La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, critica la dejadez del pabellón de Can Cuiàs / A.M.

La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, critica la dejadez del pabellón de Can Cuiàs / A.M.

¿Quién hace Barcelona?

"Las bicicletas deberían tener matrícula y seguro obligatorios"

Entrevista a Maria Assumpció Vilà, Síndica de Greuges de Barcelona

4 mayo, 2017 17:53

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Barcelona ha sufrido una gran transformación en los últimos años y asiste a nuevas problemáticas en la segunda década del siglo XXI. El turismo, los precios de los alquileres, la venta ambulante y la convivencia entre ciclistas y peatones son temas que suscitan muchas tensiones entre los barceloneses. Desde mayo de 2010, Maria Assumpció Vilà (Barcelona, 1944) es la Síndica de Greuges de la ciudad. Con una gran experiencia en el mundo asociativo y de talante afable, es la receptora de las quejas de los vecinos. Vilà atiende a Metrópoli Abierta en su despacho de la Ronda de Sant Pau.

¿Qué problemática genera más tensión en Barcelona?
Sin duda, la vivienda. Aunque ahora han disminuido, en los últimos años nos han llegado muchas quejas. Primero fueron los desahucios por impagos de los créditos hipotecarios y, actualmente, tenemos muchas quejas de desahucios por los precios de los alquileres. En 2014 recomendamos al Ayuntamiento que interviniera porque es más rentable anticiparse al problema y afrontar el pago desde los servicios sociales que buscar un nuevo inquilino y pagar una pensión a la persona desahuciada. Una pensión no es el sitio ideal para vivir. En el tema de la vivienda no se hizo un planteamiento adecuado y nadie previno la crisis. Numéricamente no es el asunto que tenemos más denuncias, pero cada caso es un drama.

¿Han recibido muchas quejas por ruidos?
Sí. Barcelona es una ciudad mediterránea, ruidosa, y somos personas con nuestro temperamento. También influye el clima, porque la gente pasa muchas horas en la calle. Tenemos quejas por ruidos en las plazas de Gràcia. Aunque los bares y los negocios de restauración cumplen los horarios, mucha gente vuelve a las plazas después de que las rieguen y hacen botellón. También hemos recibido quejas en el Poblenou, en la zona próxima al Razzmatazz, donde tuvimos que vallar una finca pública porque la gente se colaba por las noches. Un tercer foco conflictivo es la calle Blai, donde promovimos una mesa entre vecinos, restauradores y Ayuntamiento que tuvo mucho éxito. Se hizo un plan de uso específico para la zona que dio buen resultado.

"No puede ser que la ciudadanía de Barcelona criminalice tanto el turismo y lo perciba como un fenómeno negativo"

La población de Barcelona es muy distinta a la de hace 20 años. ¿Cómo es la convivencia entre culturas diferentes?
En los últimos años se han producido muchas quejas. Nosotros, de entrada, no podemos intervenir en asuntos entre particulares porque no tenemos competencia en esta materia, pero sí podemos asesorar a la gente y remitirles a la Guàrdia Urbana. Es cierto que hay problemas entre vecinos, a veces de culturas diferentes, pero curiosamente este fenómeno no tiene un gran impacto en Ciutat Vella. Debemos garantizar la buena convivencia y reclamamos más efectivos policiales para que se puedan atender conflictos que no tiene la gravedad de un accidente o un crimen.

En 2016 se multiplicaron las denuncias relacionadas con el turismo, uno de los temas que suscita mayor debate en Barcelona.
No puede ser que la ciudadanía, ya sea en Barcelona o en otra localidad, criminalice tanto el turismo. No puede percibirse como un fenómeno negativo ni debemos crear la sensación de que los turistas están invadiendo el terreno. Barcelona es una ciudad de éxito y a los agentes implicados tal vez se les ha escapado el control de las manos. En esta problemática se está trabajando desde el último año de gobierno de Xavier Trias. Las zonas más afectadas son la Barceloneta, Ciutat Vella, el entorno del Parc Güell y la Sagrada Familia. Estamos satisfechos de nuestra intervención, pero nos preocupa el incremento de los alquileres en Barcelona por culpa de los pisos turísticos. El aumento de precios está siendo muy duro.

Los precios han crecido más de un 10% en el último año...
Un ejemplo claro lo tenemos en Sant Antoni, donde los vecinos están liderando las protestas. El Ayuntamiento no puede controlar esta problemática, ya que está sujeta a la ley de la oferta y la demanda. Es un tema que da miedo porque se expulsa a los habitantes de la ciudad y la gente joven no puede seguir viviendo en los barrios en los que nacieron. De seguir esta tendencia, el problema se trasladará al área metropolitana, donde también subirán los alquileres.

Vecinos de Poble Sec concentrados contra el aumento de precios de alquiler / Twitter

Vecinos de Poble Sec concentrados contra el aumento de precios de alquiler / Twitter

Ciudades como París y Berlín han optado por regular los precios de los alquileres
Sería positivo, pero el propietario de un piso también tiene derecho a obtener un beneficio del mismo. Lo que no nos gustaría es que Barcelona se convierta en una nueva Venecia, donde ya no hay ciudadanos nativos.

¿Es insuficiente el parque público de alquiler?
Sí. Es claramente insuficiente. El actual proyecto llega tarde porque la crisis ha provocado muchos impagos de las hipotecas y los alquileres actuales no son accesibles para muchas personas. Debería haber un parque de pisos sociales condicionado a los ingresos de las personas más vulnerables. El precio del alquiler no debería superar el 30% del sueldo.

¿Las políticas de vivienda del Ayuntamiento van en buen camino?
Nosotros, sobre el papel, estamos totalmente de acuerdo con lo que ha previsto el Ayuntamiento, pero ahora hace falta que se haga y se cumpla.

Muchos comerciantes también se quejan de la proliferación de la venta ambulante. ¿Se ha actuado bien en este tema?
Este fenómeno no tiene una solución fácil porque necesita la implicación de todas las administraciones: el Ayuntamiento, la Generalitat y, sobre todo, el Gobierno Central, con la ley de extranjería. Es evidente que el Ayuntamiento debe impedir la invasión del espacio público para la venta de género ilegal. Ahora se ha presentado una cooperativa para las personas que se dedican a la venta ambulante, pero debemos tener en cuenta que solo es para 15 individuos. Este problema no se arregla solo con la persecución policial.

"Lo importante es que se escuche a la gente antes de hacer un proyecto como el del albergue juvenil de la Vila Olímpica"

¿Se está utilizando el problema de la venta ambulante con fines políticos?
Pido a las formaciones políticas que no utilicen esta problemática como herramienta para atacar al gobierno de la ciudad. Este tema ya lo padecieron los anteriores gobiernos de Hereu y Trias, aunque ahora puede tener una dimensión mayor. La venta ambulante ha abandonado el Passeig de Gràcia y parece que ahora hay menos productos falsificados para evitar las denuncias.

En la Vila Olímpica también están que trinan con el nuevo albergue juvenil que se está construyendo.
La Vila Olímpica está ya muy saturada y solo falta un centro de 2.500 metros cuadrados con capacidad para 440 personas. Los vecinos piden que el Ayuntamiento pare las obras. Nosotros hemos solicitado un informe, pero no tenemos la solución por escrito y nos dicen que no recularán por la inversión que han hecho. Los vecinos querían una biblioteca o un centro para el barrio. Lo importante es que se escuche a la gente antes de hacer un proyecto. Y volviendo al turismo, los barrios con más aglomeraciones deberían tener una compensación. La tasa que recibe el Ayuntamiento debería ser superior a la que obtiene la Generalitat porque se trata de un tema de ciudad.

"El problema de las bicicletas y los peatones es el incivismo; tenemos que aprender a convivir los unos con los otros"

En la FAVB aseguran que el carril bici es, tal vez, el mayor foco de tensión entre ciudadanos.
Es un espectáculo. El uso de la bicicleta a gran escala es relativamente nuevo en Barcelona. Comenzó hace pocos años y se ha extendido mucho. Al principio, los ciclistas iban por las aceras y la gente reclamaba que quería pasear tranquilamente. El problema de las bicicletas y los peatones es la falta de civismo. Tenemos que aprender a convivir los unos con los otros; tal y como hicimos con la avalancha de motos que hubo en Barcelona. En una ciudad con unos índices de contaminación muy elevados debemos potenciar el uso de las bicicletas, pero todavía hay pocos carriles y los bidireccionales (buf) son muy peligrosos. Todavía recuerdo el día en que un ciclista me dijo que prefería ir a pie si tenía que parar en todos los semáforos. Muchos peatones, por otra parte, cruzan la calle sin mirar.

¿Las bicicletas deberían tener un seguro obligatorio?
Ésta es una recomendación que hemos hecho y ha sido muy criticada en algunos ámbitos. Queremos que las bicicletas tengan una matrícula, ya que sería mucho más fácil combatir los robos. También sería necesario un seguro básico, muy barato. No podemos olvidar que en los últimos meses se han producido dos muertes en accidentes con bicicletas. El Ayuntamiento está a favor del seguro obligatorio, pero en contra de la matriculación. Los colectivos de ciclistas, por su parte, se nos han tirado encima por este tema.

¿Por qué todavía hay tantas cacas de perro en las aceras de Barcelona?
Es otro tema que suscita un debate apasionado. El perro es un animal de compañía fantástico que soluciona muchos problemas a la gente, pero debe estar educado. La limpieza ha mejorado mucho, pero no es suficiente. Últimamente hemos recibido quejas de dos pipicanes que la gente utiliza por la noche: el de la Avenida Mistral y el de Gran Via con Nàpols, ya que son muy ruidosos por la noche. Deberíamos limitar sus horarios, igual que hacemos con los bares. Cuando hice esta propuesta, al día siguiente vino un vecino de la protección de animales quejándose porque él trabajaba hasta tarde.

El año pasado se abrió ya una playa para perros.
Sí, pero nos dicen que es insuficiente y piden más espacios.

Maria Assumpció Vilà firmando su renovación en el cargo junto a Ada Colau

Maria Assumpció Vilà firmando su renovación en el cargo junto a Ada Colau

¿Tienen buena sintonía con el actual gobierno de la ciudad?
Yo siempre he tenido una buena sintonía con los tres gobiernos municipales; tanto con Jordi Hereu como con Xavier Trias y Ada Colau. Nos respetamos mutuamente, solo faltaría, aunque supongo que cuando critico no les gusta.

¿En qué temas son más receptivos?
En todos, pero especialmente en los sociales. Con los gobiernos de Hereu y Trias ya se avanzó en los temas sociales, pero ahora las necesidades han crecido y se han tenido que poner más recursos. Los que antes eran clase media han empezado a utilizar los servicios sociales y es necesario poner más personal para atender a estas personas. No es aceptable que las personas con emergencia social tengan que esperar tres semanas o un mes para una primera visita.

"La relación con el Ayuntamiento es buena, aunque a veces la respuesta a las quejas vecinales es demasiado lenta"

¿Y en qué tema no se les escucha?
No sabría deciros un tema concreto, ya que en general la relación es buena. Eso sí, cuando trasladamos las quejas de los vecinos a veces la respuesta es demasiado lenta, dependiendo de las áreas.

¿Es demasiado caro morirse en Barcelona?
Los precios son abusivos y falta transparencia. Muchos vecinos nos han traído facturas intolerables. Es necesario que las empresas sean más transparentes a la hora de explicar los suplementos que entran en un entierro. También creemos que falta competencia, ya que ahora solo hay dos empresas en Barcelona. Si pudieran entrar otros operadores, de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda, la actitud sería diferente. Por otro lado, confunde mucho que todo el mundo piense que se trata de un servicio municipal cuando en realidad el Ayuntamiento solo tiene el 15%.

¿La funeraria pública es la solución?
No lo sé, pero lo que está claro es que si entran más operadores, ya sean privados o públicos, habrá más competencia. No puede ser que morirse en Madrid, por ejemplo, sea un 50% más barato. Para rematarlo, el IVA del 21%, cuando se trata de un servicio esencial, es incomprensible.