La convocatoria de las elecciones catalanas ha sentado como un jarro de agua fría al sector del taxi en Barcelona. El veto a los presupuestos de los comunes para tratar de frenar el Hard Rock ha dado aire a las VTC con la paralización de la ley catalana del transporte. La normativa incluía medidas para frenar a compañías como Cabify, que podrían recibir próximamente una moratoria de la justicia que facilitaría un descontrol en la cifra de vehículos que circularían por la capital catalana.
Tito Álvarez, líder de Élite Taxi, ha cargado contra la formación de Jéssica Albiach tras el 'no' de su formación a las cuentas que, finalmente, ha desembocado en unas elecciones anticipadas en Catalunya. “Los que llevan por bandera la lucha contra los lobbies nos dejan a los pies de los caballos. Volvemos a la casilla de partida con el peligro inminente de una invasión de VTC jamás vista en Barcelona e imposible de controlar”, ha asegurado.
El cabreo, que se está extendiendo por el sector, es mayúsculo. Álvarez, que en las últimas elecciones municipales pidió el voto para Jaume Collboni tras la defensa del taxi por parte del PSC en Barcelona, ha pedido ahora a los conductores que recuerden quien ha provocado la disolución de la cámara catalana y lo que ello ha supuesto. Las VTC están de celebración y, el taxi, vive desde ayer sumido en la incertidumbre.