Las intervenciones hay que ensayarlas. Pero, ¿frente al espejo, o en el escenario real? El Síndic de Barcelona, David Bondia, tiene claro que el pánico escénico se combate mejor si se puede ensayar en el propio pleno del Ayuntamiento. Y es lo que ha hecho este mismo jueves, antes del pleno del viernes 22 de marzo, en el que se discutirán, por parte de todos los concejales, las observaciones de su último informe.
Bondia fue elegido en 2021 con los votos del gobierno municipal en aquel momento, por los comunes y por el PSC, aunque los socialistas lo hicieron sin demasiado entusiasmo. También votaron a favor ERC y JxCat, mientras que los otros partidos en la oposición, Barcelona pel Canvi, de Manuel Valls, Ciudadanos, PP y la concejal no adscrita Marilén Barceló votaron en contra. Lo vieron muy próximo a Colau.
Ahora las cosas han cambiado, y los socialistas, pese a algunos recelos, han valorado de forma positiva las diez recomendaciones del Síndic que se plasman en su último informe, sobre la agilización de trámites y gestiones y la necesidad de repensar el modelo de alojamiento de urgencia y del sinhogarismo. Sin embargo, hay una sensación de que Bondia "incita más" los posibles problemas de la ciudad que la recepción pura de las quejas que se producen.
La cuestión es que Bondia quiere preparar con todo detalle su intervención en el pleno de este viernes y ha querido ensayar en el propio escenario. Él sólo. Con la mirada en las propias tribunas de los concejales. ¿Con más atención en los ediles de los comunes, que le dieron apoyo desde el primer momento, cuando sustituyó a Maria Assumpció Vilà?