Exterior de la Nau Ivanow de la Sagrera / INMA SNATOS HERRERA

Exterior de la Nau Ivanow de la Sagrera / INMA SNATOS HERRERA

Vivir en Barcelona

Nau Ivanow: de fábrica de pinturas a centro de creación

La nave abrió en 1968 como la sede de la empresa Pinturas Ivanow y luego fue utilizada como almacén por diversas empresa textiles hasta 1996

21 octubre, 2022 00:00

Noticias relacionadas

“Somos un espacio de acompañamiento, ensayo y error, investigación; un refugio para las compañías de artes escénicas”.  Así se presenta en su página web la Nau Ivanow, una antigua fábrica de pinturas de la Sagrera convertida en un centro de creación cultural especializado en artes escénicas. Esta es la historia de una metamorfosis.

Todo empezó en 1959, cuando el empresario Víctor Ivanow Bauer, hijo y nieto de militares rusos, encargó al arquitecto Jordi Figueres Anmella los planos de su fábrica: Pinturas Ivanow S.A. El resultado fue un edificio con entrada por el número 28-30 de la calle Honduras, en la Sagrera, que se hizo realidad en 1968. Sin florituras ni adornos, un edificio funcional, austero y práctico, proyectado y construido según los parámetros del racionalismo arquitectónico imperante en el momento.

EL EDIFICIO FUE COMPRADO POR EL ARQUITECTO XAVIER BASIANA

El negocio funcionaba tan bien y la producción creció tanto y tan rápido, que las instalaciones se quedaron pequeñas y se trasladó a la Zona Franca. Durante las décadas siguientes, diversas empresas del sector textil alquilaron las instalaciones originales de Pinturas Ivanow y las utilizaron, sobre todo, como almacén, lo que provocó su progresiva degradación y, finalmente, su abandono. Contra todo pronóstico, la nave estuvo vacía poco más de un año desde su cierre porque, en diciembre de 1997, el arquitecto y fotógrafo Xavier Basiana la compró.

La vida de la nave estaba a punto de dar un giro insólito: Basiana quería instalar allí su estudio profesional y un centro cultural con la Factory de Andy Warhol como referente. En Navidad de aquel mismo año, la fábrica de pinturas emergió de sus cenizas convertida en un espacio para la creación, producción y difusión de la cultura contemporánea. En principio iba a ser una factoría de artes plásticas, pero, cosas de la vida, la Nave Ivanow acabó decantando la balanza hacia el mundo de las artes escénicas. 

Desde 2010, forma parte del proyecto de Fábriques de Creació del Institut de Cultura de Barcelona. Y, actualmente, es la puerta de entrada y salida de iniciativas y compañías –especialmente, emergentes-- a nivel internacional. Tal vez no es el edificio más bonito del mundo, pero entre sus paredes nace auténtica belleza escénica.