recomendables de libertad y revolución para la Sección Feminoide de guardianas de las esencias del nuevo orden colauita. 

Según los planes de la alcaldesa y amigas de su círculo de calceta política, se trata de “flexibilizar la masculinidad estricta que hemos tenido hasta ahora” (frase ambigua que no se sabe si lo que pretenden es que se permita entrar a las espías de Colau hasta en los lavabos de hombres). Además, amenazan con “ampliar la red de Escuelas por la Igualdad y No Discriminación” mediante una costosa campaña de márketing con publicistas afines que “promoverá el carácter abierto de Barcelona”. Se refiere, seguramente, a la de antes de Colau, porque solamente ella y las suyas clasifican a los seres masculinos como razas de ganado. Pero es que desde que su súper macho Iglesias las ha dejado solas, andan como desnortadas y desatadas.

De ahí que su referente sea la gran pensadora Laura Camargo. Una podemita profesora de lengua española en Mallorca que descubrió que “la masculinidad es la construcción cultural de género que designa el rol de los varones en las sociedades patriarcales”. Otra sabia internacional es la revolucionaria de lujo Beatriz Gimeno, estudiante de lenguas semíticas, directora del Instituto de la Mujer y la diputada más capitalista de Podemos, ya que vive de sus copiosas rentas inmobiliarias y de la política. Expresidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, se la conoce por ser la ideóloga de “la penetración anal de los hombres para lograr la igualdad.” Autora de ensayos como Por el culo, políticas anales, sostiene que “me interesa mucho el culo masculino”.

Con amigas como estas en Madrid, Colau no es nadie en la costra podemita española sin la protección de su amiguete Pablo. De ahí que, para mendigar algo, monte su centro de reeducación para hombres. Una duda es si sus alumnos deberán someterse a pruebas anales a cargo de señoras que no tienen estudios de proctología, ciencia médica que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de todas las enfermedades que afectan al ano, el recto y el colon: hemorroides, fisuras y fístulas, abscesos rectales, estreñimiento, colitis ulcerosas... Porque estas dolencias, por desagradables e incómodas que sean, se curan, mientras que la imbecilidad extrema se contagia, se expande y no tiene remedio. Por eso la pregunta es: ¿quién educará a las reeducadoras como Ada y compañía?