Museu de Cera de Barcelona

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El pasaje de la Banca, un rincón para la fantasía

Esta calle en forma de ele alberga en su interior un palacete historicista construido en 1873 como sede de una entidad bancaria, convertido en el Museu de Cera un siglo después

10 febrero, 2023 00:00

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Al final de la Rambla, tras una enorme verja de forja, se abre una calle estrecha en forma de ele. Un pasaje fantástico en el que, en apenas 200 metros conviven más 200 personajes famosos inmortalizados en figuras de cera (Museu de Cera), una tienda-bar-restaurante donde se pueden encontrar los objetos más variados y extraños (el Passatge del Temps) y un local encantado donde no faltan los rayos y los truenos (el Bosc de les Fades). Aunque lo más sorprendente de todo es que un lugar tan fantástico tenga un nombre tan racional y capitalista como “pasaje de la Banca”.

Debe su nombre a la institución bancaria que hizo construir, en 1873, el edificio más destacado del pasaje y que, desde 1973, alberga el Museu de Cera: la banca Crédito Mutuo Fabril y Mercantil, más conocida como Caixa Vilumara, fundada en 1862. Otras fuentes sostienen que en realidad fue la Companyia General de Crèdit “El Comercio”. En 1915, Caixa Vilumara fue absorbida por el Banc de Barcelona y, un año después, Crédito y Docks compró el edificio. 

El pasaje de la Banca

El pasaje de la Banca

Se trata de un palacete de estilo historicista. En el exterior del edificio destaca la galería superior, de tipo neorománico. En el interior, al parecer, conserva las cajas fuertes originales, las salas y decoraciones, obra de Maurici Vilomara  i Oleguer Junyent. Su monumental fachada cierra una placeta octogonal con dos lados abiertos: uno, hacia la entrada principal del pasaje por la Rambla; el otro, con salida en la calle de Ample, donde un rótulo recuerda que, en algún momento de su historia, se llamó pasaje del Comercio. El pasaje fue proyectado por el arquitecto Antoni Rovira i Trias para alojar a varias familias de la burguesía de la época, aunque finalmente los edificios, incluido el del Museu de Cera, fueron obra de Elies Rogent.

Un apunte: poco antes de la apertura del Museu de Cera, en uno de los locales que forman la ele del pasaje estaba el Copacabana, un bar musical con una propuesta de ocio dirigida sobre todo a turistas que durante años fue lugar de encuentro de los marineros de la armada estadounidense y de turistas en busca de diversión en la noche barcelonesa.

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