Un joven se moja la cabeza en Barcelona durante una ola de calor / EFE

Un joven se moja la cabeza en Barcelona durante una ola de calor / EFE

Vivir en Barcelona

¿Cuándo llegarán los primeros 30 grados del año a Barcelona?

Se pronostica una subida progresiva de las temperaturas que alcanzarían su máximo entre el domingo y el lunes

10 junio, 2023 00:00

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Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo; por si, en vez de por derecho, viene de soslayo”. Y es que este año, el refranero español ha hecho honor a la realidad, dejando latente que la primavera es eso, una estación meteorológica de contrastes térmicos, continuos cambios atmosféricos y un “fresco” que querría hacer acto de presencia hasta ese simpático “40 de mayo”.

Ahora, con el verano a la vuelta de la esquina, los modelos de probabilidad meteorológica nos indican dos tendencias concretas: llegan precipitaciones y una subida de las temperaturas.

INDICIOS DE PRECIPITACIONES

Los indicios de precipitaciones regresan y, según las previsiones, dejarán lluvias puntuales y poco cuantiosas a lo largo de estos próximos días y hasta las jornadas del 13 y el 14, cuando se esperan lluvias algo más consistentes.

¿CUÁNDO SUBIRÁN LAS TEMPERATURAS EN BARCELONA?

Además, se pronostica una subida progresiva de las temperaturas que previsiblemente alcanzarían su máximo entre este domingo, 11 de junio, y el lunes, con valores que podrían llegar a rozar los 30 °C en puntos de la capital catalana y que los superarían en capitales del interior del área metropolitana (Vallès Occidental y Baix Llobregat, especialmente).

Tabla de percentiles térmicos hasta el día de hoy / hoyextremo.com

Tabla de percentiles térmicos hasta el día de hoy / hoyextremo.com

TERRITORIOS DE COSTA

Este calor se hará bastante más llevadero en territorios y poblaciones cercanas a la costa debido a un efecto comúnmente llamado “brisa marina” o “brisa de procedencia marítima”, que más de una vez nos ha aliviado a los barceloneses del sofocante calor de la ciudad.

Y es que el Mar Mediterráneo, en este caso, tiene un efecto termorregulador a medida que las temperaturas de las grandes masas de aire suben y el mar aún conserva una temperatura fría. Esto hace que el aire caliente, que llega procedente de anticiclones y con un régimen de vientos con dirección de mar hacia tierra, se enfríe al pasar sobre el Mediterráneo y genere esta brisa refrescante y que ayuda a suavizar las temperaturas de la capital catalana. En resumen, el mar actúa como un aire acondicionado natural que refresca el intrínseco aire caliente de Barcelona.

NOCHES TROPICALES 

Un efecto contrario suele suceder durante las temidas noches tropicales de verano en la ciudad, cuando los vientos no proceden directamente del mar. Su dirección gira levemente hacia el noreste, trayéndonos vientos que, en vez de deslizarse por el Mediterráneo y refrescar el ambiente, son vientos que se deslizan por la superficie terrestre, arrastrando y transportando el calor acumulado durante el día, y manteniendo una temperatura sofocante durante gran parte de la noche.

Dependiendo de la temperatura nocturna que se alcance, las noches reciben distintos nombres. Llamamos “noche tropical” a la noche cuya temperatura no baja de los 20 °C; “noche tórrida” o “noche ecuatorial” cuando no baja de los 25 °C; y últimamente se ha empezado a normalizar el uso de la “noche infernal” cuando la temperatura nocturna no baja de los 30 °C.

Panorámica de Barcelona durante una noche tropical / ARCHIVO

Panorámica de Barcelona durante una noche tropical / ARCHIVO

¿CUÁNDO SE REGISTRARÁ LA PRIMERA NOCHE TROPICAL EN BARCELONA? 

Por ahora, y como buena noticia, Barcelona tan solo lleva tres noches tropicales en todo el año. Si bien es cierto que acabamos de empezar la temporada de calor, cabe destacar que en años anteriores la primera noche tropical de la ciudad se ha llegado a dar a principios de mayo.

¿CÓMO HAN SIDO LAS TEMPERATURAS ESTA PRIMAVERA? 

Si tomamos como referencia la primavera meteorológica, que no comprende las mismas fechas que la astronómica, comenzamos un 1 de marzo con un frío excepcional y con unas temperaturas sustancialmente por debajo de lo normal. Después de esta primera dosis fría, le siguió una segunda semana de marzo extraordinariamente cálida, en un claro contraste que pretendía reforzar la idea de inestabilidad primaveral.

Aquella primera montaña rusa de temperaturas haría de antesala para la mezcla de lluvias, tormentas, días radiantes y hasta un muy puntual granizo, que tendríamos a lo largo de los tres próximos meses de primavera. En definitiva, inestabilidad y contrastes.