Enfado con el Liceu por el plantón de Jonas Kaufmann
Enfado entre los aficionados a la ópera con el Liceu de Barcelona. El plantón del tenor alemán Jonas Kaufmann a los barceloneses ha hecho mella en el prestigio de la institución que preside Salvador Alemany y dirige Valentí Oviedo.
El tenor canceló su participación en Adriana Lecouvreur, prevista para el próximo junio, y dejó tirados a todos los espectadores que habían comprado su entrada. Más allá del razonable enfado con Kaufmann –que prefiere actuar en las mismas fechas en Viena--, los afectados también señalan al Liceu por su falta de planificación y su dificultad para atraer talento a Barcelona. En su lugar, la institución anunció que traería al cantante Roberto Alagna, quienes para muchos de los abonados al Liceu no tiene el mismo caché que Kauffmann.
Lejos de abonar de nuevo el dinero a los afectados, el Liceu dio la opción de canjear las entradas por otra obra. El enfado es mayúsculo entre los abonados y los aficionados que compraron su entrada, dado que no comprenden cómo se pueden poner a la venta unas entradas sin tener atado al 100% al artista.
Además, el Liceu suele hacer caso omiso a las críticas de sus abonados, quienes no suelen recibir respuestas ante sus quejas por parte de la institución, que únicamente lanza comunicados sin un atisbo de autocrítica. Sin ir más lejos, tras el plantón de Kauffmann, el Liceu se limitó a señalar en su página web que habían “cambios en el reparto de 'Adriana Lecouvreur'”, como si Alagna fuera a complacer por igual a todas las personas que compraron su entrada que Kauffmann.