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Otro caso más de agresión sexual en Barcelona. Esta vez ha sido Celia, una joven que ha compartido en redes sociales el "acoso sexual", como ella indica, que ha sufrido durante un trayecto en el transporte público. 

La usuaria @celiaespanya explica en su cuenta de TikTok que un hombre mayor le "tocó las partes íntimas" mientras estaba de pie en el autobús. El agresor aprovechó el gran flujo de personas que entró para llevarle a cabo el tocamiento.

"Como estábamos todos muy apretados, decidí girarme para no estar incómoda y en  ese momento el hombre me tocó el culo", detalla. "Para evitar que siguiera manoseándome, volví a girarme, pero esta vez me tocó los genitales", añade.  

"Ha sido asqueroso"

En esos momentos a Celia experimentó la rabia y frustración que le ocasionó vivir esta agresión. "Ha sido asqueroso", recuerda con enfado. La víctima se quedó mirando al hombre, pero este, no verbalizó ni una palabra. 

"Quería bajarme del bus, pero no quería tarde adonde iba, pensé que no era justo que fuera porque un hombre me hubiera tocado los genitales", expresa indignada. Celia ansiaba poder confesarle al conductor lo ocurrido, pero temió no ser apoyada. 

La víctima explica que este "tenía una apariencia mayor y parecía malhumorado", e iba pitando a todo el mundo por calle, por lo que no le transmitió confianza. "Pensé que sería peor contar algo tan fuerte sin tener apoyo", confiesa. 

Denuncia

Celia entonces decidió dirigirse hacia el final del bus hasta llegar a la parada donde debía bajarse. Y aun cuando llegó a su destino y se estaba bajando del tren, el hombre "no desvió la mirada", apunta la víctima horrorizada. "No tuvo ni un mínimo de vergüenza por lo que acababa de hacer; ni bajar la cabeza".

Tras el incidente, Celia se siente impotente, con "ganas de llorar" y con la esperanza de poder borrar algún día esta "pesadilla" de su mente. Con este mensaje, la joven busca sensibilizar y crear consciencia con la esperanza de ayudar a otras personas que han pasado por situaciones para pedir una sociedad más segura y respetuosa para todos. 

"Por desgracia, es una situación que nos pasa a las mujeres constantemente y no podemos permitir que estos comportamientos se normalicen", concluye la afectada.