'La Niña' llegará este invierno a Barcelona: así se forma y afecta el fenómeno meteorológico
'El Niño' y su opuesto determinan, desde la zona más ecuatorial del océano Pacífico, las tendencias climáticas de todo el mundo
En la zona más ecuatorial del océano Pacífico, trazando una línea recta que parte del Ecuador, y atravesando las Islas Galápagos en dirección al continente oceánico, encontramos dos fenómenos globales opuestos que determinan, de forma más o menos directa, las tendencias climáticas del resto del mundo.
Se trata del fenómeno de El Niño, y su opuesto de La Niña, y cuya causa se debe a la temperatura superficial en ese espacio del Pacífico. Cuando la temperatura en esta zona es más cálida, pasa a llamarse “Niño”, mientras que si la temperatura tiene una anomalía más fría, recibe el nombre de “Niña”.
¿En qué punto nos encontramos?
Entre ambos eventos, se produce una fase neutral. Durante esta fase, si la temperatura del mar está con anomalías de -0,5 °C durante siete meses seguidos, se establece que el fenómeno de “La Niña” es el evento predominante.
En este caso, nos encontramos en un momento de transición entre El Niño que hemos tenido durante este último año, y La Niña que se espera para los meses de invierno y cuyo pronóstico se mantiene en un 60 % de probabilidad de que se produzca dicho evento entre los meses desde septiembre-noviembre hasta enero-marzo de 2025.
[Imagen 2 - Previsión del fenómeno de “El Niño/La Niña. Fuente: ECMWF]
Consecuencias de “La Niña”
Como es evidente, las repercusiones directas de este fenómeno se dan, con mayor afectación, en el propio entorno donde se producen, es decir, en el Pacífico. Ahora bien, lo que llamamos “teleconexiones” permiten estudiar los efectos que pueden tener fenómenos climáticos determinados en lugares del resto del mundo.
Uno de los primeros efectos a nivel global es el descenso de la temperatura en todo el mundo. Como “La Niña” es el evento frío de este fenómeno, toda la región en la que se produce, se enfría, generando una termorregulación a escala planetaria. Si bien es cierta la teoría, a la práctica, la actividad humana y sus efectos en la temperatura de todo el mundo hacen desvirtuar sus efectos.
Otra de las consecuencias se da en el Atlántico, con un aumento del número de huracanes. También se incrementan las precipitaciones en las Islas de Hawái. En contrapartida, suele haber un número masivo de incendios forestales en el estado de California.
¿Cómo afecta “La Niña” a Barcelona?
Los efectos que puedan tener ambos regímenes atmosféricos en Barcelona se basan en tendencias y patrones observados en el pasado. Esto es, no establece una causa-consecuencia directa, sino que se pueden favorecer unas condiciones de escenarios más, o menos, secos/húmedos, y más, o menos, cálidos/fríos.
En el caso de nuestra región, en Europa Occidental, el fenómeno de La Niña, a diferencia de El Niño, suele ir asociado a la llegada de temperaturas más frías. Además, y aunque no guarda ninguna relación con eventos extraordinarios de precipitaciones, en años con una Niña fuerte, se suelen compensar los efectos del déficit hídrico de El Niño. Como decimos, aun así, no tiene por qué ser estrictamente siempre de esta forma, ya que la atmósfera es un conjunto de factores muy cambiantes.
Por tanto, aumenta la probabilidad de tener inviernos más fríos y mayores precipitaciones con la llegada recurrente de temporales.
Ahora bien, más allá de probabilidades, lo que sí que sabemos con certeza es que, desde que El Niño apareció en marzo de 2023, la situación de sequía se ha acentuado en Cataluña durante los 12-14 meses posteriores al inicio del fenómeno. Después de este período, estamos volviendo a valores de precipitaciones nuevamente habituales y normales para una región como la mediterránea.