Para quienes no lo conozcan, Joan Canadell es el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona. Canadell es todo un novato en dirigir una institución de tal dimensión. Y lo es por partida doble. Primero, porque no lleva ni un año en el cargo. Y segundo, porque sus constantes salidas de tono y sus exabrutos verbales muestran su falta de neutralidad, moderación, criterio, razonamiento, sosiego, temple y talante.
Quien lea esta proclamada retahíla de adjetivos podrá pensar que se trata de una exageración de este medio. Sin embargo, basta con echar un vistazo a las redes sociales de Joan Canadell para comprobar que la observación es fidedigna según su conducta mantenida.
La crisis del coronavirus ha acentuado el lado histriónico del presidente de la Cámara de Comercio. Difunde rumores, falacias e incluso mentiras desorbitadas.
A modo de ejemplo, el martes aseguró que le estaban informando [sin mencionar el origen de la fuente] que "el ejército está requisando en Cataluña material de protección contra el coronavirus". Acto seguido, se pregunta a sí mismo: "¿Con qué transparencia lo hacen? ¿Dónde se lo llevan? ¿Va a centros catalanes con más necesidades? ¿Tiene conocimiento Alba Vergés? El estado de alerta puede ser muy injusto si no son transparentes". Nadie le hizo mucho caso. Y es que, según informan todos los medios, el ejército de momento no se ha desplegado en Cataluña...
La falta de prudencia de Joan Canadell contrasta con la de todo el mundo empresarial, que intenta buscar soluciones en vez de agravar los problemas ya existentes. Pero a Canadell le puede más su faceta de activista que su cargo como presidente de la Cámara de Comercio, institución que día tras día desprestigia con sus salidas de tono.