Edificio del Piramidón, en la calle del Concilio de Trento / INMA SANTOS HERRERA

Edificio del Piramidón, en la calle del Concilio de Trento / INMA SANTOS HERRERA

Vivir en Barcelona

El Piramidón: un oasis de arte en pleno corazón obrero

Isidre Bohigas convirtió en 1990 un gris rascacielos destinado a viviendas para trabajadores en un espacio a medio camino entre fábrica de creación y galería de arte

9 septiembre, 2022 00:00

Noticias relacionadas

En el corazón del barrio obrero de La Pau, en el número 313 de la calle Concilio de Trento despunta entre edificios una enorme torre de 17 pisos. Construido durante los últimos años del franquismo, en 1971, nació para ofrecer viviendas a los trabajadores que llegaron en masa a Barcelona durante los años 60 del siglo pasado.

No tardó mucho en ganarse el nombre propio con el que aún hoy se le conoce oficialmente: Piramidón. Sí, el mismo nombre con el que se conocía un medicamento analgésico muy popular en la década de los 60, retirado posteriormente por sus efectos cancerígenos. Una extraña asociación de ideas que se explica, tal vez, porque la forma del edificio recordaba a las cajas en las que se envasaba.

CENTRO DE ARTE CONTEMPORÁNEO

Anécdotas al margen, el Piramidón debía alojar varios equipamientos sociales, pero en los años 80 el gigante estaba en desuso, medio abandonado y decadente. Como el Ave Fénix, resurgió de sus cenizas en 1990, cuando Isidre Bohigas propuso convertirlo ni más ni menos que en un centro de arte contemporáneo junto con Marc Comerma y Josep Alavedra como asesores. Y no en un centro cualquiera, sino en uno destinado a apoyar y ayudar a los artistas.

Más de 30 años después de su nacimiento, el Piramidón es un espacio híbrido a medio camino entre fábrica de creación y galería de arte; un espacio que fusiona el ámbito de producción artística contemporánea en sus distintos lenguajes con el ámbito de difusión, exhibición y venta de obras de arte. Por sus instalaciones han pasado creadores del calibre de Carlos Pazos, Jordi Fulla, Gino Rubert, David Bastué, Eduard Resbier, Jordi Cano o Tom Carr.

EL "PATITO FEO"

Así es como el patito feo de La Pau se convirtió un creativo cisne destinado a acercar el  arte contemporáneo al público en general, tanto a aquellos que desean un primer contacto con este mundo como para aquellos que buscan ampliar su colección. Un oasis artístico en pleno corazón obrero.

--

Descubre más curiosidades y rincones de Barcelona en la cuenta de Instagram @inmasantosherrera [link directo]