Ada Colau no encaja bien las críticas. Tampoco las virtuales. Ese fue uno de los motivos que le llevó a darse de baja de Twitter. No le gustan las redes bidireccionales, donde se invita a la conversación y discusión. Aunque hayan haters de por medio. Por ello, la alcaldesa de Barcelona optó por otras redes sociales menos politizadas y más unidireccionales, como Facebook o Instagram.
Pero ni aquí acepta la crítica. La alcaldesa de Barcelona y su equipo de comunicación han optado por desactivar los comentarios de Instagram. Había demasiados negativos. Colau solo deja visibles los positivos, los que le gustan.
Unas redes poco democráticas, las de la alcaldesa...