Espectáculo del espacio Zuu del Hotel Sofia de Barcelona / P. A.

Espectáculo del espacio Zuu del Hotel Sofia de Barcelona / P. A.

Vivir en Barcelona

La lujuria invade el Hotel Sofia

En la sala Zuu la cena se ameniza con un espectáculo en directo lleno de lujo y misterio

23 noviembre, 2017 17:16

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El antiguo Hotel Princesa Sofía se ha renovado y ha perdido la realeza. A cambio, ha ganado en picardía con la inauguración de su nuevo espacio de ocio nocturno, bautizado como Zuu, en el que la lujuria impregna la actuación en directo de cada noche.

Zuu se encuentra en el sótano del Hotel y sólo es apto para los bolsillos más abundantes. Abierto jueves, viernes y sábado, ofrece la posibilidad de disfrutar de la cena con un espectáculo en directo que dura más de dos horas. Al acabar, la sala se transforma en un night club que cierra a las 3 de la madrugada y en el que se invita a los asistentes a bailar.

Ambientada en los cabarets parisinos, la sala tiene una capacidad para 150 personas, con buenas vistas del espectáculo desde todos los ángulos. Un grupo de jóvenes bailarines ligeros de ropa se desplazan por los tres escenarios del local al ritmo de una música animada y con una coreografía sugerente. “Lo que pasa en el Zuu se queda en el Zuu”, ha explicado en la presentación uno de los responsables de la sala.

La cena se puede aderezar con uno de los cocteles especiales que han diseñado y bautizado como los “siete pecados capitales”. La propuesta culinaria apuesta por aperitivos variados que contraponen sensaciones dispares.

El espectáculo que acompaña la cena ha sido diseñado por Desvarío Producciones y todos los elementos están integrados, de manera que cuesta distinguir a los artistas de los camareros.

Barra del Zuu en el Hotel Sofia de Barcelona / P. A.

Barra del Zuu en el Hotel Sofia de Barcelona / P. A.


El local está ambientado en los cabarets parisinos, con una decoración que evoca a los colores de la pantera negra, combinando el negro con el violeta, el dorado y el rojo, potenciados por una iluminación tenue, en la que los focos se centran en los artistas. Las calaveras son un elemento esencial del espacio, en el que representan la pérdida de control y la transgresión.

Una propuesta nueva para la ciudad que evoca a los clubes de Nueva York. Eso sí, no apta para todos los públicos, sólo para los bolsillos más abundantes, pues la cena cuesta alrededor de 150 euros por persona, bebida no incluida.