La Sagrada Família ha recibido otra ayuda de Dios para sus planes de expansión por Barcelona. El Cardenal Joan Josep Omella i Omella, Arzobispo de Barcelona y presidente nato de la Junta Constructora de la Sagrada Família, ha sido escogido esta semana presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Es decir, que el mandamás del templo barcelonés ocupa ahora el máximo estamento dentro de la Iglesia española.
El nuevo cargo de Omella le garantizará mayores (y mejores) contactos dentro del Vaticano. Este, con poderes extramuros, podría presionar para que los gestores de la Sagrada Família vean cumplidas sus plegarias. Y es que la Junta Constructora --de la que Omella forma parte-- quiere tener el templo acabado en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí.
No obstante, sus intereses topan con la resistencia de los vecinos de la zona, que se oponen a los planes de expansión del templo. El punto más polémico es la construcción del voladizo de la fachada de la Gloria, que implicaría derribar unos 1.000 pisos construidos en la calle Mallorca.
De momento, la Junta Constructora de la Sagrada Família deberá seguir presionando al Ayuntamiento de Barcelona para obrar como les plazca, una tarea para la que ahora contarán con la inestimable ayuda del presidente de la Conferencia Episcopal y sus contactos en el Vaticano.